Investigadores y médicos, integrantes de la Comisión Asesora en Terapias Celulares y Medicina Regenerativa del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, han advertido sobre los viajes a China para realizar tratamientos experimentales con células madre. Especialistas argentinos destacan que solo hay dos tratamientos con células madre autorizados a nivel mundial.
Según los especialistas los únicos tratamientos establecidos son aquellos destinados a enfermedades que se curan con trasplante de médula ósea y por ello son los únicos que se realizan con éxito en miles de pacientes. Se trata del trasplante de células madre de un donante humano de médula ósea, sangre periférica o sangre de cordón umbilical y el autotransplante de células madre de médula ósea y sangre. Estas dos variantes se utilizan para el tratamiento de algunos tipos de cáncer como ciertas leucemias o mielomas, anemias aplásticas; enfermedades hereditarias como el síndrome de inmunodeficiencia combinada severa, adrenoleucodistrofia, osteopetrosis, entre otros. Fuera de estos tratamientos, no existe evidencia clínica reproducible y contundente, ni tratamientos establecidos a nivel nacional e internacional, que hayan demostrado la eficacia del autotransplante de células madre de médula ósea o cordón umbilical para mejorar o curar enfermedades altamente discapacitantes.
Según Fernando Pitossi, jefe del laboratorio de Terapias Regenerativas y Protectoras del Sistema Nervioso de la Fundación Instituto Leloir, investigador de CONICET y miembro de la Sociedad Internacional para la Investigación en Células Madre (ISSCR), “hay una preocupación internacional sobre este tema que denominamos ´turismo de células madre´ donde se ofrecen tratamientos no establecidos, usualmente por internet, en los que generalmente no está comprobada su eficacia y seguridad por los estándares internacionales”. Para Pitossi el riesgo es múltiple: “Como después de estos viajes al exterior no hay seguimiento del paciente cuando vuelve al país de origen, no se puede comprobar ni la eficacia ni que haga un daño, además las obras sociales locales no cubren las consecuencias de estas intervenciones. Es lógico que las familias busquen soluciones en una situación desesperante pero nuestra obligación es alertar sobre los riegos y la información tendenciosa que puede generar un daño físico, económico y emocional. Incluso el Ministerio de Salud chino está preocupado por las prácticas que se realizan en su país, estos lugares dan tratamiento como si estuvieran aprobados y hubieran superado todas las fases de la investigación clínica y no es así”, concluye.
Gustavo Kusminsky, miembro de la Comisión y presidente de la Sociedad Argentina de Hematología, “el turismo de células madre apunta a establecer como tratamiento algo que es meramente experimental y transformarlo en una actividad lucrativa, es un negocio. Todos los tratamientos aprobados en materia de células madre se realizan en Argentina”. Kusminsky advirtió que “el primer engañado por estas ofertas es la sociedad toda, que de buena fe ayuda mediante colectas de dinero.”
Para Gustavo Sevlever, director del Departamento de Docencia e Investigación de la Fundación para la Lucha contra las Enfermedades Neurológicas de la Infancia (FLENI) “son tratamientos no controlados ni explicitados a la comunidad médica y científica internacional por lo que no sabemos qué son ni qué riesgos tienen. Estas clínicas no dan información por los medios tradicionales como revistas especializadas.” Sevlever reconoce que “muchos de estos tratamientos pueden tener un efecto de mejora psicológico o de placebo que no se sostiene en el tiempo. La única manera de comprobar los resultados es con seguimiento y cuantificación de datos. Es una especie de agujero negro donde no conocemos los resultados ni los efectos adversos”.
En los últimos tiempos se ha incrementado la oferta de tratamientos de autotrasplante de células madre para tratar enfermedades como: las parálisis por lesiones cerebrales o de la médula espinal, las neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson o trastornos metabólicos como la diabetes. En algunos casos se trata de procedimientos experimentales que deben demostrar su eficacia y seguridad en seres humanos, por lo que deben contar con un protocolo aprobado y sin costo para el paciente, quien debe ser informado del carácter experimental del tratamiento. A su vez, algunas instituciones que los ofrecen se presentan ante potenciales pacientes y a sus familiares con promesas irrealizables de curación y mejora de las enfermedades, a pesar de que la evidencia señala que muchas de las prácticas ofrecidas no poseen efectos terapéuticos comprobados ni siquiera en modelos animales.
La comisión asesora en Terapias Celulares y Medicina Regenerativa promueve la difusión de información de calidad sobre los tratamientos con células madre aprobados, con el objetivo de evitar la exposición de pacientes a intervenciones experimentales y potencialmente peligrosas para su salud.
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