Sería la segunda curación tras el caso del paciente de Berlín, en el que las células procedían de la médula ósea.
El único caso reportado en el mundo de curación del VIH ha sido el del «paciente de Berlín», un estadounidense llamado Timothy Brown, que lleva más de un lustro limpio del virus. Diagnosticado en 1995, Brown comenzó una terapia con antirretrovirales que cronificó el VIH y le permitió llevar una vida normal hasta que, en 2006, se le diagnosticó una leucemia mieloide aguda, y obligó a los médicos a actuar rápido. Tras un tratamiento de quimioterapia sin resultados, un oncólogo alemán le hizo en 2007 un trasplante de células madre de un donante portador de un gen hereditario poco común. A día de hoy, el paciente sigue libre del virus.
Su caso despertó un enorme interés científico, pero hasta ahora no se ha podido reproducir ya que es un procedimiento de alto riesgo y solo se indica en pacientes con VIH y una enfermedad hematológica potencialmente mortal, como era el caso de Brown. Según los especialistas, la mutación genética rara del donante parece ser el principal factor que determinó la curación, pero hay otros procesos clínicos que también pudieron haber contribuido.
Ahora, el Instituto de Investigación del SIDA IrsiCaixa y la University Medical Center Utrecht han iniciado un proyecto para tratar de mejorar la intervenciones para curar a estos pacientes y comprender mejor la implicación de las células madre en el control y en la erradicación de la infección.
El equipo científico que impulsa el proyecto está codirigido por el investigador del IrsiCaixa Javier Martínez-Picado y lo integran hematólogos, infectólogos, virólogos e inmunólogos con experiencia en el campo del VIH, entre ellos Gero Hütter, el oncólogo que lideró la curación del paciente de Berlín.
«Si queremos erradicar esta infección, tenemos que entender las razones específicas de la curación del VIH en el paciente de Berlín. También queremos usar la sangre del cordón umbilical como fuente de células madre, para aumentar las posibilidades de compatibilidad entre los donantes y los pacientes», explica Martínez-Picado.
Según el investigador, usar células madre de sangre del cordón umbilical tiene una clara ventaja, ya que son mucho más compatibles que las extraídas de la médula ósea.
Con esta nueva estrategia, las posibilidades de encontrar un donante que sea compatible y que, además, tenga la mutación genética que confiere resistencia natural al VIH se multiplica por 100.
En paralelo, el consorcio, denominado Epistem y financiado por el amfAR Research Consortium on HIV Eradication (ARCHE), creará un inventario que permita identificar cuáles de las 10.000 unidades de sangre de cordón disponibles en los bancos de sangre del norte de Europa contienen la mutación genética rara que confieren resistencia al VIH. Esto permitirá que estas unidades estén inmediatamente disponibles para el trasplante.
Los investigadores ya han comenzado a poner en práctica esta estrategia en personas VIH positivas que necesitan un trasplante de células madre y ahora están buscando pacientes para participar en el estudio, por lo que han hecho un llamamiento a médicos, investigadores y ciudadanos para hallar candidatos a formar parte del proyecto, que se pueden inscribir en epistem@irsicaixa.es. El consorcio, en el que colaborarán expertos del Instituto Catalán de Oncología (ICO) y del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, lleva a cabo un exhaustivo estudio y seguimiento de estos pacientes para recopilar información completa sobre la quimioterapia, el procedimiento del trasplante, la selección de donantes, la variabilidad y el tratamiento del VIH. También está recogiendo muestras para ser almacenadas antes y después del trasplante.
Tras ese logro, son muchos los equipos que han intentado repetirlo. Ahora, un consorcio internacional liderado por el Instituto de Investigación del SIDA IrsiCaixa, en Barcelona (impulsado por La Caixa y el departamento de Salud), y el University Medical Center Utrecht, quiere repetir éxito y conseguir la segunda curación utilizando células madre del cordón umbilical.
Según avanzó el IrsiCaixa, el proyecto se presentará a la comunidad científica internacional en el Congreso Nacional de Gesida, que se celebra en el Palacio de Congresos y Ferias de Málaga.
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