Unos investigadores han usado diminutos andamios de fibra artificial, miles de veces más pequeños que el grosor de un cabello humano, para ayudar a hacer que células madre se conviertan en cartílago, el revestimiento amortiguador de golpes presente en codos y rodillas que a menudo se desgasta con la edad o por lesiones.
Un equipo de expertos en tejidos de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Maryland, Estados Unidos, ha logrado producir un componente importante del cartílago en modelos animales. Aunque todavía habrá que esperar años para que estos resultados puedan ser aplicados a las personas, resultan prometedores para el diseño de nuevas técnicas capaces de ayudar a millones de personas con problemas de cartílago.
A diferencia de la piel, cuando el cartílago se daña no puede repararse a sí mismo. Durante la última década, el equipo de la investigadora Jennifer Elisseeff ha tratado de conocer mejor el desarrollo y el crecimiento de células del cartílago llamadas condrocitos, a la vez que ha tratado de construir andamios que imiten el entorno de las células del cartílago y promuevan la generación de nuevo tejido cartilaginoso.
En la última serie de experimentos, Elisseeff y sus colaboradores observaron el crecimiento de células y comprobaron que, en comparación con las que crecieron sin andamio, las cultivadas en un andamio apropiado se convirtieron en un tejido más voluminoso y semejante al cartilaginoso. Las nanofibras del andamio brindaron una plataforma en la que se podía producir un mayor volumen de tejido.
Los investigadores entonces probaron su sistema en un modelo animal. Implantaron los andamios de nanofibras dentro de cartílago dañado en las rodillas de ratas, y compararon los resultados con los alcanzados por el cartílago dañado en rodillas que no habían recibido el implante.
Los investigadores constataron que el uso de los andamios de nanofibras mejoraba el desarrollo y la reparación del tejido, a juzgar por las mediciones de la producción de colágeno, un componente de cartílago. Los andamios de nanofibras causaron una mayor producción de un tipo más duradero de colágeno, que suele no estar presente en tejido cartilaginoso reparado quirúrgicamente. En las ratas, por ejemplo, los investigadores encontraron que en los puntos de las extremidades con cartílago dañado que fue tratado con andamios de nanofibras, se generó un mayor porcentaje del colágeno más duradero (tipo 2) que en las áreas con cartílago dañado que no recibieron el tratamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario