viernes, 25 de octubre de 2013

Identifican una nueva diana farmacológica contra el Parkinson

Fuente: http://www.europapress.es/latam/sociedad/noticia-eeuu-cientificos-identifican-nueva-diana-farmacologica-contra-parkinson-20131024231150.html


Científicos del Instituto Whitehead para la Investigación Biomédica, en Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos, han identificado una nueva diana farmacológica contra la enfermedad de Parkinson y un compuesto capaz de reparar las neuronas de los pacientes con esta condición, mediante el uso de una plataforma de hallazgos con componentes que van desde células de levadura hasta células madre humanas.


La plataforma, cuya efectividad se describe en los documentos publicados en la edición digital de la revista 'Science', podría acelerar el descubrimiento de fármacos candidatos que abordan la patología subyacente de la enfermedad de Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas.

La enfermedad de Parkinson (EP) y las enfermedades neurodegenerativas tales como la de Huntington y la de Alzheimer se caracterizan por un mal plegamiento de proteínas, lo que resulta en una acumulación tóxica de proteínas en las células del sistema nervioso central.

La acumulación celular de la proteína alfa-sinucleína, por ejemplo, ha sido durante mucho tiempo asociada con la EP, haciendo de esta proteína un blanco aparentemente adecuado para la intervención terapéutica.

La miembro del laboratorio de Whitehead Susan Lindquist se centró en las pantallas fenotípicas en las que se estudiaron los compuestos candidatos dentro de un sistema vivo.

Las células de levadura, que comparten la biología con el núcleo de las células humanas, sirven en los tubos de ensayo para estudiar el problema del mal plegamiento de proteínas e identificar posibles soluciones. Las células de levadura modificadas genéticamente para sobreproducir alfa-sinucleína actúan como modelos robustos para la toxicidad de esta proteína que subyace en la EP.

"Las pantallas fenotípicas probablemente están infrautilizadas para la identificación de objetivos farmacológicos y compuestos potenciales", recalca Daniel Tardif, científico en el laboratorio de Lindquist y autor principal de uno de los artículos de 'Science'.

"Nosotros dejamos que la levadura nos diga cuál es un buen objetivo. Dejamos que una célula viva nos señale qué es fundamental para revertir la toxicidad de la alfa-sinucleína", relata.

En una pantalla de casi 200.000 compuestos, Tardiff y sus colaboradores identificaron una entidad química que no sólo invierte la toxicidad de la alfa-sinucleína en células de levadura sino también en neuronas parcialmente rescatadas en el nematodo 'C. elegans' y en las neuronas de rata.

Significativamente, patologías celulares, incluyendo la alteración de tráfico celular y un incremento en el estrés oxidativo, se redujeron mediante el tratamiento con el compuesto identificado.

Activado químicamente por Nate Jui en el laboratorio Buchwald en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Estados Unidos, Tardiff encontró que el compuesto estaba trabajando mediante la restauración de las funciones gracias a una proteína celular crítica para el tránsito que se pensaba previamente que no se podía "drogar".

El equipo formado por el matrimonio Chee- Yeun Chung y Vikram Khurana realizaron un segundo estudio, también publicado en 'Science', para examinar neuronas derivadas de células madre pluripotentes inducidas (iPS) generadas a partir de pacientes de Parkinson. Las células y las neuronas diferenciadas (de un tipo dañado por la enfermedad) se derivaron de pacientes que llevaban mutaciones alfa-sinucleína y desarrollan formas agresivas de la enfermedad.


Para asegurarse de que cualquier patología desarrollada en las neuronas cultivadas podría atribuirse únicamente al defecto genético, los investigadores también controlaron las neuronas a partir de células iPS en las que la mutación se ha corregido.

Chung y Khurana utilizaron la riqueza de los datos del modelo de toxicidad de la alfa-sinucleína en la levadura para probarlos en los procesos celulares claves como los que perturban las neuronas de los pacientes mayores en los platos de laboratorio. Sorprendentemente, la exposición al compuesto identificado invierte el daño en estas neuronas.

