La revista «Nature» ha publicado dos cartas de rectificación en las que los autores de lo que se consideró uno de los “mayores avances en medicina regenerativa” se retractan de sus trabajos y reconocen los errores cometidos en ellos. Las dos investigaciones, llevadas a cabo por el equipo de Haruko Obokata, del Instituto RIKEN (Japón), fueron recibidas entre la comunidad científica como el mayor avance en el campo de las células madre, pero con el reconocimiento por parte de sus autores de sus errores queda demostrado que los datos estaban falseados.
El estudio, publicado en enero, presentaba un método muy sencillo para reprogramar células adultas (sumergiéndolas en un ácido o aplicando presión sobre sus membranas) para obtener así células madre, con capacidad para transformarse en cualquier tejido. Un sistema, dijeron muchos científicos, que podría «revolucionar la investigación en células madre al facilitar su método de obtención».
Sin embargo, aunque el gran hallazgo simplificaría mucho el proceso para obtener estas células (que constituyen el futuro de la medicina regenerativa) muchos investigadores comenzaron a denunciar después de la publicación el uso de imágenes duplicadas para documentar los artículos y la incapacidad para replicar los resultados del estudio, aunque éste no es siempre un requisito indispensable por la complejidad de algunas técnicas, dicen los editores de «Nature».
Sin embargo, el centro de investigación RIKEN en Japón, una de las instituciones en las que la mayoría del trabajo se llevó a cabo, organizó una investigación y encontró deficiencias en la gestión de datos, mantenimiento de registros y la supervisión. Un autor fue declarado culpable de mala conducta.
En este escándalo también salió ‘tocada’ la revista «Nature», que ahora trata de justificarse explicando en un profuso editorial sus métodos de control. Así reconocen también parte de responsabilidad, a pesar de haber comprobado que los resultados habían sido replicados de manera independiente en los laboratorios de los coautores antes de su publicación, y no haber obtenido las garantías suficientes sobre estos trabajos.
Los artículos no desaparecerán de la web de «Nature», sino que permanecerán convenientemente marcados para resaltar su estado. «En nuestra opinión, retirar los artículos fraudulentos puede dar una imagen de ‘reescribir la historia’ y evita aprender de los errores».
Desde hace más de dos años, «Nature» ha publicado artículos que ponen de relieve los problemas que pueden surgir en el análisis y la publicación de los resultados de la investigación biomédica. La manifestación de dichos problemas ha supuesto un crecimiento en el número de correcciones reportadas en los últimos años, no solo en «Nature».
En resumen, a pesar de que los editores y los revisores no podrían haber detectado los defectos en estos dos trabajos, el episodio ha puesto de relieve que existen fallos en los procedimientos de «Nature», pero también en los de las instituciones que publican con nosotros. Y concluyen: «Tenemos la necesidad de garantizar la calidad y profesionalidad del laboratorio para asegurar que el dinero confiado por los gobiernos no se malgasta, y que la confianza de los ciudadanos en la ciencia no es de nuevo traicionada».
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