El tratamiento con células iPS restaura el defecto en las neuronas que hace que promuevan el desarrollo de la enfermedad.
La terapia con células madre también se abre camino para las enfermedades neurodegenerativas. Investigadores belgas han identificado una nueva vía para el tratamiento de una forma hereditaria de demencia: se trata de transformar las células madre obtenidas de los pacientes en el tipo de neuronas más afectado por la enfermedad. La clave radica en que las células madre derivadas de los pacientes presentan una mutación que predispone a la demencia frontotemporal, que representa cerca de la mitad de los casos de demencia antes de los 60 años, que impide el desarrollo neurológico normal. Y, cuando se corrige el defecto, las células madre vuelven a la normalidad. El estudio se publica en «Stem Cell».
«El uso de células madre pluripotentes inducidas (IPSC), que consiste en obtener células de la piel de los pacientes y reprogramarlas en células madre similares a las embrionarias, capaces de transformarse en otros tipos de células específicas relevantes para el estudio de una enfermedad en particular, hace posible abordar el tratamiento de este tipo de demencias», comenta la autora del estudio, Catalina Verfaillie, del Instituto de Investigación de Lovaina.
Los trastornos frontotemporales se producen debido al daño de las neuronas en las áreas del cerebro llamadas lóbulos frontales y temporales, lo que conduce gradualmente a trastornos del comportamiento o del lenguaje y emocionales. Las mutaciones en un gen llamado progranulina (GRN) están asociadas con la demencia frontotemporal, pero dichas mutaciones GRN en ratones no imitan todas las características de la enfermedad humana, lo que ha limitado el progreso en el desarrollo de tratamientos eficaces. «Ahora gracias a las células iPS podemos comprender mejor la demencia y, en particular, la demencia frontotemporal, y podrían conducir al desarrollo de fármacos que redujeran o retrasaran la degeneración de las neuronas corticales», asegura Verfaillie.
Verfaillie y Philip Van Damme han explorado este enfoque mediante la creación de células iPS a partir de tres pacientes con una mutación GRN. Dichas células inmaduras se diferenciaron en células maduras especializadas llamadas neuronas corticales, el tipo de célula más afectado en la demencia frontotemporal.
Así vieron que uno de las vías defectuosas en las células iPS era la vía de señalización Wnt, que desempeña un papel importante en el desarrollo neuronal. Pero además observaron que con la corrección genética o mediante el tratamiento con un compuesto que inhibe la vía de señalización Wnt se restauraba la capacidad de las células iPS para convertirse en neuronas corticales. En conjunto, los resultados demuestran que la mutación GRN causa el defecto en la formación de la neurona cortical mediante la alteración de la vía de señalización Wnt.
«Nuestros hallazgos sugieren que los eventos de señalización necesarios para el desarrollo neurológico también pueden desempeñar un papel importante en la neurodegeneración», señala Van Damme-. Y sugiere que estas vías, como por ejemplo la vía Wnt, «pueden ofrecer un camino para la creación de nuevos enfoques terapéuticos para la demencia frontotemporal».
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