Por primera vez, se han conseguido imágenes de células madre endoteliales humanas. Las capturas, extraídas por microscopia de transmisión de rayos X, se han obtenido utilizando el sincrotrón ALBA, situado en Cerdanyola del Vallès.
Un grupo de investigadores, liderado por Anna Rosell del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIO), Anna Roig del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB-CSIC) y Eva Pereiro, responsable de la línea de luz mistral en el Sincrotrón ALBA, han obtenido por primera vez imágenes de células endoteliales progenitoras (EPC, por sus siglas en inglés) humanas, gracias al microscopio de transmisión de rayos X.
Los expertos del VHIR y el ICMAB-CSIC comenzaron un proyecto en el año 2009 con la hipótesis de que aplicando externamente al cerebro un campo magnético e incorporando nanopartículas de óxido de hierro a las EPCs sería posible guiar de forma segura la llegada de estas células a áreas específicas del cerebro donde su injerto reforzaría los mecanismos endogénicos reparadores basados en su potencial angio-vasculogénico.
El experimento realizado en el Sincrotrón ALBA de Cerdanyola del Vallès (Barcelona) tenía el objetivo de capturar, mediante tomografías de rayos X, imágenes de EPCs sin seccionar y conteniendo nanopartículas. De esta manera, siguiendo unos largos protocolos para la preparación de las muestras, los investigadores han obtenido las primeras imágenes de células endoteliales progenitoras humanas con y sin nanopartículas.
Después de un proceso en el que se tendrá que realizar la reconstrucción de las imágenes, los investigadores esperan obtener datos tomográficos de 50-60nm de resolución que permitirán visualizar en 3D las células enteras (y no en secciones).
Esto permitirá realizar un estudio comparativo de morfología y medición entre las células con y sin hierro, así como también entre los diferentes subtipos de EPCs. Por otro lado, con este estudio, financiado por el Instituto Carlos III y el Ministerio de Economía y Competitividad, los investigadores pretenden determinar la distribución espacial de los endosomas o lisosomas que contienen nanopartículas dentro de las células.
La investigación en ictus se centra en el nuevo concepto de la potenciación de la plasticidad neurovascular después del daño cerebral y por ello, los investigadores buscan terapias celulares dirigidas a estimular esta neurorreparación. El grupo de enfermedades neurovasculares del VHIR investiga nuevas estrategias basadas en la potenciación de las respuestas angio-vasculogénicas.
Se trata de la administración de células endoteliales progenitoras (EPCs) para promover la creación de nuevos vasos sanguíneos desde el área perilesional no afectada. No obstante, para un tratamiento exitoso, es crucial asegurar la llegada y el injerto de un número suficiente de células trasplantadas en la zona del cerebro donde su acción es imprescindible para la neurorreparación.
Según la Organización Mundial de la Salud, cada año 15 millones de personas en todo el mundo sufren un ictus. La incidencia de esta enfermedad en Europa es aproximadamente de 200-250 casos cada 100.000 habitantes y se estima que menos del 5% de estos pacientes reciben el tratamiento, ya que solo disponen de terapias de reperfusión de la arteria obstruida con una estrecha ventana terapéutica de solo unas horas tras el inicio de los síntomas. Es por ello que la investigación de terapias neuroreparadoras es una necesidad para todos aquellos enfermos que han sufrido o sufrirán un ictus en el futuro.
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