Hacerlo dos o más minutos después del parto ayuda a prevenir la deficiencia de hierro y parece mejorar el neurodesarrollo.
Los expertos no se ponen de acuerdo sobre cúal es el mejor momento para corta el cordon umbilical.
Cada vez hay más estudios que señalan que retrasar el momento de cortar el cordón umbilical aporta más beneficios al bebé. A finales de 2014, un estudio de la Universidad de Granada y el hospital Clínico San Cecilio de Granada publicado en «Pediatrics» afirmaba que retrasar el corte del cordón umbilical de los recién nacidos durante dos minutos causaba un mejor desarrollo del bebé durante los primeros días de su vida. Ahora, un informe que aparece en «JAMA Pediatrics» afirma que ayuda a prevenir la deficiencia de hierro durante la infancia, además de mejorar las habilidades de motricidad fina y sociales de los niños a los 4 años, aunque no se asocia con ningún efecto sobre el cociente intelectual o la conducta en general.
La deficiencia de hierro es un problema de salud mundial entre los niños en edad preescolar que se relaciona con alteraciones del neurodesarrollo que pueden afectar a sus capacidades cognitivas, motoras y conductuales. Los expertos creen que retrasar el pinzamiento (clampaje) del cordón umbilical durante dos o tres minutos después del parto permite que la sangre fetal que queda en circulación en la placenta pueda ser transfundida al recién nacido. Y este proceso, aseguran los investigadores de la Universidad de Uppsala (Suecia), se ha asociado con un mejor nivel de hierro a los 4 a 6 meses de edad. Sin embargo, debido a que no hay mucha información sobre los efectos a largo plazo y sobre su seguridad, no hay recomendaciones claras sobre cuál es el momento idóneo para hacer el pinzamiento del cordón en recién nacidos a término.
Ola Andersson y su equipo han realizado un seguimiento de un ensayo clínico aleatorizado para evaluar los efectos a largo plazo en el desarrollo neurológico en los niños a los 4 años. Así evaluaron 263 niños mediante tests de inteligencia, de desarrollo y del comportamiento. Y vieron que en 141 niños se llevó a cabo un pinzamiento tardío del cordón (mayor o igual a tres minutos después del parto) y en 122 niños fue menor o igual a 10 segundos.
Los resultados no mostraron diferencias en cuanto al CI entre los dos grupos, pero sí en relación al neurodesarrollo. Los niños a los que se cortó más tarde el cordón tenían puntuaciones más altas en las pruebas de habilidades de motricidad fina, personal y social, aunque solo en los niños, no en las niñas.
En un editorial que acompaña al estudio, Heike Rabe, del hospital Universitario de Brighton (Inglaterra) cree que estos datos, a más largo plazo, hacen desaparecer las dudas sobre la seguridad de retrasar el pinzamiento. «El estudio cierra el debate sobre la seguridad a largo plazo de retraso en el corte del cordón umbilical en los recién nacidos a término».
En este sentido, Miguel Sáenz de Pipaón, de la Sociedad Española de Neonatología, señala que esta sociedad de hecho recomienda que se haga el clamplaje tardío de cordón umbilical, de 2 o 3 minutos, «siempre que sea posible», ya que cada vez hay más evidencias de que es «beneficioso para la salud del niño». En su opinión, a medida que hay más evidencia de los efectos positivos para el niño, «habrá que integrarlo en el protocolo del acto del nacimiento de forma rutinaria».
En opinión del experto de la Asociación Española de Pediatría, cada vez estamos viendo que cosas sencillas, como el hecho de retrasar 1 o 2 minutos el pinzamiento del cordón, puede tener consecuencias sobre la salud de los niños. Y, añade, lo mismo ocurre con la «cesárea, que no es igual de beneficiosa que el parto natural, o con el hecho de dar o no el pecho». Decisiones aparentemente sencillas, concluye, que tendrán un «efecto a largo plazo sobre la salud del niño.»
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