El último programa de ‘Redes para la ciencia’, que presenta Eduardo Punset, abordó un tema que lleva varios años acaparando el centro de la polémica: la reproducción sin embarazo. Embriones sin esperma, óvulos de células madre masculinas y úteros artificiales, es en lo que puede derivar la concepción en un futuro.
Puede que el sexo no sea necesario para la reproducción o, como vaticina Eduard Punset, que, con el paso de los años, ‘será menos evidente que gestar el feto constituía una ventaja’. Aarathi Prasad, bióloga, divulgadora y escritora, asegura en el último capítulo de ‘Redes para la ciencia’ que biólogos especializados en reproducción están realizando investigaciones en una incubadora que puede mantener un feto con vida durante la mayor parte del período de gestación.
Si extraemos los datos que desvela la bióloga cuando recuerda que el bebé prematuro más joven que ha sobrevivido nació a las veintidós semanas, se podría pensar que esta tecnología está muy avanzada. Aarathi Prasad se encarga de asegurarlo en 'Redes para la ciencia': ‘si reuniéramos toda la tecnología, la experiencia y los conocimientos actuales, ya podríamos mantener con vida un feto entre catorce y treinta y siete semanas, que es una buena parte del período de gestación’.
Sin embargo, la científica reconoce que mantener al feto en esta incubadora es ‘un proceso complicadísimo’, sobre todo porque la placenta humana es tan compleja ‘que penetra dos veces en el útero materno’. Explica que ‘debido al tamaño de nuestro cerebro y al tiempo que el feto humano permanece en el útero, el feto debe poder captar los nutrientes suficientes y eliminar sus productos de desecho. Si miramos los bebés que nacen prematuramente hoy en día, aún es muy difícil entender cómo se puede conseguir que el cerebro tenga un desarrollo sano, cómo hacer que los bebés prematuros no tiendan a tener problemas con el desarrollo cerebral’.
Aarathi Prasad reprocha que demos por sentado ‘que el sexo es la manera por la que los seres humanos se reproducen, y que hace falta un macho y una hembra para reproducirse. Casi nadie se pregunta por qué eso es así, o si lo es en toda la naturaleza, que por cierto no lo es’. La experta subraya que para gestar un feto, en un futuro, bastará con las células madre, las técnicas de la clonación o las placentas sintéticas que para entonces ya habremos fabricado.
Aarathi Prasad resume que los cambios físicos del ser humano hacen los partos cada vez más peligrosos: ‘Desde que nuestros antepasados dejaron de ir a cuatro patas y se convirtieron en bípedos, las caderas de las mujeres han sido cada vez más estrechas, mientras que nuestra cabeza era cada vez más grande. Hoy en día aún hay muchas mujeres que mueren durante el embarazo’. Además, ‘hay muchas mujeres que nacen sin útero o con uno defectuoso, o que quizás sufrieron un cáncer de pequeñas y les tuvieron que extirpar la matriz, o que quizás sufren una cardiopatía y, aunque sean fértiles, gestar un feto las podría matar’.
También recuerda los problemas de infertilidad masculinos, como la deformidad de los espermatozoides. Por todos estos motivos que lamentablemente afectan a la mujer, la bióloga respalda el avance científico en este campo y concluye que los úteros artificiales son una opción más ética que pagar a mujeres pobres por ser madres de alquiler’. Cualquier argumento sobre la falta de vínculo maternal mediante estas incubadoras se puede desbaratar también, pues en un contexto muy parecido están las madres adoptivas. Eduard Punset, discurre que, en un futuro, ‘se podrían inyectar dosis hormonales que generen estos cambios internos’.
En el prólogo de su libro indica hacia dónde se está enfocando la investigación: ‘Los genetistas están descifrando los códigos que impiden a nuestros ovocitos convertirse en embriones sin esperma; los investigadores en el campo de las células madre están creando óvulos y espermatozoides a partir de células de la médula ósea; se están construyendo úteros artificiales y se están desarrollando cromosomas artificiales’.
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