Una investigación del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl) de la Universidad de Salamanca ha determinado que el aumento de la expresión de una proteína conocida como conexina43 contribuye a disminuir un oncogén, es decir, un gen que ayuda a convertir una célula normal en tumoral. En este caso, es el oncogén c-Src en células madre de glioma, el tumor cerebral más frecuente. Por lo tanto, el trabajo sugiere que la conexina43 puede servir para lograr nuevos tratamientos contra los tumores cerebrales.
La investigadora Ester Gangoso es una de las responsables de esta línea de investigación, que se ha visto plasmada recientemente en un artículo de la revista Glia. “Trabajamos con líneas celulares de gliomas intentando disminuir su proliferación”, ha explicado en declaraciones a DiCYT (www.dicyt.com) momentos antes de ofrecer un seminario de investigación en el Incyl sobre este tema.
En concreto, el interés del grupo, que lideran José María Medina y Arantxa Tabernero, se centra en las células madre de glioma, que “son las más resistentes a las terapias actuales de quimioterapia o radioterapia”. Por el momento, “hemos logrado disminuir la proliferación de estas células y esto lo hemos conseguido aumentando los niveles de expresión de conexina43, que es una proteína muy importante en la comunicación de los astrocitos, células del sistema nervioso central”, explica la investigadora.
Los científicos han conseguido describir que el aumento de la expresión de conexina43 disminuye la actividad del oncogén y esto “crea una cascada de señales que hacen que disminuyan factores de transcripción en la célula madre” y a su vez la proliferación celular. Por lo tanto, se encuentran ante una posible diana terapéutica en el futuro, ya que la estimulación de esta proteína podría inhibir el proceso tumoral.
Una de las características de los gliomas es que no tienen comunicación entre las células gliales o astrocitos y, precisamente, lo que hace la conexina43 es aumentar la comunicación entre estas células y parece que esta es la vía que inhibe la activación del oncogén. De hecho, “cuanto más maligno es un tumor, menor es la expresión de conexina43”, comenta Ester Gangoso.
Los investigadores han realizado experimentos que consisten en introducir la conexina43 en células madre de los gliomas y el resultado ha sido la disminución de su proliferación. Aunque se trata de un trabajo in vitro, ya se ha realizado una parte in vivo con ratones, concretamente, en una estancia de la investigadora en un laboratorio de París. “Al provocar daño neuronal en ratones, los astrocitos reaccionan y hace que cambien algunas proteínas, entre ellas, la conexina43. Cuando se produce un daño cerebral, los astrocitos disminuyen esta molécula y vimos que de esta forma aumentaban los niveles del oncogén. En definitiva, “es lo mismo que habíamos visto en cultivos celulares”.
A partir de aquí, el objetivo es seguir experimentando con las células madre y “ver si somos capaces de eliminarlas, sería un experimento que remataría este trabajo”. Además, teniendo en cuenta la parte de la conexina43 que realmente interviene, pretenden trabajar también con péptidos que en teoría podrían producir los mismos resultados.
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