Con los bancos públicos de cordón umbilical sin aceptar más donaciones por la falta de recursos para conservarlos y clasificarlos previo análisis y las complicaciones éticas y legales del uso de embriones, la investigación basada en células madre ha hallado en una parte del cuerpo desperdiciada, cuando no desechada, una mina para obtener este tipo de células que por su capacidad para regenerar tejidos dañados y otras reparaciones suponen una vía de trabajo fundamental para la medicina regenerativa: la grasa inservible que acumulamos y que algunos se quitan vía liposucción. Con células madre extraídas de esta grasa sobrante están trabajando en el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Sevilla que dirige Antonio Ayala o el de Anatomía y Embriología Humana de la Universidad de Granada de Juan Antonio Marchal.
Ambos participaron en la I Jornada Científica de la Fundación Clínica Rocío Váquez "Células madre, últimos avances" que inauguró el director del Plan de Genética de Andalucía, Guillermo Antiñolo. El doctor Ayala explicó su proyecto de usar las células madre para el control del envejecimiento. Su hipótesis es que dado que las células madre están especializadas en «activarse cuando se produce un daño» si son inyectadas periódicamente podrían prevenir y reparar el inicio de procesos degenerativos antes incluso de que den la cara y se puedan diagnosticar. De momento, están inyectando en sangre a ratones células madre obtenidas de su tejido adiposo con una especie de GPS para poder ver «a dónde se dirigen» y si realmente «las sueltas y son capaces de detectar el daño y repararlo», así como qué efectos provocan en el cuerpo.
No obstante, en las jornadas también se expusieron investigaciones orientadas a reprogramar células adultas normales para que actúen como células madre de un tipo concreto imposibles de obtener de otro modo en humanos, como las neuronas, para reparar lesiones medulares, campo en el que trabaja el doctor Sebastián Cánovas, del Laboratorio Andaluz de Reprogramación Celular.
El doctor José Antonio Andrades, del Laboratorio de Bioingeniería y Regeneración de Málaga, trabaja en la producción de cartílago in vitro y el desarrollo de bioprótesis y biosuturas cargadas de células madre para introducirlas y que participen en la compleja regeneración de tendones, una patente por la que ya se ha interesado una empresa del parque tecnológico de la Bahía de Cádiz.
Con todo, mientras esta investigación están aún en fase preliminar, el director médico de Clínicas Ginemed, Pascual Sánchez, puso de manifiesto que el uso de las células madre de cordón umbilical ya es una realidad. Son «fáciles de obtener» y «seguras» porque «no dan rechazos ya que el sistema inmunológico está todavía inmaduro». En España hay siete bancos públicos de cordón –el andaluz está en Málaga–, pero su capacidad es limitada y no siempre aceptan más donaciones.
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