martes, 19 de febrero de 2013

ENTREVISTA A DAVID HORNA, SOCIO Y FUNDADOR DE AGLARIS CELL

Fuente: http://lukor.com/blogs/noticiasdehoy/2013/01/18/david-horna-aglariscell-sueno-con-que-los-nuevos-medicamentos-vivos-sean-fabricados-con-nuestra-tecnologia/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=david-horna-aglariscell-sueno-con-que-los-nuevos-medicamentos-vivos-sean-fabricados-con-nuestra-tecnologia


David Horna es socio y fundador de Aglaris Cell, empresa focalizada en el desarrollo y fabricación de biorreactores para el cultivo de células, concretamente las células madre mesenquimales, de forma totalmente automática. Se dedican a facilitar la forma en la que se obtienen dichas células pasando de ser un problema a ser una solución. Sus laboratorios están en el Parque Científico de Madrid en Tres Cantos donde desarrollan las diferentes superficies y toda la tecnología. 


Pero no solo eso, ya que, dentro de las tecnologías en las que investigan, están desarrollando un biorreactor para la obtención de cualquier tipo celular partiendo de otro tipo celular, gracias a la reprogramación celular. Este hecho ha sido el ámbito de investigación del premio nobel de medicina del año 2012, un hecho muy relevante que puede cambiar la forma en la que entendemos la biomedicina. Desde Aglaris Cell se desarrolla un biorreactor que permitirá la obtención de estos tipos celulares de forma automática. Todo esto es lo que revolucionará el futuro de la medicina personalizada gracias, entre otras cosas, al uso de los medicamentos vivos modificados. 


:: ¿Y quiénes componéis Aglaris Cell?

Somos tres socios, Miquel Costa Ferrando, de 34 años, Químico e Ingeniero Químico por el Instituto Químico de Sarria (IQS) y experto en el desarrollo de recubrimientos cerámicos y en reactores CVD. Manuel A. González, que tiene 42 años y es Doctor en Biología y experto en células madre mesenquimales. Actualmente trabaja en el Hospital de la Paz y ha trabajado en otros centros de prestigio internacional. Y, por último, yo mismo, David Horna, que tengo 31 años y soy Ingeniero Químico y Doctor en biomateriales, experto en ingeniería de superficies y biomateriales. 


:: Cuéntanos un poco tu historia como emprendedor...

En mi caso procedo de un mundo bastante emprendedor, ya que tanto mi padre como mi madre y mi abuelo fundaron sus propias compañías partiendo de cero. Todo ello gracias a mucho esfuerzo y trabajo. Es aquí donde me surge la vena emprendedora y siempre he estado relacionado con el mundo de la empresa. De hecho, esta no es la primera aventura emprendedora que tengo, al igual que mi socio Miquel.

Soy madrileño y desde pequeño he tenido grandes inquietudes científicas, recuerdo que siempre iba con un destornillador por la casa, desmontando y montando cosas. Estudié Ingeniería Química y, tras esos años de estudio, me desplacé a Barcelona al IQS para realizar mi tesis doctoral en biomateriales, en el grupo del Dr. Salvador Borrós con el que monté una primera empresa llamada Sagetis Biotech.

A lo largo de la tesis realicé varios masters, uno de ellos Gestión de Empresas Industriales. Es ahí donde conocí a Miquel y donde nos hicimos amigos tanto profesional como personalmente.

A lo largo de este máster realizamos un plan de negocio de un producto ideado por Miquel, pero que por cuestiones coyunturales nunca llegamos a poner en marcha. Por desgracia en los últimos años de mi tesis tuve que volver a Madrid por una enfermedad de mi padre, y por ello no me pude dedicar a Sagetis Biotech, la primera compañía que fundé.

Ya en Madrid aproveché y fui a terminar la parte biológica de la tesis al Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares, concretamente al grupo de Antonio Bernad, donde me recibió y pude trabajar durante dos años más. Allí es donde conocí al tercer miembro de la empresa, Manuel.


:: Por lo que veo…acabaste la tesis, ¿y qué pasó?

