Una nueva propuesta basada en células madre supone una estrategia prometedora para el tratamiento de infartos cerebrales en humanos.
Un estudio publicado en Stem Cell Reports revela que el trasplante simultáneo de células madre neurales y vasculares puede frenar los accidentes cerebrovasculares e incrementar la recuperación en roedores.
En esta investigación, Wei-Qiang Gao y su equipo de la Universidad de Shanghai Jiaotong (China) provocaron a los roedores un ictus isquémico y luego simultáneamente les inyectaron células madre de roedores en el cerebro dañado 24 horas después. Las células madre trasplantadas se convirtieron en los tipos principales de células cerebrales y vasculares. Las células vasculares resultantes se desarrollaron en microvasos, mientras que las células neurales injertadas produjeron moléculas conocidas por estimular el crecimiento de neuronas y vasos.
Dos semanas después del ictus, los roedores sometidos a trasplante mostraron menor daño cerebral y experimentaron una mejora en sus habilidades motoras en comparación con aquellos que habían sido tratados solamente con células madre neurales.
"Éste es el primer estudio que utiliza células madre obtenidas de embriones y células madre vasculares y neurales para tratar el ictus isquémico", explica Gao. "Estos dos tipos de células generan rápidamente todos los tipos de células cerebrales. Nuestros descubrimientos sugieren que el trasplante de estos dos tipos de células que restauran la unidad neurovascular de modo más efectivo es una propuesta mejor para el tratamiento del accidente cerebrovascular".
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