José Cibelli es también catedrático de Biotecnología Animal en la Universidad de Michigan.
José Cibelli es toda una institución en el campo de la investigación con células madre. Con un currículum envidiable y una notable experiencia en el sector público y privado, este catedrático de Biotecnología Animal de la Universidad de Michigan, nacido en Argentina pero que ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Norteamérica, compagina desde hace unos años su trabajo en Estados Unidos con la dirección científica del Laboratorio Andaluz de Reprogramación Celular (Larcel), que este año se ha mudado desde Sevilla hasta el Parque Tecnológico de Málaga.
Allí, él y su equipo desarrollan diversas líneas de investigación para avanzar en el desarrollo de nuevas terapias avanzadas, con el propósito de mejorar la salud de la población. «No hay muchos centros como este en el mundo, con un equipo excepcional y donde en el mismo lugar puedes crear células, testearlas y hacer una caracterización a fondo», comenta Cibelli sobre Larcel, perteneciente al Centro Andaluz de Nanomedicina y Biotecnología (Bionand) y dependiente de la Junta de Andalucía.
Uno de los proyectos que más atención ha suscitado en la comunidad científica es el que se refiere al tratamiento celular de las lesiones medulares crónicas. El propósito último es dotar de movilidad a los pacientes que han sufrido alguna de estas lesiones, pero este especialista se muestra todavía cauto respecto a las posibilidades del trabajo: «No estamos hablando de ayudar a una persona tetrapléjica a caminar, sino a que, por ejemplo, pueda recuperar la movilidad de un dedo. Todo lo que sea conseguir algo más que eso será algo extra».
Cibelli resalta la importancia de ser «realista», pero al mismo tiempo señala que se han logrado unos resultados preliminares «prometedores» en animales, en colaboración con científicos de la Universidad de Washington, donde se encuentra el mejor laboratorio del mundo para para hacer estudios de trasplantes en médula.
Todavía en fase preclínica, se estima que aún habrá que esperar unos tres años para poder publicar unos resultados concluyentes y, si es posible, pasar a la fase clínica, es decir, a ensayos en pacientes. Pese a la cautela, José Cibelli se muestra también ilusionado con este proyecto, y apostilla: «Hay mucha gente inteligente trabajando en todo el mundo».
En este ámbito, uno de los obstáculos a los que habitualmente se han enfrentado los investigadores es la aparición de tumores (no necesariamente malignos) como consecuencia del tratamiento con células madre. Sobre ello, afirma que aún es necesario hacer muchas «pruebas de seguridad», pero aclara que ya existen «estrategias» para «controlar» ese problema y prevenir su aparición.
Con un equipo formado por una decena de profesionales, Larcel está inmerso en otros tres proyectos. Dos de ellos están dedicados a reprogramación celular y transdiferenciación hacia línea germinal y a la relevancia de marcas epigenéticas del ADN en tumores testiculares. El tercero trata sobre la identificación de nuevos factores en el óvulo humano con efecto sobre la reprogramación de células somáticas.
José Cibelli admite que mucho se ha avanzado en el terreno de la investigación celular, pero que admite que es «muchísimo» más lo que queda por recorrer. Todavía contrario a la clonación humana (ya que, según señala, son muchos los problemas que siguen surgiendo en los trabajos realizados con animales), opina que en los últimos años la sociedad ha perdido el «miedo» a utilizar las células madre con fines terapéuticos, ya que poco a poco se va demostrando su potencial.Por ello, alaba que desde España y Andalucía las administraciones públicas apuestan por la investigación, al contrario de lo que sucede en Estados Unidos, donde todo pasa por el sector privado.
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