"Fue sorprendente que el compuesto rescatara las células de levadura y las neuronas del paciente de manera similar y por el mismo objetivo, un objetivo que no se habría identificado sin que la genética de la levadura nos guiara", dice Khurana, científico postdoctoral en el laboratorio de Lindquist y neurólogo en el Hospital General de Massachusetts que reclutó a los pacientes para participar en esta investigación.

Khurana cree que las anormalidades que descubrieron sucedieron en las primeras etapas de la enfermedad, de forma que, si es así, la manipulación exitosa de los objetivos identificados aquí podría ayudar a retrasar o incluso prevenir la progresión de la patología.

jueves, 24 de octubre de 2013

El primer trasplante de una tráquea diseñada mediante ingeniería tisular se mantiene con éxito después de cinco años

Fuente: http://trasplantes.diariomedico.com/2013/10/23/area-cientifica/especialidades/trasplantes/primer-trasplante-traquea-ingenieria-tisular-mantiene-exito


Un estudio publicado en The Lancet confirma el éxito, cinco años después, del primer trasplante de tráquea diseñada mediante ingeniería tisular, realizado en el Clínico de Barcelona.


Cinco años después del primer trasplante exitoso de una tráquea diseñada mediante ingeniería tisular, realizado en el Hospital Clínico de Barcelona, la paciente continúa con una buena calidad de vida y no ha experimentado ningún tipo de complicación inmunológica o rechazo de la vía aérea implantada, según los resultados de su seguimiento, que se publican en The Lancet.

Un equipo internacional dirigido por el profesor Paolo Macchiarini, ahora en el Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia, pero entonces en el Hospital Clínico de Barcelona, implantó la nueva tráquea que se creó al eliminar las células de la tráquea de una donante e incluir las células del cartílago (condrocitos) derivadas de las células madre de la propia paciente y las células epiteliales tomadas de la parte sana de la tráquea de la receptora, una mujer de 30 años cuya tráquea estaba obstruida en parte debido a las complicaciones de la tuberculosis.

El injerto tenía un aspecto y unas propiedades normales y la receptora tenía anticuerpos antidonante y no necesita tomar medicamentos inmunosupresores. Sin embargo, en el momento de la publicación de los resultados del trasplante, los investigadores advirtieron que se necesitaría seguir a la paciente durante mucho tiempo para juzgar el éxito de la operación.

Ahora, Macchiarini y sus colegas presentan los datos de cinco años de seguimiento de la operación, confirmando que la beneficiaria del trasplante sigue gozando de buena calidad de vida, incluyendo vida social y laboral normal. Por otra parte, las inspecciones periódicas de la función pulmonar, la respuesta inmunológica del trasplante y otros indicadores clave revelan que ha mantenido una buena función pulmonar y no ha sufrido ningún tipo de complicaciones inmunológicas.

Además de las inspecciones periódicas de la función de la tráquea implantada, los científicos han examinado la estructura interna de la zona del trasplante mediante tomografía computarizada y broncoscopia. Seis meses después de la cirugía, se formaron cicatrices en la zona del injerto que llevaron gradualmente a un estrechamiento de las vías respiratorias con una tos persistente y empeoramiento, un problema que se trató mediante la implantación de un stent (un andamio que sostiene abierta la vía aérea) de forma que, aunque quedan restos de algunas cicatrices que se controlan regularmente con broncoscopias, la paciente ya no experimenta ningún síntoma.

"Estos resultados confirman lo que esperábamos en el momento de la operación original: que los trasplantes con ingeniería tisular son seguros y eficaces a largo plazo. Sin embargo, la formación de cicatrices que se produjo en esta paciente muestra que a largo plazo la estabilidad biomecánica se puede mejorar, algo que es actualmente objeto de investigación preclínica activa", destaca el profesor Macchiarini.

