Los resultados podrían ser un gran en paso en el uso de las terapias celulares para la degeneración macular.
Las terapias con células madres son una esperanza para muchas enfermedades
Uno de los problemas con el empleo de las células madre pluripotentes inducidas o iPS radica en que, a pesar de su capacidad de convertirse en cualquier tipo de células, cuando se trasplantan son rechazadas por el organismo receptor. Pero ahora el problema podría haberse resuelto, asegura un equipo de científicos encabezado por biólogos de la Universidad de California-San Diego (EE.UU.), que ha descubierto una clase importante de iPS humanas que evitan el rechazo inmunológico. Los científicos han encontrado que estas células no pueden ser rechazadas por el sistema inmune si se convierten en células de epitelio pigmentario retiniano destinadas para el ojo.
Su descubrimiento, que se publica en «Cell Stem Cell», es un nuevo paso en el desarrollo de terapias con células madre humanas para tratar la degeneración macular, la principal causa de ceguera y discapacidad visual en adultos. Se estima que de 30 a 50 millones de personas en todo el mundo se ven afectados por esta enfermedad degenerativa.
El equipo de Yang Xu, descubrió en 2011 que a pesar de que las células iPS se deriven de las propias células de una persona, la expresión de un gen anormal puede causar que el sistema inmune las rechace. Esto podría haber sido un gran impedimento para el uso seguro de estas células, consideradas como candidatos particularmente atractivos para terapias con células madre, ya que pueden diferenciarse en una amplia variedad de tipos de células, no se derivan de tejido embrionario y no están sujetos a restricciones éticas que limitan el uso de células madre embrionarias humanas.
Gracias al trabajo con ratones ‘humanizados’ que tienen un sistema inmunológico humano funcional capaz de fabricar un rechazo inmune ante células derivadas de células madre embrionarias humanas, el equipo de Xu ha investigado las respuestas inmunes humanas a las células madre.
En sus experimentos, los investigadores desarrollaron una variedad de tipos de células iPS humanas y probaron las respuestas inmunes en ratones humanizados con el sistema inmune del mismo individuo. Así descubrieron que las células de músculo liso eran altamente ‘inmunogénicas’, es decir, que eran rechazadas por el sistema inmune de los ratones humanizados, mientras que las células del epitelio pigmentario de la retina eran toleradas por el sistema inmune, incluso cuando se trasplantaba en zonas del cuerpo en teoría con un entorno propicio al rechazo inmunológico.
De esta forma demostraron que la expresión anómala de los antígenos inmunogénicos en las células del músculo liso, pero no en las del epitelio pigmentario de la retina, era lo que promovía esta diferente inmunogenicidad.
«El rechazo inmunológico es un reto importante en la terapia de células madre», asegura Xu. Por eso, añade, «nuestro hallazgo de la ausencia de rechazo inmune en las células del epitelio pigmentario de la retina derivadas de células iPS humanas apoya la viabilidad del uso de estas células para el tratamiento de la degeneración macular. Sin embargo, el medio ambiente inflamatorio asociado con la degeneración macular podría ser un obstáculo adicional que hay que superar para que la terapia celular tenga éxito».
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