El Hospital Puerta de Hierro de Madrid presenta los resultados de la primera terapia celular con parapléjicos.
De izquierda a derecha, la Infanta Elena, Antonio Huertas, Cristina Cifuentes y Jesús Vaquero con uno de los pacientes que ha participado en el ensayo del Hospital Puerta de Hierro de Madrid.
«A los 15 días ya tenía sensaciones nuevas en mi cuerpo». «Empecé a notar un calor, un hormigueo por las piernas». «En la ducha he vuelto a sentir el agua cayendo por mi espalda». «He empezado a dar los primeros pasos dentro de la piscina». Son las sensaciones de David, Marisa, Degant, Mercedes..., cuatro de los doce pacientes con lesión medular que han participado en el primer ensayo clínico español que valora la eficacia y seguridad de la terapia con células madre en parapléjicos.
La investigación, realizada en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid con el apoyo económico de la Fundación Mapfre y la Fundación Rafael del Pino, es el fruto de un trabajo de más de veinte años y del empeño personal de un médico, el neurocirujano Jesús Vaquero. Tras demostrar la capacidad regenerativa de la terapia celular en ratones y cerdos, Vaquero logró autorización para probar el tratamiento con pacientes reales. El ensayo comenzó en julio de 2013 y ahora se acaban de publicar sus conclusiones en la revista científica «Cytotherapy».
Los resultados son mucho más que esperanzadores. Aunque los pacientes tratados aún necesitan sus sillas de ruedas y muletas para desplazarse, todos han experimentado alguna mejoría. El cien por cien ha recuperado algún tipo de sensibilidad y han mejorado su espasticidad —rigidez muscular—; el 75% ha notado un aumento del control de esfínteres y más de la mitad han mejorado su dolor y recuperado parte de su función motora. Los pacientes varones también han experimentado una mejoría de su función sexual.
«No es la curación de las lesiones medulares, pero hemos dado el primer paso», se apresuró a explicar Jesús Vaquero durante la presentación de los primeros resultados del ensayo. La presentación congregó en el hospital madrileño a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, al consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, y a la Infanta Doña Elena, directora de proyectos sociales de la Fundación Mapfre.
Arropando al investigador también estaban sus pacientes y frente a la cautela de su médico, una de las participantes en el ensayo no dudó: «Para mí este tratamiento ha sido como volver a vivir. Siento un gran agradecimiento hacia el hospital y el doctor Javier Vaquero». Quien hablaba era Marisa Pina, parapléjica desde que hace veinte años un accidente de moto le postró para siempre en una silla de ruedas. Ahora cada día descubre sensaciones nuevas en su cuerpo. «Un día me di cuenta de que podía girarme en la cama, otro de que era capaz de contraer la tripa».
La investigación ha involucrado a los pacientes más difíciles, «aquellos que no tenían ninguna posibilidad de recuperación», explicó Vaquero. Lesionados medulares de larga duración —con una media de cuatro años en una silla de ruedas— y con la médula seccionada a la altura de la zona dorsal. A todos se les aplicó el mismo tratamiento, pero adaptado a cada lesión. Pasaron por el quirófano para limpiar las cicatrices y adherencias de la lesión y en el mismo acto quirúrgico recibieron varias dosis de células madre aisladas de su propia médula ósea. Después una segunda dosis de sus propias células madre tres meses después. Además del tratamiento médico, todos mantuvieron una terapia rehabilitadora intensiva que mantienen a día de hoy.
El responsable del ensayo cree que los pacientes aún pueden seguir avanzando. «Todos van a mejorar con el tiempo», apunta el neurocirujano. «Pero si no lo hiciera, solo por lo que he conseguido ya, a mí me habría merecido la pena», aseguraba Degant Cerviño. Este joven de 38 años también se quedó inmóvil tras un accidente de moto. «Después del tratamiento controlo mejor mi cuerpo, mi equilibrio, mi posición, mis esfínteres.. Todas mis nuevas sensaciones son emocionantes».
Todo el trabajo de investigación, cultivo, aislamiento de células y cirugía se llevó a cabo en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid. Los pacientes, sin embargo, procedían de varios puntos del país. De Andalucía, País Vasco, Cataluña... «Podemos decir que esta investigación es “marca España”», apuntó Jesús Sánchez Martos, consejero de Sanidad de Madrid.
El hospital madrileño ahora está involucrado en una nueva investigación con diez pacientes con lesiones incompletas de médula. A ellos se les aplicarán inyecciones con las células madre obtenidas de su médula ósea aunque en esta ocasión no se hará cirugía para evitar cualquier daño a su médula.
De momento, ya se han aprendido muchas cosas con esta primera prueba. Por ejemplo, que cuantas más células madre se introduzcan en la zona lesionada, mejores resultados se obtienen; que los pacientes jóvenes con ganas de luchar logran más beneficios porque la rehabilitación es fundamental o que la médula no debe estar seccionada por completo para que el tratamiento funcione.
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