La cirugía reconstructiva puede haber dado un paso de gigante si finalmente se confirman los datos de una trabajo que acaba de publicar The Lancet. En él, un equipo de investigadores del hospital Universitario de Copenhague, en Dinamarca, aseguran haber empleado células madre enriquecidas con injertos de grasa para mejorar los tejidos que se usan en cirugía reconstructiva. «Nuestros resultados demuestran que podrían ser una alternativa para una gran cantidad de tejidos, como la reconstrucción de la mama después de un cáncer, con menos efectos secundarios y más satisfactorios resultados estéticos», asegura Stig- Frederik Trojahn Kolle.
Cada vez más se utiliza la propia grasa del individuo -injerto de grasa autóloga o lipofilling- para aumentar el volumen de grasa en otras áreas de su cuerpo en la cirugía reconstructiva, especialmente en la reconstrucción de una mama. Sin embargo, a pesar del potencial de esta técnica, los resultados no han sido muy buenos ya que mucho del tejido trasplantado no sobrevive.
Una de las posibles vías para mejorar los resultados es usar injertos de grasa enriquecidos con células madre del propio paciente y así lo han demostrado estudios en animales. Ahora en este trabajo, se ha comparado la supervivencia de injertos de grasa enriquecida con células madre autólogas expandidas en cultivo con los injertos tradicionales de grasa no enriquecida (control) en 10 voluntarios sanos .
Los voluntarios se sometieron a una liposucción para obtener el tejido adiposo de un lado del abdomen. A continuación, los investigadores prepararon injertos purificados de grasa para cada participante y se inyectaron en la parte superior de los brazos -uno de los injertos estaba enriquecido con sus propias células madre y el otro no-. Los volúmenes de los injertos de grasa inyectados fueron medidos por resonancia magnética inmediatamente después del trasplante y justo antes de que se retiraran los injertos a los 121 días.
Los resultados mostraron que aquellos injertos tratados con células madre ofrecían mejores resultados en términos de supervivencia. Para Trojahn Kolle, «estos prometedores datos aumentan la posibilidad de utilización de células madre en el ámbito clínico y demuestran que el enriquecimiento podría hacer del lipofilling un procedimiento fiable, ya que la tasa de reabsorción, la calidad de los tejidos y la seguridad se puede predecir».
Para J. Peter Rubin y Kacey Marra T, de la Universidad de Pittsburgh (EE.UU.) no hay duda de que «estas terapias podrían revolucionar las técnicas para la reconstrucción de la mama después de un cáncer así como la reconstrucción de deformidades después de un traumatismo».
Sin embargo, añaden, «todavía hay una cuestión crucial que afecta al uso de esta terapia: ¿qué dosis de células es la óptima para que sea eficaz? Otro problema no resuelto -apuntan- de esta terapia es si las altas concentraciones de células madre pueden estimular el crecimiento de células tumorales residuales».
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