Cuando acabé la tesis, nos seguía picando el gusanillo de crear una compañía y comenzamos con la idea de hacer algo que facilitara los cultivos celulares. Realizamos un dossier de lo que podría significar el cultivo celular para los próximos años y lo presentamos como idea de negocio al premio de la fundación Madri+d. Nos seleccionaron como mejor idea empresarial del año 2010.

En todo esto además continuamos realizando un plan de negocio y lo presentamos a diferentes premios, como el que convoca la revista Emprendedores (www.emprendedores.es), que también ganamos el año pasado.


:: ¿Esto te abrió puertas?

Sí, durante el año 2011 Genoma España nos ayudó a realizar el plan de negocio y nos seleccionó en su programa Biocampus como uno de los ganadores, concediéndonos una subvención que nos permitió montar la empresa y sobrevivir durante 2012. Tras todo esto montamos la empresa avalados por todas estas grandes instituciones y comenzamos a trabajar en un proyecto ambicioso y muy complejo.


:: ¿Y cómo fue el año 2012?

Bien, fue un gran año de éxitos donde ganamos otros premios como el EmprendeGO, organizado por Infoempleo, firmamos un contrato de colaboración con la farmacéutica Merck, mediante el cual nos mentorizan en el desarrollo de nuestro equipo. Por último, y gracias al proyecto que estamos realizando en Aglaris Cell, el MIT, a través de su revista Technology Review, me ha premiado con uno de los TR35 Spain. 


:: ¿Cuánto tuvisteis que invertir? ¿De dónde lo obtuviste? 

Para poner en marcha la empresa la constituimos con 15.000 €, que pusimos los socios. Y gracias a las ayudas y premios que nos concedieron las instituciones anteriores llegamos a recaudar cerca de 50.000€ que nos han permitido sobrevivir durante el año 2012. Gracias a todas estas instituciones, que no me quiero olvidar de agradecerles su ayuda, pudimos realizar experimentos para comprobar nuestra tecnología, además de tener un laboratorio donde trabajar y viajes para conseguir socios y gente que crea en el proyecto. 


:: ¿Te arrepientes de no tener más dinero al principio? ¿qué haríais distinto? 

En este caso considero que tiempo es dinero. Si hubiese tenido más dinero, podríamos haber tenido más gente trabajando con nosotros y ya tendríamos un prototipo funcional. Pero no me arrepiento de nada de lo que hemos hecho a lo largo de este año, ya que hemos conseguido afianzar un gran proyecto, generando unas grandes expectativas. 


:: ¿Qué opinaron tus padres y amigos cuando les hablaste de tu idea? 

He tenido mucha suerte, porque desde siempre me han apoyado y ayudado. Desde mi padre, mi madre y mi hermano, como mi mujer, Ana, que siempre me da todo su apoyo porque montar un proyecto de este estilo son muchas horas de trabajo y siempre estar con el móvil encendido y con el ordenador a cuestas, vaya donde vaya. Esto no es fácil de entender, pero yo tengo una familia y unos amigos maravillosos que me ayudan y me apoyan. Algo que para mí es fundamental e imprescindible para llevar a buen puerto los proyectos empresariales. Además siempre han creído en mi, en el proyecto y en el equipo de Aglaris Cell, desde mucho antes de ser premiados. 


:: ¿Qué te limitó más a la hora de empezar y dar el salto? 

Realmente no hubo límites para dar el salto, lo dimos y ya está. 


:: ¿Qué te limita ahora para crecer y acelerar lo que estáis haciendo? 

INVERSORES!!!! Ahora mismo estamos intentando cerrar una ronda de financiación que nos permita avanzar en el proyecto y poder contratar personal. Estamos en conversaciones avanzadas con varios inversores, tanto españoles como internacionales, que nos permitan fabricar nuestro primer prototipo. En el campo de la biotecnología los primeros años de la empresa son muy activos en investigación y desarrollo para poder llevar a cabo el producto que anteriormente se ha estado desarrollando en el laboratorio. Para ello, hace falta una fuerte inversión con la que poder comenzar, ya que los primeros clientes tardan en llegar. 


:: Has tenido una dilatada experiencia universitaria, ¿verdad? 

