Artículo publicado por la Dra. Irene Fernández-Ruiz:
Llevamos ya mucho tiempo oyendo hablar de las células madre como gran promesa para tratar muchos tipos de enfermedades y ya hay algunas terapias siendo utilizadas en la clínica. Desde las células madre embrionarias, con su amplísimo potencial de diferenciación pero con sus cuestiones éticas asociadas, hasta las células madre adultas, que tienen la ventaja de que pueden ser obtenidas del propio paciente, pero que tienen menor potencial de diferenciación y en ocasiones se han asociado a la formación de tumores.
Hay numerosos estudios en marcha, para tratar enfermedades como el Alzheimer, la diabetes, regenerar tejidos, y un largo etcétera. Dos estudios recientes abordan dos aspectos de gran importancia para que en un futuro podamos tener terapias con células madre más exitosas en la clínica. Por un lado, la seguridad de los trasplantes de células madre y por otro la eficacia de las terapias.
El éxito de las terapias con células madre para regenerar áreas dañadas de tejido se ha visto limitado por la ineficiente migración y asentamiento de estas células en esas zonas dañadas. Para solucionar este problema, un grupo de científicos en Francia ha utilizado imanes para guiar a células madre cargadas de nanopartículas de hierro a las zonas deseadas. Este estudio, publicado recientemente en Cell Transplantation, muestra que mediante este método se mejora la retención en el miocardio de las células madre administradas por vía intravenosa en ratas.
Se trata de células progenitoras endoteliales humanas obtenidas de la sangre de cordón umbilical, las cuales se cargaron con nanopartículas de hierro. Mediante la visualización con imágenes por resonancia magnética (IRM), los investigadores fueron capaces de seguir in vivo la progresión de las células implantadas. Y comprobaron que estas células eran lo suficientemente magnéticas como para ser atraídas a las zonas dañadas del miocardio utilizando imanes implantados subcutáneamente en la zona del pecho. Aunque los investigadores destacaron que la magnitud de la migración y el asentamiento que observaron pudo haberse visto reducida por la inyección de pocas células, debido a que su gran tamaño conlleva un riesgo de trombosis coronaria. Además, afirman que aun será necesario hacer un seguimiento de las células a tiempos más tardíos y confirmar los estudios en modelos animales más grandes y más relevantes para la clínica. Aun así, el uso de imanes para dirigir las células trasplantadas a los sitios específicos resulta muy prometedor, ya que aumentaría su efecto en la regeneración del daño.
Pero no solo se está apuntando hacia la mejora de la eficacia de las terapias, sino también hacia el aumento de su seguridad. En numerosas ocasiones se ha alertado del riesgo de formación de tumores asociado al trasplante de las células madre pluripotentes inducidas (iPS, por sus siglas en inglés). Para abordar este aspecto, en un estudio publicado también en la revista Cell Transplantation, investigadores en Japón han evaluado los riesgos y la eficacia de trasplantar distintos tipos de células madre en la cóclea de ratones.
Este estudio no se centra en la habilidad de las células trasplantadas para reparar la pérdida de audición. Se centra en determinar la supervivencia y el destino de las células trasplantadas. Y concluyen que tanto las células madre adultas iPS estudiadas (derivadas de distintos tejidos del ratón adulto), como las células madre embrionarias tienen una capacidad de diferenciación a neuronas y una supervivencia similares. Sin embargo, comprobaron que las células iPS derivadas de fibroblastos de la cola del ratón estaban asociadas al desarrollo de tumores denominados teratomas.
Por un lado, aunque las células madre embrionarias son buenos candidatos para las terapias de regeneración por su amplio potencial de diferenciación a múltiples tipos celulares, están asociadas al rechazo inmune al no provenir del paciente y presentan además cuestiones éticas. Por ello, es importante destacar que en este estudio comprueban que las células madre adultas tendrían un potencial de regeneración similar al de las embrionarias, lo que evitaría los problemas éticos y además se podrían usar células del propio paciente. Pero por otro lado, estos investigadores japoneses comprobaron que según el tipo celular del que se obtengan las células iPS se produce la formación de teratomas en la zona trasplantada. Por tanto, la fuente de obtención de células iPS es de gran importancia.
Estos dos estudios son un pequeño ejemplo del gran esfuerzo que se está poniendo en el campo de las células madre. Aunque quede mucho por hacer, a diario vemos los avances que nos acercan hacia el éxito de estas terapias. Y esperemos que siga así y que nos demos cuenta de que los remolinos y recortes de la crisis no deben añadir más baches al camino.
Referencias:
Chaudeurge, A.; Wilhelm, C.; Chen-Tournoux, A.; Farahmand, P.; Bellamy, V.; Autret, G.; Ménager, C.; Hagège, A.; Larghéro, J.; Gazeau, F.; Clément, O.; Menasché, P. Can Magnetic Targeting of Magnetically Labeled Circulating Cells Optimize Intramyocardial Cell Retention? Cell Transplant. 21 (4):679-691; 2012.
Nishimura K, Nakagawa T, Sakamoto T, Ito J. Fates of murine pluripotent stem cell-derived neural progenitors following transplantation into mouse cochleae. Cell Transplant. 2012 21 (4).
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