El doctor John Zhang junto al bebé concebido gracias a la nueva técnica del New Hope Fertility Centre.
Tiene cinco meses, se llama Ibrahim y la noticia de su nacimiento dio la vuelta al mundo, por tratarse del primer bebé engendrado mediante la controvertida técnica de los tres padres, que en teoría permite a progenitores con mutaciones genéticas raras concebir hijos sanos utilizando ADN del padre, de la madre y de una donante. Aunque sólo es legal en Reino Unido -donde se aprobó en 2015-, Ibrahim, cuyos padres son jordanos, nació en México, asistido por un equipo de doctores estadounidenses.
Este aspecto, unido a que los investigadores no han presentado el caso en ningún paper científico -la historia fue una exclusiva de la revista New Scientist- y han anunciado que darán los detalles en el próximo Congreso de Medicina Reproductiva de la Sociedad Americana de Salt Lake City (EEUU), que se celebrará en octubre, ha despertado dudas en la comunidad médica.
«Se trata de una técnica que se considera experimental. En Reino Unido fue autorizada y otros equipos llevan tiempo intentando obtener el visto bueno de comités éticos. Pero mientras tanto, un médico se ha ido a México a hacerlo. Falta la información científica, la regulación necesaria para llevarla a cabo y el seguimiento del niño nacido. No hay que lanzar las campanas al vuelo», advirtió Carlos Simón, especialista y Catedrático de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Valencia.
Embriones de tres progenitores
En este caso, la madre del bebé, Ibtisam Shaban, portaba genes del llamado síndrome de Leigh. Según detalla Guillerno Antiñolo, jefe del departamento de genética, reproducción y medicina fetal del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, se trata de una enfermedad mitocondrial muy rara, con una prevalencia de un caso cada 40.000 bebés, muy dura y de muy difícil diagnóstico: «Los niños nacen mal y empeoran muy rápido, supone un sufrimiento tremendo para los padres y para los hijos». En España nacen cada año aproximadamente medio centenar de niños con este síndrome que, como todas las enfermedades mitocondriales, «se transmite exclusivamente por vía materna», aclara este especialista.
Los genes de ese síndrome están en el ADN mitocondrial, que transporta 37 genes que se transmiten de madres a hijos. Según New Scientist, alrededor de un cuarto del ADN mitocondrial de Shaban portaba la mutación de la enfermedad y, aunque ella está sana, sus dos primeros hijos murieron porque nacieron con el trastorno, que afecta al sistema nervioso. Por eso, ella y su marido, Mahmoud Hassan, recurrieron a la ayuda del doctor John Zhang y su equipo del Centro de Fertilidad Nueva Esperanza de Nueva York, que tienen otra clínica en México, donde se llevó a cabo la técnica.
La aprobada en Reino Unido consiste en fertilizar los óvulos de la madre y la donante con espermatozoides del padre y antes de que los óvulos fertilizados comiencen a dividirse en embriones se retira cada núcleo, se descarta el de la donante y se reemplaza por el de la madre. Pero al ser Shaban y Hassan musulmanes, se oponían a la destrucción de embriones por motivos religiosos. Por ello, Zhang adoptó una variación que fue fertilizar sólo el óvulo de la donante ya con el núcleo de la madre insertado.
«Básicamente lo que se hace en esta técnica es fertilizar dos óvulos, uno de la donante y otro de la madre biológica, y han extraído el núcleo de uno y lo han puesto en el núcleo del otro», explica Antiñolo de manera resumida. A pesar de que popularmente se denomina técnica del ADN de tres padres, este experto destaca que «en realidad el bebé es de dos padres. Lo único que se ha hecho, aunque es algo muy complejo, es conservar el citoplasma con mitocondrias que funcionan bien», apunta. «En cada célula hay miles de mitocondrias, que son las que se encargan de la energía, del metabolismo. Son como nuestras centrales térmicas. En la enfermedad de Leigh, las mitocondrias tienen un error y funcionan mal. Dependiendo de cuántas mitocondrias estén averiadas, es decir, que no hagan bien su trabajo, se produce la enfermedad», añade.
Aunque Antiñolo se alegra de que el niño se encuentre bien y cree que el hecho de que esta técnica diera resultado es una noticia positiva, se muestra «totalmente en contra» de que se haya llevado a cabo en México, un país en el que no hay una ley al respecto, pues considera que la regulación es imprescindible para que el proceso pueda realizarse con garantías: «Así se hizo en Reino Unido, donde hubo un intenso debate social y profesional. La reproducción humana asistida en general y técnicas tan delicadas como la transferencia nuclear necesitan una regulación muy estricta», señala. Y subraya que poner en marcha estas técnicas sin regulación «va contra el avance de la tecnología porque le quita credibilidad».
Este experto en reproducción está a favor de que, al igual que ha hecho Reino Unido, España apruebe esta técnica: «Creo que sería positivo. Necesitamos tener ese debate porque España tiene una legislación muy garantista y avanzada en todo lo que concierne a reproducción humana asistida. No hay ninguna rama que se aproxime tanto a los cambios sociales y tecnológicos como la reproducción. Y se trata de una técnica que permite que nazcan bebés sanos», argumenta.
Reino Unido fue el primer país en el mundo -y el único hasta el momento- en abrir la brecha en febrero del 2015, cuando el Parlamento británico dio luz verde a la técnica de los tres padres. Pese a la polémica previa y las resistencias de la Iglesia Anglicana, la ley fue aprobada por una mayoría (382 votos a favor y 128 en contra) y fue recibida con los brazos abiertos por las familias con hijos con enfermedades neurodegenerativas, informa Carlos Fresneda.
Los científicos británicos, y en concreto el equipo capitaneado por el neurólogo Doug Turnbull, de la Universidad de Newcastle, iban a la vanguardia mundial en esta técnica. Se estima que más de 2.500 mujeres podrían beneficiarse del tratamiento en el Reino Unido, y 150 estaban ya en lista de espera en el momento de ser aprobada la ley. Los primeros «embriones de tres padres» podrían haber sido concebidos este mismo año, pero de momento no se ha confirmado ningún nacimiento por este procedimiento en el país.
Turnbull, pionero en estas investigaciones, recibió con cautela la noticia sobre el nacimiento de Ibrahim. «La investigación que recoge New Scientist da muy poca información sobre la naturaleza de la técnica usada, sobre el proceso ético de aprobación o sobre la evolución del bebé», declaró en su primera reacción tras conocer el alumbramiento, y recalcó que el Reino Unido es hoy por hoy el único país donde este procedimiento está convenientemente «regulado».
Por su parte, el doctor Dusko Ilic, especialista en células madre del King's College de Londres, aseguró que se trataba de una noticia histórica. «Esperemos que esto sirva para aplacar las críticas, acelerar los avances científicos y asistir pronto al nacimiento de un bebé por esta técnica en el Reino Unido», declaró.
El equipo de Zhang afirma que el bebé porta menos del 1% de la mutación del síndrome de Leigh, un porcentaje demasiado bajo como para causarle problemas, pues se estima que es necesario aproximadamente un 18% de mitocondria afectada para desarrollar la enfermedad. No obstante, el niño debe ser monitorizado para ver cómo evoluciona. «La técnica es muy artesanal, hay que trabajar con microinyección y extraer las mitocondrias afectadas para sustituirlas por otras. Puede que no se haya introducido suficiente mitocondria sana para revertir la enfermedad. Y además, ésta puede debutar en cualquier momento», advierte el doctor Simon.
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