El Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM) de la Universidad de Valladolid (UVA) y el Principado de Asturias ensayan una nueva matriz osteo-artícular con células madre que podría mejorar la soldadura de huesos fracturados atrofiados que no puedan sellar por sí mismos, así como de quistes dentales.
Se trata de un proyecto desarrollado por el Banco de Sangre y Tejidos del Principado en el que colabora el centro vallisoletano junto con la empresa Citospin, una 'spin off' de la UVA, los cuales se han encargado de la investigación con células madre.
La matriz se obtiene a partir de la sangre del propio paciente, a la que se añaden las células madre que favorecen el proceso de soldadura ósea, por lo que es totalmente orgánica. Entre sus usos también están la atención maxilofacial o el tratamiento de algunos tumores, según han informado los responsables del proyecto.
Tras superar con éxito la fase previa en el laboratorio y las pruebas con animales, la investigación se encuentra ahora en la experimentación con humanos; en concreto, con diez pacientes a los que se ha tratado en el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid.
Dentro de un año, estos sujetos se someterán a nuevas pruebas invasivas, cuyos resultados permitirán determinar si la técnica es segura y carece de efectos secundarios, y si sería "factible" llevarla a cabo, antes de pasar a los ensayos de fase dos y fase tres, en los que se probará la matriz con o sin células madre. Las pruebas se realizarán en diferentes hospitales asturianos, para los que ya se han comenzado a pedir los permisos necesarios, como ha confirmado la investigadora responsable del proyecto por parte del IBGM, la doctora Ana Sánchez.
Este proyecto sirve además como tesis doctoral de la investigadora Verónica García Díaz, la cual ha impartido precisamente un seminario previo al respecto en el Instituto de Biología y Genética Molecular.
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