El hueso es uno de los tejidos que se trasplanta con mayor frecuencia. Y la demanda va en aumento: trasplantes para tratar grandes defectos como los causados por un traumatismo, fracturas complicadas, extirpación de un tumor, osteoporosis, etc. La solución actual es el trasplante de hueso del mismo paciente, pero esto tiene el inconveniente de que se obtiene el hueso de una zona que está sana. Por otro lado, el empleo de hueso de donantes también tiene efectos secundarios, por lo que los investigadores llevan ya tiempo trabajando en la creación de hueso a partir de otros métodos, como son las células madre.
Uno de estos laboratorios de huesos es VascuBone, un proyecto financiado por la Unión Europea que trabaja en la ingeniería de injertos óseos para regenerar defectos. El proyecto está desarrollando un conjunto de herramientas para la regeneración ósea que combina varios métodos y materiales de ingeniería de tejidos. De momento, explica el coordinador del proyecto Heike Walles, se ha fabricado un andamio tridimensional derivado a partir de un trozo de intestino de cerdo que contiene estructuras de soporte para el desarrollo de los vasos sanguíneos.
Los investigadores, señala Walles, que trabaja en el Hospital de la Universidad de Würzburg (Alemania), están trabajando con diferentes tipos de células madre adultas, como por ejemplo las llamadas células mesenquimales derivadas de médula ósea, que se cree que crecen en estos andamios para formar el sustituto de hueso. «Estas células están presentes en las personas adultas». Ahora bien, reconoce, «su potencial disminuye con la edad, aunque todavía son capaces de regenerarse. Pero para ello tienen que ser enriquecidas».
Actualmente los investigadores se encuentran analizando cómo la edad influye en las propiedades de las células madre y ya han identificado marcadores que indican si las células son adecuadas para su uso terapéutico.
Asimismo trabajan con otros tipos de células, las endoteliales, que pueden ser necesarias para el tratamiento de defectos óseos muy grandes. «Analizamos qué tipo de célula es ideal para fines terapéuticos, como las células endoteliales microvasculares o células progenitoras endoteliales, un tipo de células madre que se pueden encontrar en la sangre», afirma Walles. Después de probar con éxito los primeros injertos óseos artificiales en modelos animales está previsto que los primeros ensayos clínicos comiencen este año.
«Hay una necesidad importante para la regeneración ósea, dado nuestro envejecimiento de la población», dice Richard Oreffo, de la Universidad de Southampton (Reino Unido). Oreffo cree que estos ‘sustitutos óseos’ están muy cerca de alcanzar la clínica en un futuro no muy lejano.
Este nuevo enfoque en la regeneración tiene una gran cantidad de ventajas en comparación con los materiales tradicionales utilizados en operaciones como las prótesis de cadera. En la actualidad, estos defectos óseos son reemplazados principalmente con implantes de metal, que generalmente duran sólo de diez a quince años antes de que se lleven a cabo. Walles cree que su método de combinación de células humanas con andamios y sustitutos óseos podría convertirse en un procedimiento de rutina en el futuro y ofrecer así una alternativa perfecta a las mejores prácticas actuales.
En cualquier caso este tipo de soluciones de ingeniería deberán ser aprobadas y estar disponibles para los pacientes dentro de los próximos cinco a diez años. Oreffo cree que corresponde a las autoridades regulatorias el crear «las condiciones necesarias para una atención integral del paciente».
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