Una clínica especializada en cirugía plástica y estética de Barcelona ha experimentado con éxito una nueva técnica basada en la inyección de grasa enriquecida con células madre para reconstruir la mandíbula de una mujer que había sufrido un cáncer en las parótidas.
El doctor Ignacio Sanza, propietario de la clínica Sanza, ha explicado que la aplicación de la nueva técnica ha sido posible por su alianza con la Organización Catalana de Trasplantes, que se encarga de extraer, limpiar y conservar las células madre de la grasa que saca a sus pacientes.
La nueva técnica permite regenerar cualquier parte del cuerpo con la propia grasa del paciente que es enriquecida con células madre tratadas y extraídas también de la misma grasa.
Sanza, cuya clínica asegura que es la que mayor número de tratamientos de extracción de tejido graso hace en España, ha comentado que el tratamiento consiste en someterse a una liposucción y, en vez de desechar la grasa, llevarla al banco de tejidos donde es purificada y se le extraen las células madre para "criopreservarlas".
La tercera fase del proceso consiste en infiltrar al paciente su propio tejido graso enriquecido con millones de células madre que se encargan de regenerar por ellas mismas la zona afectada.
La paciente que ha experimentado esta nueva técnica ha sido Meritxell Ases Utrilla, una doctora de familia de Ibiza que sufrió dos cánceres que obligaron a extirparle las dos glándulas parótidas y someterse a radioterapia, lo que le dejó como secuela una deformación en la mandíbula.
Gracias a esta técnica, la doctora Ases ha recuperado el aspecto que tenía antes de sufrir el cáncer y ha confesado: "He normalizado mi vida, no se trata de ser más guapos o más feos, sino de sentirse mejor".
Ases ha asegurado que el tratamiento no es doloroso y "en cualquier caso los beneficios superan con creces las molestias".
El cirujano plástico Sanza ha manifestado que con esta nueva técnica, bautizada como RASTF, consiguen "reconstruir cualquier parte del cuerpo sin bisturí y de forma permanente" y, sobre todo, han logrado resolver que la grasa inyectada no se absorba y sobreviva en el lecho receptor.
Aunque desde 2009 se realizan injertos de grasa, el inconveniente es que éstos no prendían y acababan por absorberse, mientras que con la introducción de las células madre se consigue un relleno de grasa duradero, sin necesidad de nuevos injertos.
La nueva técnica, según Sanza, puede abrir la puerta a sustituir todos los rellenos que hasta ahora se utilizan en la cirugía plástica, como los colágenos, las siliconas o las prótesis.
El tratamiento completo puede costar entre 5.000 y 6.000 euros, dependiendo de la grasa que se quiera conservar, tratar y la cantidad de células madre que se extraiga.
Una liposucción cuesta entre 2.000 y 4.000 euros y otros 2.000 el tratamiento de la grasa para extraer y tratar las células madre.
Además, Sanza ha aconsejado a todas las personas que se extraigan grasa que guarden células madre en los bancos de tejidos por si pueden servirles en un futuro para hacerse reconstrucciones, si sufren un cáncer o un accidente.
Además de la paciente a la que ha reconstruido el rostro, Sanza ha revelado que ya está tratando con la misma técnica a otros pacientes, uno para reconstruirle una mano y otros, con finalidades más estéticas que plásticas, para moldearse glúteos, pectorales y hombros, e incluso para agrandar las mamas.
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