Científicos del Centro Médico de la Universidad de Rochester (Reino Unido) han identificado una nueva razón por la que la leucemia mieloide aguda, uno de los cánceres más agresivos, es tan difícil de curar: un subconjunto de células que conducen a la enfermedad parecen tener un metabolismo mucho más lento que la mayoría de las células de otros tumores.
Este metabolismo más lento protege a las células de la leucemia en muchos aspectos importantes y les permite sobrevivir mejor, pero los investigadores también encontraron un fármaco experimental adaptado a este estado metabólico único y comenzaron a probar su capacidad para atacar la enfermedad, según informan los autores en las revista 'Cell Stem Cell'.
Como resultado de ello, uno de los autores, Craig T. Jordan, profesor en el 'James P. Wilmot Cancer Center' en la Universidad de Rochester, trabaja en la formación de una sociedad con un fabricante de fármacos para llevar a cabo pruebas adicionales en este campo. El compuesto en estudio de laboratorio se ha utilizado ya en los ensayos clínicos.
"Atacar el metabolismo de las células madre de la leucemia es un enfoque único que creemos que tiene el potencial de ser ampliamente aplicada a varias formas de leucemia", dijo Jordan. En su opinión, lo interesante del trabajo es que se han identificado los medicamentos que se están desarrollando para su uso clínico, por lo que espera que haya pronto "un potencial significativo para mejorar la atención de pacientes con leucemia".
El investigador principal, Eleni Lagadinou, dijo que cuando el equipo descubrió que el metabolismo de las células madre de la leucemia era tan diferente del resto de las células tumorales, se centraron sus esfuerzos en exactamente cómo funciona el proceso. En concreto, se vio que las células madre de la leucemia generan toda la energía que necesitan en un orgánulo celular llamado mitocondria, por medio de un proceso único, conocido como fosforilación oxidativa.
En contraste, otras células cancerosas y las células madre normales se basan también en una fuente de combustible conocida como glucólisis para generar energía. Con esta nueva información, los investigadores exploraron las vías involucradas en la fosforilación oxidativa, con la mirada puesta en la búsqueda de un talón de Aquiles para detener el proceso, y descubrieron que el gen BCL-2 tiene una importancia central para la producción de energía de las células madre de la leucemia.
El equipo también sabía que los fármacos que inhiben BCL-2 se encuentran en diversas etapas de desarrollo en la industria farmacéutica, por lo que los científicos descubrieron dos compuestos y los pusieron a prueba en muestras de leucemia humana. Sus hallazgos mostraron que las sustancias dejaban preferentemente muertas y metabólicamente inactivas las células madre leucémicas más lentas.
La leucemia es conocida por su capacidad para permanecer en estado latente durante largos períodos, a pesar del tratamiento, para de repente empezar otro asalto. "Este tratamiento es prometedor hacia una subpoblación de células leucémicas latentes o que están relativamente al margen de los fármacos convencionales", celebró Lagadinou, para quien también es importante observar que las células normales no fueron afectadas por los compuestos", ya que pueden utilizar vías alternativas para generar energía".
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