Fuentes:
http://www.europapress.es/andalucia/sevilla-00357/noticia-andalucia-desarrolla-ultima-fase-ensayos-clinicos-aprobar-uso-celulas-madre-algunas-enfermedades-20130820131517.html
http://www.diariodesevilla.es/article/andalucia/1587259/hospital/virgen/las/nieves/generara/piel/para/recuperar/tejido.html
Andalucía va a desarrollar la última fase de tres ensayos clínicos en terapias avanzadas para aprobar el uso de células madre en determinadas enfermedades que aún no tienen tratamiento satisfactorio.
La consejera de Salud y Bienestar Social, María Jesús Montero, ha explicado que tres de los 22 ensayos clínicos que se están realizando en la comunidad autónoma son estudios fase III, que es el trabajo que verifica la eficacia del tratamiento justo antes de pasar a su registro y autorización. En estos casos, los investigadores están buscando vías para tratar la isquemia crítica en miembros inferiores en pacientes diabéticos (pie diabético), la miocardiopatía dilatada y la oclusión coronaria crónica.
El Hospital Reina Sofía de Córdoba, que puso en marcha el primer ensayo clínico en Andalucía en terapia celular hace más de diez años, lidera estos tres estudios multicéntricos que conducen al desarrollo de tratamientos o medicamentos altamente innovadores derivados de las terapias avanzadas. Andalucía registra uno de cada cuatro de los ensayos clínicos en terapia celular promovidos en el marco del Sistema Nacional de Salud y es la única comunidad autónoma que cuenta con una estrategia específica para este tipo de investigaciones. Estos trabajos, según ha indicado, se llevan a cabo con terapias celulares que han de ser preparadas en las conocidas como 'salas blancas'.
La puesta en marcha de un ensayo clínico fase III requiere que el medicamento haya superado ensayos clínicos fase I y II. Son ensayos clínicos fase I aquellos en los que se aplica por primera vez un nuevo tratamiento o medicamento a humanos, una vez realizados los estudios animales previos correspondientes. Estos ensayos fase I, que se realizan sobre un número muy reducido de sujetos, exploran fundamentalmente la seguridad del tratamiento. En los ensayos fase II, se estudia la mejor pauta de administración del tratamiento, aportando mayor evidencia sobre su seguridad y permiten explorar la posible eficacia del tratamiento.
El ensayo clínico que busca tratamiento para la isquemia crítica en miembros inferiores en pacientes diabéticos estará liderado por un equipo multidisciplinar del Hospital Reina Sofía de Córdoba con la participación de entre 200 y 300 pacientes. Concretamente, se ensayará con células mononucleadas autólogas --del propio paciente-- de médula ósea para mejorar la circulación sanguínea de enfermos diabéticos que padecen esta complicación.
Con esta terapia, se pretende mejorar el riego sanguíneo en las piernas en pacientes que sufren problemas circulatorios crónicos en al menos una de sus piernas, precisamente por su diabetes, y, por tanto, presentan con frecuencia úlceras que evolucionan mal. Esta patología afecta a 100.000 personas en Andalucía.
A todos los pacientes se les hará una extracción de médula ósea de la cadera y a partir de ésta, se obtendrán células mononucleadas que serán preparadas para ser administradas en una arteria de la pierna afectada. La mitad de los pacientes incluidos en este ensayo recibirán este tratamiento, y la otra mitad, recibirá un producto similar pero sin células (placebo). La duración total del ensayo será de cuatro años.
Por su parte, el proyecto que busca tratamiento para miocardiopatía dilatada idiopática tratará a 51 pacientes que sufren esta insuficiencia cardíaca. En estos 3.000 andaluces, el músculo no se contrae porque se han perdido algunas de las células que tienen capacidad de contraerse y se han sustituido por otras que no la tienen, dando lugar a un mal funcionamiento del corazón. Este ensayo se desarrollará en los hospitales Reina Sofía de Córdoba, Virgen de la Victoria de Málaga, Valme de Sevilla y Puerta del Mar de Cádiz.
