Investigadores del Instituto Gladstone han identificado el "patrón" genético de cómo se forma un corazón, una especie de manual de instrucciones para crear un corazón que funcione del todo a partir de células madre embrionarias.
Los científicos reprogramaron células madre embrionarias de ratones para convertirlas en células cardiacas latientes. Entonces, extirparon y analizaron ADN de células cardiacas en desarrollo y maduras para determinar cuáles aspectos de la formación del corazón codificaban, usando varias herramientas computerizadas y datos de secuenciación genética para lograrlo.
Los hallazgos proveen pistas sobre las bases genéticas de algunas formas de enfermedad cardiaca congénita, afirman los científicos del Instituto Gladstone, y podrían llevar a nuevos tratamientos para defectos congénitos potencialmente letales como las arritmias (latidos cardiacos irregulares) y los defectos septales ventriculares, o "agujeros" del corazón.
"Los defectos cardiacos congénitos son el tipo más común de este tipo de alteraciones, ya que cada año afectan a más de 35,000 bebés en EE. UU.", apuntó en un comunicado de prensa Benoit Bruneau, director asociado de investigación cardiovascular del instituto. "Pero ha sido difícil precisar cómo se desarrollan estos defectos a nivel genético, porque la investigación se ha enfocado en un pequeño conjunto de genes. Aquí, abordamos la formación del corazón con una perspectiva amplia al observar todo el material genético que da a las células cardiacas su identidad única".
"Nuestros hallazgos revelan nuevas pistas sobre cómo complejos patrones genéticos y epigenéticos se regulan con precisión durante la formación del corazón", apuntó en el comunicado de prensa la colaboradora del estudio Laurie Boyer, del Instituto de Tecnología de Massachusetts. "En particular, nuestra identificación de segmentos claves del genoma que contribuyen a este proceso nos permitirá, con algo de suerte, identificar las causas genéticas de muchas formas de enfermedad cardiaca congénita, un importante primer paso en la batalla contra estas devastadoras enfermedades".
Los investigadores hallaron que grupos de genes funcionan en conjunto en las células cardiacas, activándose y desactivándose simultáneamente en ciertos momentos durante el desarrollo. También identificaron nuevos genes que tienen que ver con la formación del corazón, y averiguaron cómo interactúan con los genes ya conocidos.
"Ahora, esperamos examinar el ADN de pacientes de enfermedad cardiaca congénita vivos, con la esperanza de poder precisar el trastorno genético específico que causó su defecto cardiaco", apuntó Bruneau, quien también es profesor de pediatría de la Universidad de California, en San Francisco. "Una vez identifiquemos el trastorno, podemos comenzar a explorar formas de restaurar la función genética normal durante la formación temprana del corazón, y reducir el número de bebés que nacen con defectos cardiacos congénitos debilitadores, y a veces letales".
El estudio aparece en la edición en línea de la revista Cell.
Para más información sobre la enfermedad cardiaca congénita, visite los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU.
© Derechos de autor 2011, HealthDay
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