sábado, 7 de diciembre de 2013

Nuevas terapias para tratar enfermedades hematológicas

Fuente: http://www.diariodesevilla.es/article/sevilla/1658346/nuevas/puertas/frente/cancer/la/sangre.html

El equipo de Hematología que dirige el doctor José Antonio Pérez-Simón en el Virgen del Rocío de Sevilla trabaja en varios ensayos clínicos para hallar nuevas terapias.


Una profesional analiza pruebas en el servicio de Hematología del Hospital Virgen del Rocío.



José Antonio Pérez-Simón, jefe de Hematología en el Virgen del Rocío.



Las terapias celulares frente a leucemias, linfomas o mielomas abren la puerta a nuevas estrategias para enfermos que no responden bien a los tratamientos convencionales. El equipo de Hematología que dirige el doctor José Antonio Pérez-Simón en el Hospital Virgen del Rocío avanza en esta línea, con el desarrollo de ensayos clínicos pioneros en el ámbito nacional en los que participan alrededor de 20 enfermos. 

Estos estudios tratan de dar un paso más en Medicina, concretamente en el área de los trasplantes de médula ósea, con la meta de crear nuevas dianas terapéuticas para el 25% de los enfermos que no encuentran un donante compatible. "El tratamiento comienza con la quimioterapia que destruye las células tumorales, pero provoca que el paciente deje de producir linfocitos -células de la sangre que luchan contra infecciones-; y después, se infunde la médula del donante, que en el plazo de tres semanas comienza a producir células sanas de la sangre", explica el doctor Pérez-Simón. Para someterse a estos tratamientos los pacientes necesitan un donante compatible, que puede ser un hermano. Cuando en la familia no se encuentra donante de médula, los médicos acuden al registro nacional y al internacional. También pueden acudir a los bancos de cordones umbilicales. Aún así un 25% no encuentran células madre de la sangre compatibles. Para estos casos, el ensayo clínico que se desarrolla en el Virgen del Rocío está logrando resultados esperanzadores. 

Para que un donante y un enfermo sean compatibles tienen que producirse ocho coincidencias de determinadas letras del HLA, el carné de identidad de las células, lo que suele ocurrir con los hermanos. Estas coincidencias son necesarias para reducir los problemas del rechazo del trasplante, la denominada enfermedad de injerto contra huésped, la principal complicación de este tratamiento. Cuando se infunden al enfermo células madre que fabrican la sangre -trasplante de médula- la enfermedad de injerto contra huésped se produce cuando "los linfocitos que produce la médula trasplantada identifican al organismo como algo extraño ya que al leer el HLA de las células no las reconocen y las atacan", explica el doctor. De este modo la médula injertada rechaza al paciente y sus linfocitos atacan principalmente a la piel, el hígado, el tubo digestivo y a la propia médula. Para evitar este rechazo los pacientes son sometidos a tratamientos tras el trasplante. "El reto más importante es lograr dirigir la respuesta inmunológica de los linfocitos de la médula trasplantada" para que sólo ataquen a las células de la médula enferma, sin que afecte al resto del organismo. Es decir, terminar con el cáncer instalado en la fábrica de la sangre -la médula- si afectar a tejidos sanos. En los próximos años los investigadores esperan obtener resultados de estos trabajos que permitirán reducir las complicaciones de los trasplantes de médula. 

Los investigadores del Virgen del Rocío también desarrollan una nueva estrategia que consiste en realizar trasplantes de médula en los que son necesarias sólo cuatros letras coincidentes del HLA. "Para estos trasplantes los padres pueden ser donantes, ya que tienen estas coincidencias", añade el especialista. Con ello se abre el abanico de posibilidades para enfermos que hasta ahora no lo tenían. Cuando sólo coinciden cuatro letras del carné de identidad de las células del donante y del enfermo los riesgos de rechazo son enormes e impide el trasplante. Para superar esta barrera, en el ensayo clínico los especialistas manipulan en laboratorio las células madre de la sangre de modo que sólo seleccionan los linfocitos compatibles, que no producen rechazo. En el plazo de tres años los investigadores esperan obtener los resultados y la idoneidad de este tipo de trasplantes frente al cáncer.

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