La manipulación mediante ingeniería genética de algunas células de nuestro sistema inmunológico abre la puerta para el tratamiento de uno de los cánceres más agresivos, el mieloma múltiple. Lo explica en «Nature Medicine» un equipo de la Universidad de Maryland y de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.), y supone una nueva confirmación del valor de la inmunoterapia en el tratamiento del cáncer y una importante prueba de concepto, reconoce Mª Victoria Mateos, del hospital Clínico Universitario de Salamanca. «Este es el primer informe publicado que nos muestra que estas células T específicas son seguras y eficaces en pacientes que expresan NY-ESO-1, un antígeno presente en casi el 60% de los mielomas múltiples y asociado con el crecimiento tumoral y mal pronóstico, pero que también revela una actividad antitumoral y una impresionante persistencia de células T duradera», señala Carl H. June, de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.).
En los últimos años, la inmunoterapia se ha convertido en un tratamiento prometedor para ciertos tipos de cáncer. Ahora esta estrategia, que utiliza las propias células inmunes de los pacientes, mediante ingeniería genética para dirigirse a los tumores, ha mostrado un éxito significativo contra el mieloma múltiple, un cáncer de las células plasmáticas que es en muchas ocasiones incurable. El artículo, señala la investigadora española, «pone de manifiesto cómo la inmunoterapia, que ha demostrado ser eficaz en tumores sólidos y enfermedades hematológicas, es también eficaz en mieloma múltiple, segundo tumor hematológico en orden de frecuencia donde la célula protagonista es la célula plasmática, presente en la médula ósea».
En la investigación que ahora se publica, un estudio en fase I/II, los pacientes recibieron una infusión de células inmunes (células T) modificadas genéticamente, aproximadamente 2.400 millones, después de someterse a un trasplante de células madre de sus propias células madre. Y los resultados fueron muy positivos: 16 de los 20 pacientes con enfermedad avanzada presentaron una respuesta clínica significativa.
Los científicos explican que la terapia con células T fue bien tolerada y que las células inmunes modificadas viajaron hasta la médula ósea, donde se ubican los mielomas, y mostraron una capacidad a largo plazo para luchar contra los tumores. «Los datos sugieren que el tratamiento con células T modificadas no solo es seguro, sino que tiene un potencial beneficio clínico para los pacientes con ciertos tipos de mieloma múltiple agresivo», subraya el primer autor, Aaron P. Rapoport. «Nuestros resultados proporcionan una base sólida para futuras investigaciones en el campo de la inmunoterapia celular para el mieloma con el fin de lograr aun mejores resultados para los pacientes».
La relevancia del trabajo es que es la primera vez que se publica el uso de células T modificadas genéticamente para el tratamiento de pacientes con mieloma múltiple. El enfoque, apunta Rapoport, ya se ha utilizado para tratar la leucemia y el linfoma. «La inmunoterapia se lleva investigando en diferentes tumores desde hace más de 50 años», señala la doctora Mateos, pero en esta ocasión se describe un tipo de inmunización pasiva para pacientes con mieloma que «consiste en “optimizar al máximo” los linfocitos T presentes en pacientes con mieloma para “atacar” las células tumorales cuando éstas presentan unos marcadores específicos, NY-ESO-1 y LAGE-1», explica la investigadora.
Los pacientes con mieloma múltiple son tratados con quimioterapia y en muchos casos mediante un trasplante autólogo de células madre, pero las tasas de respuesta a largo plazo son bajas, y la mediana de supervivencia es de tres a cinco años. Un aspecto importante del estudio, explica la investigadora española, es que tras una infusión única, «estos linfocitos T “modificados” se han mantenido hasta 2 años después de la infusión lo que contribuye a la persistencia de la respuesta».
Además, «la mayoría de los pacientes que participaron tuvo un grado significativo de beneficio clínico», señala Rapoport, «incluso aquellos que tuvieron una recaída después de haber logrado una respuesta completa al tratamiento o no tuvieron una respuesta completa habían períodos de control de la enfermedad. Algunos pacientes todavía están en remisión después de casi tres años».
Para la doctora Mateos, el aspecto más relevante de este trabajo es que «el trabajar e investigar en la estimulación de los linfocitos T y células del sistema inmune de los pacientes con mieloma es factible y, por lo tanto las vías de optimización irían encaminadas a no sólo una infusión única, o potenciar esta respuesta inmune propia a través de fármacos inmunomoduladores que contribuyen a estimularla así como identificar antígenos específicos de las células tumorales para potenciar la respuesta».
El mieloma múltiple es un cáncer tratable pero en gran medida incurable. Este estudio revela la promesa de que la inmunoterapia con células T modificadas genéticamente puede impulsar la capacidad de nuestro organismo para atacar el cáncer y proporcionar a los pacientes mejores tratamientos y poder controlar su enfermedad. En este sentido, añade Mateos, el grupo español tiene varios proyectos previstos en esta misma línea.
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