Terapias con células madre capaces de regenerar cualquier tejido humano dañado por una lesión, enfermedad o envejecimiento podrían estar disponibles dentro de unos pocos años, a raíz de una investigación dirigida por investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW, por sus sigas en inglés), en Australia.
El sistema de reparación, similar al método utilizado por las salamandras para regenerar extremidades, podría emplearse para reparar todo, desde discos de la columna a fracturas óseas, y tiene el potencial de transformar los enfoques de tratamiento actuales para la medicina regenerativa, como destacan los autores en un artículo publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
El autor principal del estudio, John Pimanda, dice que la nueva técnica, que reprograma las células óseas y de grasa en células madre multipotentes inducidas (IMS, por sus siglas en inglés), ha demostrado su éxito en ratones.
"Esta técnica es un avance significativo en muchas de las terapias con células madre de la actualidad que han mostrado poca o ninguna evidencia objetiva a la hora de contribuir directamente a la formación de tejido nuevo", dice Pimanda. "Actualmente estamos evaluando si las células grasas humanas adultas reprogramadas en células iMS pueden reparar tejido dañado de forma segura en ratones, con el inicio de los ensayos en humanos previsto para finales de 2017", añade.
Hay diferentes tipos de células madre, incluyendo células madre embrionarias (ES, por sus siglas en inglés), que durante el desarrollo embrionario generan cualquier tipo de célula en el cuerpo humano, y células madre adultas, que son específicas de tejido. No hay células madre adultas que regeneren múltiples tipos de tejidos.
"Esta técnica es innovadora porque las células iMS regeneran múltiples tipos de tejidos --subraya Pimanda--. Hemos tomado células óseas y de grasa, apagado su memoria y convertido en células madre que puedan reparar diferentes tipos de células, una vez que se vuelven a colocar en el interior del cuerpo", detalla.
La técnica desarrollada por investigadores de UNSW implica la extracción de células de grasa humanas adultas y tratarlas con el compuesto 5-azacitidina (AZA), junto con un factor de crecimiento derivado de plaquetas AB (PDGF-AB) durante aproximadamente dos días. Las células se tratan luego con el factor de crecimiento por sí solo durante dos-tres semanas.
Se sabe que AZA induce la plasticidad de las células, que es crucial para la reprogramación de las células. El compuesto AZA relaja el cableado físico de la célula, que se expande por el factor de crecimiento, transformando las células óseas y de grasa en células iMS. Cuando se insertan las células madre en el sitio de tejido dañado, se multiplican, promoviendo el crecimiento y la curación.
La nueva técnica es similar a la regeneración de miembros en la salamandra, que también depende de la plasticidad de las células diferenciadas, lo que puede reparar varios tipos de tejidos, dependiendo de qué parte del cuerpo necesite ser reemplazada. El primer autor del estudio, Vashe Chandrakanthan, quien desarrolló la tecnología, dice que la nueva técnica es un anticipo de otras terapias con células madre que se están investigando y que tienen una serie de deficiencias.
"Las células madre embrionarias no se pueden utilizar para el tratamiento de tejidos dañados debido a la capacidad de formación de tumores. El otro problema es el requisito de utilizar virus para transformar células en células madre, lo que es clínicamente inaceptable --apunta Chandrakanthan---. Creemos que hemos superado estos problemas con esta nueva técnica".
"La terapia tiene un enorme potencial para el tratamiento del dolor de espalda y cuello, lesiones de disco intervertebral, degeneración articular y muscular, y también podría acelerar la recuperación después de cirugías complejas en los huesos y articulaciones que necesitan integrarse con el cuerpo", adelanta el neurocirujano e investigador en UNSW Ralph Mobbs.
Junto con la confirmación de que las células grasas humanas adultas reprogramadas en células madre iMS pueden reparar tejido dañado de forma segura en ratones, los investigadores señalaron que es necesario seguir trabajando para determinar si las células iMS permanecen latentes en los sitios de trasplante y conservan su capacidad de proliferar bajo demanda.
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