Sí, todos los miembros de Aglaris Cell tenemos estudios universitarios. En mi caso soy Ingeniero Químico por la Universidad Alfonso X el Sabio, de Madrid, una universidad en la que aprendí mucho gracias a los grandes profesores que tuve, todos ellos gente que había sido reclutada de las más prestigiosas universidades del mundo y que habían realizado sus doctorados en el MIT o Harvard. Además, sigo teniendo muy buena relación con algunos de ellos o incluso proyectos allá donde van. Una vez terminé la carrera comencé mi tesis doctoral en Barcelona, en el IQS, doctorándome en Biomateriales. Allí realicé un trabajo que dio origen a varias patentes internacionales y una compañía, Sagetis Biotech. Además, por otro lado, contribuyó de forma significativa a la creación de esta nueva aventura de Aglaris Cell. Ambas compañías están dentro del ámbito de la biotecnología. 


:: ¿Y qué te aportó el sistema educativo?

Además de darme una formación científica básica, me dio capacidad de libertad mental. En el caso de la carrera, una ingeniería te prepara para ser capaz de dar solución a cualquier problema que surja y el doctorado te prepara para buscar la forma más innovadora de solucionar este problema, una solución que además no existe. 

Gracias a esta formación he viajado por diferentes países haciendo estancias cortas, como la realizada en el Instituto Karolinska, de Estocolmo, en el centro de Biología Oral, o yendo a cursos de verano internacionales como el que realicé en Ischia (Italia) sobre biomateriales. Todo esto además te da una apertura de mente que permite innovar dentro de tu entorno. El último viaje que realicé fue gracias al premio TR35, del MIT, donde estuvimos en la feria Emtech con la gente más innovadora del mundo y donde aprendimos mucho, y como dice mi buen amigo Héctor Perea, en EEUU nos ganarán en medios y dinero pero no en TALENTO. 


:: ¿Crees en la pasión “por cambiar el mundo” de la que tanto hablan los grandes emprendedores de éxito? 

Todo cambio lleva un gran esfuerzo. Yo siempre pongo el mismo ejemplo. En una calle que está llena de zapaterías, cuando se queda un local vacío, no montas una zapatería más. Si quieres tener éxito, debes montar algo más. Algo que no hagan los demás, la innovación es esto, es no hacer siempre lo mismo, es buscar un problema y solucionarlo de la forma más innovadora y fácil posible. La pasión por cambiar el mundo es lo que mueve y te da energía, lo que te hace creer en tu proyecto, es una filosofía. Al final, una empresa no es un producto, es una filosofía y un conjunto de motivaciones que surgen de los emprendedores. 


:: ¿Cuál es vuestra propuesta? ¿Por qué sois diferentes? 

De hecho ésa es nuestra filosofía, queremos cambiar la forma en la que se realizan los cultivos celulares y esto conllevará un cambio en el mundo biomédico, ya que introducimos grandes ventajas y podremos hacer realidad las terapias celulares y genéticas de una forma segura. Nadie se ha preocupado de hacer fácil los cultivos. Llevamos 50 años haciendo los cultivos celulares exactamente igual que los estamos realizando ahora. Creemos que es el momento de cambiarlo. 


:: ¿Dónde te gustará verte en los próximos 5 años? 

Claramente con una empresa que haya cambiado el mundo de los cultivos celulares y las terapias, donde los nuevos medicamentos vivos sean fabricados con tecnología de Aglaris Cell. 


:: ¿Qué le dirías a un colega como tú que tiene mucho talento y capacidad y no se atreve a empezar? 

Que empiece!!!! Muchas veces los proyectos no salen porque nunca se comienzan. Hay grandes ideas, grandes proyectos, grandes propuestas, que se quedan en eso…en proyectos, porque todo aquello que no se empieza no se puede llevar a cabo. Una vez que empiezas a hacer cosas, las cosas surgen. Claro está que no es fácil y, sobre todo, lleva mucho tiempo, pero hay que empezar por algo. Los comienzos son siempre complicados, pero si eres capaz de rodearte de gente que sepa más que tú de las cosas y que tengan tanta o más ilusión que tú en el proyecto, tienes más posibilidades de llevar las ideas a la realidad. 

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