Foto: EUROPA PRESS/HOSPITAL REGIONAL MÁLAGA
El 92 por ciento de los pacientes que necesitó un trasplante de médula en 2012 encontró un donante, solo 95 personas (8%) no encontró a nadie compatible ni en el banco nacional, donde ya hay inscritos casi 126.000 donantes, ni dentro del registro internacional de donantes, compuesto por más de 22 millones de personas, ni mediante los bancos de sangre de cordón umbilical.
"Donar la medula es donar vida, salvar gente", señala el jefe de los servicios médicos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), el doctor Gregorio Garrido, con motivo de la celebración por primera vez del Día Internacional del Donante de Médula Ósea, que se celebró conjuntamente en España, Francia e Italia.
Coincidiendo con esta celebración, la ONT informaba de un nuevo hito dentro de las donaciones, un aumento del 22 por ciento de donantes de médula en los primeros 8 meses del año; un dato que para Garrido muestra el compromiso, solidaridad y altruismo de la población.
"Ser donante es para toda la vida, es un compromiso muy importante que hay que recordar, porque cuando a uno le llaman para donar es porque hay una persona en algún lugar del mundo que necesita tu médula para sobrevivir", por este motivo recalca la importancia de dar a conocer cuáles son las implicaciones de hacerse donante.
"La persona que piense donar médula debe estar muy bien informado", esto significa que debe ser consciente de que "se dona en vida" y, por tanto, "se puede donar en cualquier momento hasta que cumples 60 años"; además el donante debe saber que la donación es anónima, no tendrá oportunidad de conocer al receptor de su médula, y lo que es más importante, que en España no se puede decidir a quién donar.
El pasado año solamente 1 de cada 2.214 donantes registrados terminó finalmente en un trasplante, además no es común que un mismo donante sea compatible con dos pacientes, por tanto lo lógico es que sólo se done a un receptor en la vida. No obstante, aclara Garrido, "aunque es poco frecuente, es posible que se haga una segunda donación pero para el mismo donante".
Además, es "clave" para evitar el rechazo del último momento y evitar los miedos que puede provocar la donación en sí que antes de hacerse donante se conozca cómo se dona: el proceso, los diferentes sistemas, posibles efectos secundarios, etc.
Aunque se habla de donantes de médula osea realmente esta es una definición "antigua", realmente se trata de donación de progenitores hematopoyéticos, lo que implica que al donante de médula no siempre se le va a extraer células madre sanguíneas directamente de la médula ósea.
Ahora a la mayoría de los donantes se les hace una extracción de estas células de sangre periférica. Es un método que se denomina 'extracción por aféresis' -una máquina recoge la sangre del donante mediante un catéter del brazo y selecciona las células madre- y no necesita anestesia.
En el caso de la donación de médula osea el mayor riesgo es la anestesia, ya que no deja de ser una intervención quirúrgica, por ello se necesita un ingreso hospitalario de unas 48 horas, y pueden producirse molestias "mínimas" derivadas de la anestesia o en la zona de la punción; mientras que, en el segundo caso, se disminuyen sensiblemente las molestias para el donante, aunque durante los días previos debe tomar un tratamiento para que las células se puedan capturar.
"Las dos técnicas son validas", señala Garrido, aunque el uso de uno u otro procedimiento siempre depende del criterio médico, que lo decidirá teniendo en cuenta la enfermedad a tratar y el paciente. A estas dos extracciones, hay que añadir que muchos receptores finalmente se benefician del cordón umbilical -muy rico en células madre sanguíneas-.
Concretamente, el pasado año se realizaron 264 donaciones mediante la 'extracción por aféresis'; 107 se realizaron mediante sangre de cordón umbilical y solo 87 de sangre directamente extraída de la médula osea. "Esto significa que son tres veces más las extracciones que se hacen con sangre periférica que con médula", advierte el experto.
"Cuando un paciente necesita un trasplante lo primero que se hace es llamar a la familia, lamentablemente solo entre el 25 o 30 por ciento de los pacientes acaba teniendo un familiar compatible", señala. En este caso, en el 70 por ciento de los pacientes se hace lo que se llama 'poner en búsqueda al paciente', algo que se hace en el Registro Español de Donantes de Médula ósea (REDMO).
El REDMO es una base de datos que está gestionada conjuntamente por la ONT y la Fundación Internacional Josep Carreras y conectada con los registros internacionales de donantes de médula ósea, de tal forma que el donante queda a disposición de cualquier paciente en España o del extranjero que necesite un trasplante de progenitores hematopoyéticos y sea compatible.
"En la donación de médula realmente estamos contribuyendo al registro internacional; cuanto más donantes tengamos más contribuimos, es una cuestión de solidaridad; y cuantos más donantes tengamos más pacientes se van a trasplantar, además se encuentran antes y se trasplantan antes".
"Primero se mira entre los donantes en España, si no aparece ninguno se mira en el internacional", aunque aclara que lo preferible es que el donante sea español, "porque sale más barato", ya que no hay que pagar los gastos de la donación.
En España el trasplante de médula está cubierto, "aquí nadie tiene que salir a buscar su donante", destaca Garrido quien es sensible a aquellas familias que piden públicamente un donante para un familiar, pero lo ve "innecesario" porque "el sistema funciona".
Puede ser donante de médula ósea toda persona sana entre 18-55 años que no padezca ninguna enfermedad susceptible de ser transmitida al receptor y que tampoco padezca ninguna enfermedad que pueda poner en peligro su vida por el hecho de la donación.
Para ser donante hay que ponerse en contacto por teléfono con el Centro de Referencia de Donantes de Sangre de su comunidad autónoma para acordar el día y la hora en que podrá ser recibido para completar la información sobre la donación y para realizar las pruebas de compatibilidad.
El jefe de los servicios médicos de la ONT destaca la puesta en marcha del Plan Nacional de Médula Ósea, que tiene el objetivo de duplicar el número de donantes en los próximos cuatro años hasta alcanzar los 200.000 a finales de 2016, y que ya ha conseguido "impulsar y mejorar el acceso a la donación" entre la población.
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