La estrategia permitirá tratar a pacientes con lesiones medulares, espina bífida o traumatismos
La ingeniería de tejidos, la posibilidad de generar órganos de respuesto en el laboratorio ha dado un nuevo paso que podría cambiar el tratamiento de pacientes con vejigas dañadas por defectos congénitos como la espina bífida, lesiones medulares o traumatismos. Urólogos de la Universidad Northwestern (EE.UU.) han demostrado que se puede fabricar tejido para regenerar las vejigas a partir de células madre de la médula ósea del propio paciente.
El procedimiento, ensayado con ratas pero con células de pacientes con espina bífida, consistió en generar un nuevo tejido en el laboratorio y trasplantarlo a modo de parche para reconstruir la vejiga. El tejido implantado consiguió mejorar el funcionamiento de la vejiga, estimular su vascularización y conseguir cierta regeneración nerviosa. Los resultados se publican en el último número de la revista «Proceedings».
Este procedimiento puede ser clave para personas con lesiones medulares o espina bífida, una malformación congénita que entre otros efectos daña la vejiga ocasionando lo que se conoce como vejiga neurógena. Eso ocurre cuando los nervios que transmiten la información entre la vejiga y el cerebro no funcionan de forma adecuada. La vejiga cuando funciona correctamente es muy elástica y con independencia del volumen de orina que albergue, mantiene siempre una presión interior baja para permitir la llegada de la orina que fabrican los riñones. Todo esto está coordinado por el sistema nervioso, pero cualquier alteración como la que tienen estos enfermos puede alterar el vaciado y producir daños en el aparato urinario superior (infecciones, reflujo a los riñones...)
Tradicionalmente a estos enfermos se les realiza una ampliación de la vejiga con parte de su intestino. De esa forma, se intenta proteger a los riñones. La cirugía funciona, pero la reconstrucción con tejido del intestino a largo plazo aumenta el riesgo de acumular cálculos, de cáncer, obstrucción intestinal e infecciones.
Los urólogos estadounidenses proponen ampliar la vejiga, pero cambiando el parche de intestino por un tejido muscular fabricado a partir de las células madre de la médula ósea. Con este tejido se eliminarían los efectos secundarios y mejoraría además la funcionalidad de la vejiga. Al menos en ratas el tejido trasplantado estimuló la vascularización y la regeneración nerviosa.
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