Un trabajo del Centre de Recerca en Agrigenòmica (CRAG), del CSIC, ha identificado en las plantas del género Arabidopsis una proteína, que han llamado BRAVO, específica de las células madre, que frena el crecimiento celular desencadenado por hormonas esteroides vegetales.
El trabajo, liderado por Ana Caño-Delgado, explica cómo se controla la actividad de las células madre por hormonas, un mecanismo común en animales y plantas y que puede ayudar a desarrollar plantas más resistentes en condiciones adversas.
Según ha informado el CSIC en un comunicado, los científicos han descubierto que BRAVO (acrónimo en ingles del Brasinoesteroides en el Centro Vascular y Organizativo) sólo está presente en el nicho de células madre, donde contrarresta y reprime la división celular desencadenada por hormonas.
El trabajo, publicado en la revista "Developmental Cell", destaca que esta molécula actúa como una "cerradura de seguridad" que evita la proliferación celular desmesurada.
Según los investigadores, esta molécula "confiere a las células madre la capacidad de superar los factores de estrés externos", que desencadenan una sobreexpresión de esteroides vegetales, los cuales a su vez inducen el crecimiento celular.
Añaden además que sin este control habría una proliferación sin control de las células, con lo que la planta no se desarrollaría correctamente y perdería su capacidad de adaptarse a los cambios ambientales, y por eso, este trabajo puede ayudar a desarrollar plantas más resistentes.
Algo similar pasa en animales cuando hay un incontrolado crecimiento celular, que en ese caso deriva en un tumor, por lo que este hallazgo también puede ayudar a entender la proliferación celular mediada por hormonas y su control, así como en la investigación contra los cánceres hormonodependientes.
El trabajo forma parte del doctorado de Josep Vilarrasa-Blasi, estudiante en el laboratorio de Ana Caño-Delgado, y se ha llevado a cabo en colaboración con el grupo de físicos dirigido por Marta Ibañes, de la Universidad de Barcelona, que han modelizado matemática y computacionalmente el efecto de las interacciones de la proteína BRAVO con la hormona esteroide BES1.
En el trabajo también han participado investigadores de la Universidad de Duke (EEUU), Universidad de Heidelberg (Alemania) y del CNRS (Francia), y de la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona).
Desde CSIC se ha remarcado que las plantas disponen de células no diferenciadas que les confieren un crecimiento indefinido, los llamados meristemos, tejidos embrionarios que están en el extremo de las raíces y de los tallos y que permiten a la planta crecer a lo largo de toda su vida.
También tienen un reservorio o nicho de células madre en la base de la raíz primaria, que es lo primero que emerge del embrión.
Ana Caño-Delgado y su equipo ya habían demostrado en otros trabajos que los esteroides vegetales controlan la progresión del ciclo celular y la diferenciación de los meristemos de las raíces de la planta modelo Arabidopsis, y que el aumento en la expresión de esteroides induce una diferenciación celular acelerada y "masiva" de las células, hasta el punto de que se agota la reserva de células madre y las plantas no crecen.
Para identificar a BRAVO se han utilizado técnicas específicas y de gran resolución como citometría de flujo con marcadores específicos de células madre, para identificar los genes implicados en la respuesta hormonal y que sólo están en células concretas de un tejido, lo que supone un gran avance científico.
Trabajando con plantas modificadas han visto que aquellas que no expresan BRAVO tienen una alta tasa de división celular, mientras que en las que se sobreexpresa BRAVO, no hay división celular ni crecimiento de las raíces.
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