Con la administración en el corazón de las células de médula ósea se espera que facilite la reconstrucción de la zona muscular perdida para que recupere, en parte, su capacidad de contraerse. A todos los pacientes se les realizará un cateterismo en el que se les administrará, a 34 de ellos las células y a los otros 17 pacientes un preparado sin células (placebo). Cuando finalice el ensayo clínico, que tendrá una duración global de tres años, los pacientes que hayan recibido el placebo podrán ser tratados con sus células que previamente habían sido congeladas.
El tercer ensayo clínico fase III, que busca tratamiento para la oclusión coronaria crónica de pacientes en los que se ha conseguido la revascularización de las arterias coronarias pero siguen presentando una insuficiencia cardiaca, se va a desarrollar durante los próximos tres años. En este ensayo clínico participaran 66 pacientes.
Tras haber podido ser sometidos a estas técnicas, se pretende recuperar el músculo afectado con la administración directa en el corazón de células mononucleadas obtenidas de su médula ósea a través de un cateterismo. La mitad de los pacientes incluidos en este ensayo recibirán este tratamiento, y la otra mitad, recibirá el tratamiento médico habitual y formarán parte del grupo de control. Unas 700 personas se someten anualmente a técnicas de revascularización en Andalucía.
La Iniciativa Andaluza en Terapias Avanzadas también está trabajando para validar la fabricación de piel para el tratamiento de grandes quemados. Este nuevo proyecto, que surge de una patente desarrollada por la Universidad de Granada en colaboración con el Servicio Andaluz de Salud, cuenta ya con la experiencia de haberlo realizado en modelos animales y podría ponerse en marcha a principios del año que viene en el laboratorio GMP (Good Manufacturing Practice) del Hospital Virgen de las Nieves de Granada.
Para fabricar la piel es necesario, por una parte cultivar los distintos tipos de células que forman parte de la piel humana -- fibroblastos y queratinocitos-- y por otra parte disponer de una malla sobre la que colocar dichas células. Esta malla está hecha de un material biológico compuesto por fibrina y agarosa.
Hasta el momento actual, 22 ensayos clínicos con diferentes terapias avanzadas han sido o están siendo puestos en marcha en el sistema sanitario público de Andalucía gracias al impulso de la Iniciativa Andaluza en Terapias Avanzadas. Estos ensayos de terapia celular e ingeniería de tejidos buscan tratamiento para patologías como cardiopatías, la esclerosis múltiple, el ictus, la enfermedad del injerto contra huésped, enfermedades hematológicas, del aparato digestivo, lesiones corneales o enfermedades vasculares. Hasta el momento, casi 400 personas con enfermedades crónicas han recibido tratamiento con células madre en la comunidad autónoma.
Además de estos tres ensayos clínicos comentados se desarrollan en Andalucía otros 13 ensayos clínicos con terapias avanzadas en fases II y I y existen seis más pendientes de finalización de diseño o de autorización por lo que esta comunidad autónoma acumula el 25% de este tipo de investigaciones que se realizan en España.
La Iniciativa, promovida por la Consejería de Salud y Bienestar Social, con la colaboración de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, impulsa la investigación de excelencia y colaborativa en las áreas de Terapia Celular y Medicina Regenerativa; Genética Clínica y Medicina Genómica, y Nanomedicina. Las tres líneas de trabajo se desarrollan fundamentalmente en el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer), en Sevilla; el Centro Pfizer-Universidad de Granada-Junta de Andalucía de Genómica e Investigación Oncológica (Genyo), en Granada, y el Centro Andaluz de Nanomedicina y Biotecnología (Bionand) de Málaga, respectivamente, en conexión con los centros asistenciales y resto de centros de investigación biomédica del Sistema Sanitario Público de Andalucía.
La red de centros de investigación biomédica se completa, entre otros, con el Centro Andaluz de Secuenciación Genómica Humana de Sevilla y el Laboratorio Andaluz de Reprogramación Celular (Larcel), en colaboración con la Universidad de Michigan (Estados Unidos), y el Biobanco del Sistema Sanitario Público de Andalucía.