Una terapia genética de células madre ha obtenido resultados alentadores en experimentos con ratones en los que se ha puesto a prueba la capacidad del método para eliminar la infección por el VIH (virus del SIDA). La técnica modifica a las células inmunitarias para lograr que ataquen al virus, y podría ser utilizada para tratar otras enfermedades.
El equipo de Scott Kitchen y Jerome Zack, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Estados Unidos, está un paso más cerca de culminar el desarrollo de un tratamiento que podría un día armar al sistema inmunitario del cuerpo para pelear contra el VIH, y derrotarlo. La nueva técnica aprovecha la capacidad regenerativa de las células madre para provocar una respuesta inmunitaria al virus.
El rasgo clave de la nueva técnica es una molécula preparada por los investigadores, un receptor especial de antígeno, en células madre que producen sangre. Estas células son capaces de convertirse en cualquier tipo de célula sanguínea, incluyendo a las células T, los glóbulos blancos que son un componente esencial del sistema inmunitario. En un sistema inmunitario sano, las células T pueden normalmente liberar al cuerpo de infecciones virales o bacterianas. Pero el VIH es demasiado fuerte y muta demasiado rápido para que las células T puedan luchar contra él.
Los investigadores insertaron un gen para dicho receptor especial de antígeno en células madre productoras de sangre en el laboratorio. El receptor, que consta de dos partes y reconoce un antígeno, fue modificado para ser transportado por las células T y hacer que localicen y maten a las células infectadas por el VIH. Las células madre sanguíneas modificadas de este modo fueron después trasplantadas a ratones infectados con VIH que habían sido modificados genéticamente para dotarles con sistemas inmunitarios humanos. (Como resultado de ello, la infección por VIH causa en los ratones de esa clase una enfermedad similar a la de los humanos.)
Jerome Zack (izquierda) y Scott Kitchen en el laboratorio.
Los investigadores comprobaron que las células madre sanguíneas se convirtieron con éxito en células T funcionales capaces de identificar y matar células infectadas con VIH en los ratones. El resultado fue un descenso de los niveles de VIH de entre el 80 y el 95 por ciento.
Los hallazgos hechos en este estudio sugieren con bastante firmeza que esta terapia genética basada en células madre, u otras técnicas similares, pueden ser un tratamiento viable y efectivo para la infección crónica por VIH en humanos.
Como uno de los principales asesinos infecciosos en el mundo, el VIH ha causado aproximadamente 40 millones de muertos en todo el planeta, desde que fue identificado por vez primera a principios de los años 80. Una vez que el VIH invade el cuerpo, selecciona como blanco principal de ataque a las mismas células inmunitarias que luchan contra él, y usa la maquinaria de las células T para hacer copias de él mismo y lograr que estas se propaguen a lo largo del cuerpo. Ello mata las células T y debilita tanto el sistema inmunitario que el cuerpo no puede luchar ni siquiera contra una infección de bajo nivel. Ciertos fármacos ayudan a suprimir el virus, pero dado que el sistema inmunitario humano no puede eliminarlo del cuerpo, las personas con el VIH lo mantendrán toda su vida, al menos mientras no lo erradique algún nuevo tratamiento.
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