Es el “amortiguador” entre las vértebras de la columna, disminuyendo la carga ejercida con cada paso, torsión y salto: hablamos del disco intervertebral. Si el tejido de fibrocartílago en la columna se degenera con el paso del tiempo, los discos intervertebrales pueden “deslizarse”, pinzando la médula o nervios. Las consecuencias incluyen un dolor intenso o incluso la parálisis. No solo las personas, sino también los perros sufren a menudo esta enfermedad. Dado que los propios discos intervertebrales no pueden regenerarse, el material desplazado del disco afectado es retirado en una operación que puede realizarse tanto en personas como en animales. Con dicha operación, la presión sobre los nervios y la médula desaparece, pero continúa presente la inoperancia del disco.
Hay una gran esperanza depositada en la posibilidad de lograr una terapia con células madre capaz de solucionar este problema de la inoperancia. Las células madre son células multipotentes que pueden ser diferenciadas en varios tipos celulares.
Una terapia experimental con células madre que ha registrado éxitos prometedores recientemente es la ideada por el equipo de Frank Steffen, de la Universidad de Zúrich en Suiza.
Los investigadores de la Universidad de Zúrich han comprobado en perros pastores alemanes que estos animales pueden soportar sin problemas insalvables un tratamiento con células madre de su propio cuerpo.
Steffen y sus colaboradores esperan que las células madre lleguen a formar nuevo cartílago del disco una vez inyectadas en el disco dañado. Por ahora, los experimentos con tres perros pastores alemanes aquejados de ese problema demuestran que un tratamiento con las propias células madre del cuerpo es bien tolerado, lo cual es un primer paso importante.
Las investigaciones sobre la regeneración de los discos intervertebrales se realizan frecuentemente usando ensayos con modelos animales. En la Clínica para la Cirugía de Pequeños Animales, adscrita a la universidad antedicha, los investigadores han tomado una vía distinta: dado que tratan numerosos perros que espontáneamente sufren una hernia de disco cada año, han conseguido obtener importante información directa de animales que están realmente afectados por la enfermedad. Debido a la similitud en patología y en recorrido de la enfermedad, se supone que podrán extraerse también conclusiones para el tratamiento de personas afectadas por ello.
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