Científicos del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB), dirigidos por Juan Carlos Izpisúa, han identificado que la degeneración del núcleo de las células madre neuronales es clave en la pérdida de neuronas en la enfermedad de Parkinson. La investigación, realizada en colaboración con otros grupos internacionales, podría abir la puerta a nuevas formas de diagnosticar y tratar esta enfermedad neurodegenerativa. Los detalles de este trabajo se publican en la revista «Nature».
En la investigación se ha recurrido a la técnica de reprogramación celular, la estrategia por la que el japonés Shinya Yamanaka ha merecido este año el Premio Nobel de Medicina. Con esta técnica a partir de una célula adulta (de la piel, sangre...) se puede conseguir cualquier tipo celular y también el modelo más fiel para investigar una enfermedad.
Utilizando el mismo «truco», los investigadores del CMRB reprogramaron células de la piel de pacientes con un Parkinson provocado por una nutación específica. Esta alteración genética es responsable de casos familiares y esporádicos de la enfermedad. En el laboratorio, comprobaron cómo esa mutación altera la morfología de la membrana que rodea el núcleo de las células madre neuronales. Este daño en la arquitectura nuclear conduce a la destrucción de estas células, así como a su capacidad para generar nuevas neuronas funcionales, incluyendo las células responsables de producir dopamina.
Los investigadores contrastaron los resultados hallados en el laboratorio con muestras de cerebro post-mortem de pacientes con enfermedad de Parkinson y encontraron que éstos presentaban la misma alteración en la membrana nuclear. «Este descubrimiento ayuda a explicar por qué la enfermedad de Parkinson, que tradicionalmente se ha asociado con la pérdida de neuronas que producen dopamina y alteraciones motoras, podría presentar además de disfunciones motoras y otros síntomas conocidos como la depresión y la ansiedad», señala Juan Carlos Izpisúa, director del CMRB. «Nuestro trabajo identifica la degeneración del núcleo como un factor previamente desconocido en la enfermedad». Aunque los investigadores dicen que aún no saben si estas alteraciones en la membrana nuclear de células madre neurales causan la enfermedad de Parkinson o son una consecuencia de ella, indican que este descubrimiento podría ofrecer pistas sobre la posibilidad de generar nuevos enfoques terapéuticos.
Por ejemplo, durante el estudio llevado a cabo por Izpisúa, se han utilizado tecnologías para corregir la mutación en las células madre neurales de los pacientes. Esta corrección genética repara el daño de la envoltura nuclear, y mejora la supervivencia y funcionamiento de las células madre neurales.
De la misma manera, estos estudios han demostrado que es posible reparar químicamente el daño de la envoltura nuclear de las células madre neurales, corroborando los resultados observados con la corrección genética. Este hallazgo abre la puerta para el tratamiento farmacológico y también a un tratamiento de terapia celular, es decir al trasplante de células madre neuronales que compensen el déficit de dopamina del Parkinson. «Nuestro trabajo proporciona una plataforma excepcional para el desarrollo de ensayos similares con células de pacientes una vez corregidas», señala Izpisúa.
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