sábado, 20 de abril de 2013

El estrés podría favorecer la proliferación de células madre en el cerebro

Fuente: http://www.cronica.com.mx/notas/2013/746030.html

El estrés no es totalmente malo, como podría pensarse. Un estudio de la Universidad de California, en Berkeley, realizado en ratas de laboratorio, identificó que el experimentar eventos estresantes pone en marcha un mecanismo con el cual proliferan células madre en algunas regiones del cerebro y que, dos semanas después, se conviertan en células nerviosas que aumentan la capacidad para mantenerse alerta y solucionar problemas.


El estudio fue dirigido por la profesora de Biología Integrativa de la Universidad de Berkeley, Daniela Kaufer, junto con la estudiante de postgrado Elizabeth Kirby y el 16 de abril de 2013 apareció publicado en la revista de investigaciones científicas financiadas por fundaciones eLife.

“Siempre pensamos en el estrés como en una cosa realmente mala, pero no lo es. Una cantidad moderada de estrés es buena para empujar al organismo a alcanzar niveles óptimos de alerta y mejorar su desempeño cognitivo y conductual”, explicó la profesora Kaufer en una entrevista divulgada por la propia Universidad de Berkeley.

Las investigadoras que desarrollaron el estudio subrayaron que hay una diferencia entre el estrés intermitente y el estrés crónico. Este último es el que se prolonga por muchos días, semanas o meses y no genera los beneficios que fueron observados durante los capítulos aislados de estrés.

El indicador más importante de que el experimentar algunos capítulos de estrés no es tan malo fue el observar que, en ratas, se mejoró mucho el desempeño al realizar tareas dos semanas después de que habían sido sometidas a situaciones que alteraban su estabilidad. Este desempeño fue vinculado con la aparición de indicadores de la proliferación de células cerebrales post-estrés.

“Creo que el estrés intermitente probablemente obliga al cerebro a desarrollar mecanismos para mantenerse alerta de una manera más eficiente y es por eso que aumentan sus calificaciones de buen desempeño cuando se le somete a resolver problemas y tereas”, apuntó Daniela Kaufer, quien realizó el experimento dentro del Instituto Helen Wills de Neurociencia, que forma parte de la Universidad de Berkeley.

“Estos hallazgos refuerzan la noción general de que las hormonas relacionadas con el estrés ayudan a una paulatina adaptación animal al medio ambiente. Después de todo, recordar el lugar donde un evento estresante ocurrió es muy benéfico para estar preparado y poder enfrentar de mejor manera situaciones estresantes que pudieran ocurrir después en el mismo lugar”, comentó el profesor Bruce McEwen, quien no estuvo involucrado en el diseño y realización del experimento, pero revisó los resultados como parte de su labor en el Laboratorio de Neuroendocrinología de la Universidad Rockefeller.

La autora del estudio está especialmente interesada en cómo los dos tipos de estrés, intermitente y crónico, afectan a la memoria y debido a que el hipocampo cerebral es muy importante para indagar esta relación, fue ahí donde ella y su equipo concentraron la atención. Los investigadores observaron la actividad de las células madre en la zona del hipocampo y la manera como éstas se fueron convirtiendo en nuevas células neuronales adultas dos semanas después de un evento estresante.

Las células madres cerebrales o neural stem cells son un tipo de célula genérica o progenitora que, dependiendo de algunos cambios químicos, pueden madurar y convertirse en diferentes tipos de células presentes en el cerebro como los astrocitos, las neuronas y otras células cerebrales.

Una zona del hipocampo llamada giro dentado o dentate gyrus es una de las dos áreas del cerebro que generan nuevas células madre o pluripotenciales en adultos y es altamente sensible a la acción de las hormonas generadas ante el estrés (glucocorticoides).

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