Un equipo de investigadores de la Universidad de Duke (EE.UU.) ha diseñado cartílago obtenido de células madre pluripotentes inducidas que se habían criado con éxito y ordenado para su uso en la reparación de tejidos, y en estudios sobre lesiones del cartílago y artrosis.
El hallazgo, publicado en The Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), sugiere que las células madre pluripotentes inducidas, o iPS, pueden ser una fuente viable de cartílago articular. «La técnica de crear células madre pluripotentes inducidas consiste en conseguir que células madre adultas adopten las propiedades de las células madre embrionarias», explica Farshid Guilak, profesor en Duke y autor principal del estudio.
«Las células madre adultas tienen acciones limitadas, y las células madre embrionarias causan problemas éticos», reconoce Guilak; «ahora esta investigación demuestra en un modelo de ratón la capacidad de crear un suministro ilimitado de células madre que puedan convertirse en cualquier tipo de tejido, en este caso cartílago, el cual no tiene capacidad de regenerarse por sí mismo».
El cartílago articular es un tejido amortiguador de las articulaciones que permite caminar, subir escaleras, saltar y realizar las actividades diarias sin dolor. Sin embargo, el desgaste o una lesión pueden disminuir su eficacia, e iniciar el progreso de la osteoartritis. Debido a que el cartílago articular tiene poca capacidad para la reparación, el daño y la osteoartritis son las principales causas de discapacidad en las personas mayores y, con frecuencia, requieren el reemplazo de articulaciones.
En su estudio, los investigadores de Duke, liderados por Brian O. Diekman, trataron de desarrollar una población uniformemente diferenciada de condrocitos -células que producen colágeno y mantienen el cartílago- evitando que se formaran otros tipos de células que las iPS pudieran crear. Para lograr esto, los investigadores indujeron la diferenciación de condrocitos en iPS derivadas de fibroblastos de ratón adulto, mediante el tratamiento de cultivos con un medio de crecimiento.
Además, hicieron que las células deseadas expresaran una proteína verde fluorescente, por lo que los condrocitos -que brillaban gracias a la proteína- pudieron ser identificados fácilmente y separados de las células no deseadas. Las células adaptadas también produjeron mayores cantidades de componentes del cartílago, incluyendo el colágeno, lo que sugiere que podrían funcionar bien reparando defectos del cartílago en el cuerpo. Los investigadores apuntan que la siguiente fase de la investigación será utilizar iPS humanas para probar la nueva técnica.
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