Investigadores del Hospital de Saint Michel en Toronto (Canadá) han utilizado células madre de la médula ósea adulta para investigar una nueva forma de tratar enfermedades renales crónicas y fallo cardiaco en ratas.
Darren Yuen y Richard Gilbert fueron los primeros en demostrar en 2010 que las células madre enriquecidas mejoraban las funciones cardiaca y renal en ratas con ambas enfermedades. Pero querían conocer posibles efectos adversos de devolver esas células al organismo, tales como la formación de tumores.
En un trabajo publicado online en la revista Stem Cells, Yuen y Gilbert explican que han descubierto desde entonces que las células madre enriquecidas de la médula ósea secretan hormonas en la placa de Petri que al inyectarlas en ratas tienen el mismo impacto positivo que las células madre.
"Hemos demostrado que podemos usar estas hormonas, obtenidas in vitro, para reproducir los efectos beneficiosos de las células madre en tratamientos con animales con enfermedades renales crónicas y fallo cardiaco", dice Yuen, nefrólogo. "Desde nuestro punto de vista, es un avance importante para las terapias con células madre porque va más allá de tener que inyectar las células madre".
Asimismo, Yuen afirma que todavía no saben qué tipo de hormona secretan estas células. Por eso, su prioridad ahora es identificar dicha hormona para poder desarrollar un fármaco sintético.
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