En el laboratorio, los científicos han clonado células madre de la piel humana y óvulos. Esto es significativo debido a que el proceso podría eventualmente ser utilizado para producir órganos u otras partes que sean genéticamente idénticas a las del propio paciente, y por tanto, no supongan ningún riesgo de rechazo cuando se trasplantan.
Las células madre son células primitivas, no especializadas. Un embrión humano de 5 días de edad, llamado blastómero, contiene una masa celular interna compuesta de unas 12 células madre embrionarias.
Los cuerpos humanos adultos contienen relativamente pocas células madre, la mayoría están concentradas en la médula ósea.
El valor que adquieren las células madre para los investigadores es que pueden ser inducidas a convertirse en un tejido específico o en células de los órganos, es decir, inducirlas a especializarse.
El procedimiento de clonación funciona mediante la combinación de una célula del cuerpo del paciente con un óvulo no fecundado de un donante.
La célula de la piel del paciente se inserta en la membrana externa del óvulo y químicamente se la induce comenzar a desarrollar el blastómero.
Estas células embrionarias se dividen y producen una masa de células madre.
Las células madre pueden ser inducidas a diferenciarse en diferentes tipos de células, según se vea necesario (corazón, nervios, músculos, etc.) Estas células son genéticamente idénticas a las células propias del paciente (es decir, son clonadas).
En el futuro, las células clonadas podrían ser trasplantadas al paciente para reemplazar las células dañadas.
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