Unos investigadores han establecido un método altamente eficiente para producir estructuras renales a partir de células madre que proceden de piel obtenida de los pacientes. Las estructuras renales formadas podrían utilizarse para estudiar anomalías en el desarrollo del riñón, enfermedades renales crónicas, los efectos de sustancias tóxicas, y ser incorporadas en dispositivos obtenidos por bioingeniería para tratar pacientes con daños renales crónicos y agudos. A largo plazo, estos métodos podrían acelerar el progreso hacia el reemplazo de un riñón dañado o enfermo con tejido derivado de las propias células del paciente.
Los autores de la nueva investigación, del BWH (Brigham and Women's Hospital) en Boston, y el Instituto de Células Madre de la Universidad Harvard en Cambridge, Massachusetts, ambas instituciones en Estados Unidos, han convertido células de la piel en células madre y desarrollado un proceso altamente eficiente para convertir a estas últimas en estructuras renales que se parecen a las existentes en un riñón humano normal. De este modo, el equipo de Ryuji Morizane tiene la esperanza de que este hallazgo allane el camino hacia la futura creación de tejidos renales que podrían hacer el trabajo de un riñón en un paciente y eliminar la necesidad de un trasplante procedente de un donante.
Los riñones son los órganos más habitualmente trasplantados, pero la demanda supera de largo a la oferta.
Los investigadores modelaron el desarrollo renal y daños en organoides de riñón (mostrados aquí), demostrando que puede emplearse el sistema de cultivo de organoides para estudiar los mecanismos del desarrollo de riñones humanos así como los efectos de sustancias tóxicas.
La enfermedad renal crónica afecta a mucha gente en el mundo. En Estados Unidos, por ejemplo, la padece entre el 9 y el 11 por ciento de la población adulta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario