Investigadores de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore (Estados Unidos), han identificado un gen que, cuando se reprime en las células tumorales, pone en jaque el crecimiento celular y una serie de procesos que los tumores necesitan para extenderse. Los autores del estudio esperan que el llamado gen "maestro regulador" pueda ser la clave para el desarrollo de un nuevo tratamiento para los tumores resistentes a los fármacos actuales.
"Nuestro trabajo demuestra por primera vez que el cambio de este gen en las células del cáncer agresivo, cambia dramáticamente su apariencia y comportamiento", dice Linda Resar, profesora en el Instituto de Ingeniería Celular de la Universidad Johns Hopkins.
Resar ha estado investigando los genes HMG durante dos décadas y, además de su papel en el cáncer, estos genes son esenciales para dar a las células madre sus poderes especiales. "Muchos investigadores consideran que las células cancerosas son el gemelo malvado de las células madre, porque al igual que las células madre, las células cancerosas deben adquirir propiedades especiales para que el tumor crezca y haya metástasis", explica.
En un estudio anterior, ella y su equipo desarrollaron técnicas para bloquear el gen HMGA1 en las células madre con el fin de estudiar su papel en ellas y descubrieron que HMGA1 es esencial para la reprogramación de células adultas, como las de la sangre o la piel, en células madre que comparten las propiedades de las células madre embrionarias.
En el estudio actual, el equipo de Resar aplicó las mismas técnicas para varias cepas de células de cáncer de mama humanas en el laboratorio. Las células del cáncer de mama triple negativo tienden a comportarse de manera agresiva y no responden a muchas de las terapias más eficaces contra el cáncer de mama, por lo que el equipo de Resar bloqueó HMGA1 en células de cáncer de mama agresivas y siguió su aparición y los patrones de crecimiento.
"Las células de cáncer de mama agresivas crecen rápidamente y normalmente aparecerán en forma delgada y alargada. Notablemente, a los pocos días de bloqueo de la expresión de HMGA1, aparecieron más redondas y mucho más como células de mama normales que crecen en cultivo", destaca Resar, cuyo equipo también encontró que las células con supresión HMGA1 crecen muy lentamente y no pueden invadir nuevos territorios.
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