Según un estudio publicado en Science Transnational Medicine, los doctores Stephen Badylack y Brian Sicari de la Universidad de Pittsburg han desarrollado junto a su equipo una técnica diferente de células madre que no involucra las células madre añadidas, sino que utiliza la matriz extracelular (ECM) de cerdos para conseguir que las células madre se conviertan en células musculares.
Después de que el método ECM funcionase en roedores con las extremidades posteriores lesionadas, los investigadores lo probaron en humanos que habían perdido entre un 58 y un 90 por ciento del músculo de las extremidades. Probaron la técnica en 5 pacientes varones en quienes la cirugía y la terapia física no había resultado exitosa.
Antes de la cirugía, todos los pacientes completaron un programa de terapia física con una duración de doce a dieciséis semanas que se centró especialmente en sus déficits funcionales. Después de esta terapia, sin aparentes signos de mejora, cada paciente pasó al procedimiento de la colocación quirúrgica de una matriz ECM. Los investigadores eliminaron el tejido dañado en estos pacientes e insertaron el material ECM. Cada paciente retomó inmediatamente su terapia física de cinco a veintitrés semanas y el éxito fue determinado tras un incremento del 25 por ciento a la hora de realizar sus habilidades en tareas cotidianas en 3 de los 5 pacientes.
Tras analizar las imágenes extraídas de resonancia magnética y tomografía computerizada del músculo tratado, los investigadores observaron la formación del tejido denso en el lugar de la implantación seis meses después de la cirugía. Después del implante, el material de la matriz se degrada y actúa como un dispositivo que atrae las células madre en el lugar de la lesión. Estas células madre maduran en las células musculares, permitiendo el desarrollo de un tejido nuevo y sano. Todos los pacientes afirmaron haber obtenido una mejora en su calidad de vida.
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