domingo, 29 de septiembre de 2013

Posible nueva aplicación médica de una línea inmortal de células hepáticas

Fuente: http://noticiasdelaciencia.com/not/8325/posible_nueva_aplicacion_medica_de_una_linea_inmortal_de_celulas_hepaticas/


En 1991, Neil Talbot, un científico especializado en genética animal, que trabaja para el Servicio de Investigación Agrícola del Departamento de Agricultura (USDA) de Estados Unidos, creó una línea de células hepáticas de cerdo llamada PICM-19 a partir de células de un embrión de ocho días.

Esta línea celular es importante dado que es "inmortal", es decir que sus células se pueden dividir un número infinito de veces. Muchas líneas celulares inmortales continúan dividiéndose porque derivan de células cancerosas; sin embargo, las células PICM-19 derivan de células del epiblasto, las células madre embrionarias que se forman en las etapas más tempranas del desarrollo del embrión.

Esta línea celular inmortal ha ayudado a Talbot a estudiar cómo exactamente las células afrontan el proceso de diferenciación. Las células de la línea celular PICM-19 se pueden diferenciar de modo natural en hepatocitos. Estas células realizan la mayoría de los trabajos propios del hígado. Los hepatocitos forman y segregan bilis, almacenan glucógeno, controlan el nivel de glucosa en sangre, procesan la vitamina D, y metabolizan colesterol y grasas en general. Los hepatocitos también retiran toxinas de la sangre.

La labor de investigación que viene realizando últimamente el equipo de Talbot ha demostrado que es factible que las células PICM-19 puedan hacer el mismo trabajo dentro de un hígado artificial, tal como Talbot declaró públicamente en una entrevista en la Sociedad Estadounidense de Ciencia Animal. De hecho, ya se han realizado varios ensayos in vitro con dispositivos que son precursores de hígados artificiales, y los científicos están buscando la forma de hacer crecer células PICM-19 sin la ayuda de las células de ratón que hasta ahora se utilizan para mantener a las células PICM-19 en su sitio y proveerlas de importantes moléculas para que crezcan y se mantengan.

Algunas células inmortales PICM-19 se han usado para un experimento a bordo de la Estación Espacial Internacional. En la imagen, parte del equipamiento utilizado en ese experimento. (Foto: Cortesía de BioServe Space Technologies, Universidad de Colorado en Boulder)



Talbot y sus colaboradores tienen una idea bastante clara de cómo las células PICM-19 podrían llevar a cabo muchas de las funciones que realiza un hígado humano.

Talbot recomienda estudios futuros que indaguen acerca de cómo responden las células PICM-19 a presiones selectivas. Los científicos podrían seleccionar las células hepáticas más eficientes exponiendo muchas células PICM-19 a toxinas en un cultivo. Esas células más resistentes podrían hacer que los componentes para hígados artificiales se volviesen más efectivos, lo que a su vez descongestionaría las listas de espera para trasplantes de hígado.

Las células PICM-19 se utilizan para numerosas investigaciones científicas, en campos muy variados. Por ejemplo, con el apoyo de la NASA y otras instituciones, el propio Talbot y otros científicos han trabajado en dos experimentos con células PICM-19 en la ingravidez del espacio; uno de ellos dedicado a evaluar los efectos de los vuelos espaciales sobre la replicación celular y la diferenciación en células de especies ganaderas, y el otro sobre los efectos de los vuelos espaciales en la diferenciación y función normal de células hepáticas.



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