http://www.elmundo.es/elmundosalud/2013/04/27/portada/1367065946.html
Investigadores del Grupo de Medicina Regenerativa del Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre i+12 han llevado a cabo un estudio de laboratorio en el que evidencian que las células madre mesenquimales de placenta se transforman en hepatocitos -células del hígado-, con la posibilidad de regenerar este órgano de forma eficiente si está lesionado.
Según ha informado el Gobierno regional, este trabajo científico, que se ha publicado en la revista 'Cytotherapy' de la Sociedad Internacional de Terapia Celular, demuestra que las células madre mesenquimales de placenta -tejido del que derivan gran parte de los órganos- cultivadas in vitro en un medio que contiene proteínas presentes de forma natural en el hígado, pueden convertirse en hepatocitos.
Los investigadores cultivaron las células en un medio con proteínas que de forma natural están presentes en el hígado. Así lograron transformarlas en hepatocitos, las células que constituyen el 80% de la población celular del tejido hepático. Después los hepatocitos formaron lo que denominan una hepatosfera, una estructura similar a un minihígado de apenas medio centímetro de grosor.
Ese «minihígado» fue injertado en ratas a las que se les había seccionado el 80% del órgano y sólo tenían un 20% funcionando, como si fueran pacientes con cáncer a los que se les hubiera extirpado casi todo el hígado enfermo. Los resultados fueron sorprendentes y animan a seguir avanzando. «En el futuro podemos pensar que nos ayudará a mantener con vida a pacientes en lista de espera para trasplante y mejorar el injerto o incluso regenerar el hígado sin necesitar un trasplante», explicó Ana Isabel Flores, del grupo de investigación del hospital madrileño.
Esta hepatosfera muestra actividad propia del órgano, ya que produce albúmina, una proteína que permite la distribución correcta de los líquidos corporales en el organismo. Se trata de la primera investigación que pone de manifiesto la formación de estructuras biológicas capaces de desarrollar una función hepática a partir de células madre de placenta adultas.
Esto va a permitir en un futuro posibles aplicaciones, tanto para el trasplante hepático una vez realizado, como para el paciente que permanece en lista de espera hasta que recibe el órgano de un donante compatible. Los resultados del trabajo evidencian que el trasplante de las hepatosferas mejorará la adherencia y permanencia del injerto una vez trasplantado, favoreciendo al mismo tiempo la regeneración del hígado de forma más eficiente.
Otra parte de la investigación también destaca que si las células madre mesenquimales de placenta se cultivan con elementos presentes en un hígado dañado, también se convierten en hepatocitos y pueden ser útiles en un futuro para su uso en lesiones hepáticas.
Su utilidad en la regeneración del hígado solo es el principio. El equipo que dirige la investigadora Ana Isabel Flores investiga también si estas células tan valiosas podrían ayudar en el tratamiento de enfermedades tan dispares como la esclerosis múltiple, la enfermedad de Crohn o el cáncer de mama.
El Grupo de Medicina Regenerativa del Instituto de Investigación i+12 del Hospital 12 de Octubre de la Comunidad de Madrid ha demostrado en otro estudio, publicado en la revista científica 'Cancer Gene Therapy' e incluido en la sección de artículos destacados de dicha revista, que el uso de células madre mesenquimales de placenta en cáncer de mama ralentiza directamente el crecimiento del tumor y retrasa la aparición de nuevos tumores secundarios.
Los resultados de la investigación ponen de manifiesto que en ensayos en laboratorio las células madre de placenta migran habitualmente hacia el tejido de mama humano sano, pero que esta migración es aún mayor si el tejido está afectado por cáncer de mama, lo que destaca su capacidad para ser utilizadas como transportadoras de medicamentos anti-cancerígenos.
Este trabajo de laboratorio también ha sido desarrollado en tejido de tumores mamarios procedente de ratas, muy semejante al de los adenocarcinomas mamarios en seres humanos, con los mismos resultados positivos.
Los investigadores destacan los beneficios del tejido placentario, ya que tiene disponibilidad ilimitada y no requiere de ninguna técnica quirúrgica invasiva para su obtención, así como que "no plantea riesgos para el donante, ni por supuesto conflictos éticos".
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