lunes, 12 de agosto de 2013

Un biomarcador puede predecir la respuesta inmune en el trasplante alogénico

Fuente: http://biotecnologia.diariomedico.com/2013/08/08/area-cientifica/especialidades/biotecnologia/investigacion/biomarcador-puede-predecir-respuesta-inmune-trasplante-alogenico


Investigadores norteamericanos han identificado un biomarcador accesible en los análisis de sangre que podría ser utilizado para predecir qué pacientes con trasplante de células madre tienen mayor riesgo de la enfermedad injerto contra huésped.


Investigadores de la Universidad de Indiana, la Universidad de Michigan, el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson y el Instituto del Cáncer Dana-Farber han identificado y validado un biomarcador accesible en los análisis de sangre que podría ser utilizado para predecir qué pacientes con trasplante de células madre tienen mayor riesgo de la enfermedad injerto contra huésped.

Aunque los especialistas en trasplantes han sido capaces de reducir su impacto, la enfermedad de injerto contra huésped sigue siendo la principal causa de muerte entre los pacientes que reciben un trasplante de células madre de otra persona, conocida como un trasplante alogénico. Tales trasplantes se utilizan, como último recurso, para tratar cánceres de sangre y de médula ósea. La enfermedad de injerto contra huésped se produce cuando las células inmunes del trasplante consideran al propio cuerpo del paciente como un extraño y lo atacan.

Aproximadamente se realizaron 20.000 trasplantes mundiales de células madre alogénicas en 2012. Se estima que entre el 30 y el 40 por ciento de los receptores de trasplante de células madre que están emparentados con los donantes experimentará la enfermedad de injerto contra huésped. El porcentaje podría aumentar de un 60 a un 80 por ciento si el paciente y el donante no están emparentados.

Los resultados del estudio, que se publica en New England Journal of Medicine, mostraron que los pacientes con un alto nivel de una proteína llamada ST2 tenían más del doble de probabilidades de padecer la enfermedad de injerto contra huésped que resistió el tratamiento estándar con esteroides, y casi cuatro veces más de probabilidades de morir dentro de los seis meses siguientes al trasplante.

Por lo tanto, los pacientes con bajos niveles de ST2 tenían más probabilidades de responder al tratamiento, independientemente del grado en el que se situara la enfermedad de injerto contra huésped, mientras que los pacientes con altos niveles de ST2 tenían menos probabilidades de responder al tratamiento, si su enfermedad se clasificó como leve o más grave.

"Este análisis de sangre, que está a disposición de los médicos en la actualidad, hace posible el tratamiento ajustado a la terapia dependiendo del grado de riesgo en lugar de tratar a todos los pacientes de la misma manera", asegura Sophie Paczesny, autora del estudio.

Además, mientras que la enfermedad aparece habitualmente en los 30 días posteriores al trasplante, los niveles de ST2 más altos se muestran 14 días después del trasplante y éstos se asociaron con un mayor riesgo de muerte por la toxicidad del trasplante.

Por lo tanto, tal y como explican los autores, la identificación temprana de los pacientes que probablemente no responden a los tratamientos habituales es importante y permitiría considerar otros tratamientos adicionales y una intervención temprana. Por otro lado, los pacientes con bajo riesgo no necesitarán tener más medicamentos adicionales que supriman su sistema inmune. Sin embargo, advirtieron que se necesitan estudios prospectivos adicionales para definir mejor los niveles de riesgo previstos por el marcador ST2.

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