La Universidad de Zaragoza aplica terapias con células madre para tratar diferentes patologías animales

Fuente: http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=1519210

El grupo de investigación del Laboratorio de Genética Bioquímica (LAGENBIO) de la Universidad de Zaragoza es pionero en España en el uso de medicina regenerativa para el tratamiento de patologías en animales, especialmente lesiones del aparato locomotor del caballo y lesiones oculares en perros y gatos.

LAGENBIO ha sido el primer centro de España en investigar y aplicar células madre adultas para tratar enfermedades en animales, según ha informado la Universidad de Zaragoza.

Este grupo de investigación comenzó a trabajar en 2007 con estas células y en 2009 realizó su primer tratamiento en caballos y dos años después, en perros.

El conocimiento y la experiencia adquiridos por este grupo de investigación ha permitido que hoy en día se haya convertido en un centro referente en el ámbito nacional, capaz de ofertar a clínicos y a investigadores células madre adultas procedentes de diferentes tejidos, como médula, grasa, sangre, ojo y cordón umbilical y de diferentes especies animales: caballo, perro, gato, oveja, conejo y ratón.

La Universidad de Zaragoza ha destacado que este grupo es experto en el estudio del comportamiento de las células madre para entender sus mecanismos de actuación y sus posibles efectos en el animal vivo.

Esto ha hecho posible que, en la actualidad, LAGENBIO esté colaborando con otros especialistas para que las células madre obtenidas de tejidos adultos puedan ser utilizadas tanto en medicina regenerativa como en tareas de investigación.

En la actualidad existen más de 300 ensayos clínicos en humanos en distintas fases en los que se están aplicando las células madre adultas para el tratamiento de diferentes patologías: infartos, diabetes, esclerosis múltiple, enfermedad de Crohn, lupus o leucemia.

En muchas de estas patologías pueden ser el único tratamiento posible y los resultados que se están obteniendo parecen ser esperanzadores, ha agregado la institución académica.

La utilización de células madre en animales tiene en muchas ocasiones una doble vertiente, ya que se pueden utilizar para el tratamiento de enfermedades, pero también, algunas especies como el perro y el caballo pueden ser animales modelo que permiten a los investigadores del grupo LAGENBIO obtener resultados extrapolables a la especie humana.

Aunque los resultados que se están obteniendo en el tratamiento de muchas patologías son muy satisfactorios, desde el grupo LAGENBIO se alude a la prudencia para investigar acerca de sus características de estas células y sus formas de actuación antes de utilizarlas de forma generalizada.

ARN mensajero sintético para que el corazón se autorrepare tras un infarto

Fuente: http://noticiasdelaciencia.com/not/8455/arn_mensajero_sintetico_para_que_el_corazon_se_autorrepare_tras_un_infarto/es/


Un equipo de científicos ha dado un gran paso en el campo del tratamiento de los ataques cardíacos, al conseguir inducir a los corazones dañados de ratones a autorrepararse haciendo que expresen a tal fin un factor que activa la regeneración cardiovascular por medio de células madre nativas del corazón.

Este avance marca el comienzo del uso del corazón como una fábrica en la que producir factores de crecimiento para familias específicas de células madre cardiovasculares, y sugiere que sería posible generar "recambios" para partes del corazón sin tener que aportar desde fuera nuevas células al mismo, tal como dice Kenneth Chien, profesor del Instituto Karolinska en Suecia y de la Universidad de Harvard, en Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos, quien dirigió al equipo responsable del logro científico descrito.

El estudio se basa en otro descubrimiento reciente en el laboratorio de Chien: VEGFA, un factor de crecimiento conocido para células endoteliales vasculares en el corazón adulto, puede también servir como un conmutador que hace que las células madre del corazón en vez de dar lugar a células de músculo cardíaco se orienten a la formación de vasos coronarios en el corazón fetal. Para inducir al corazón a fabricar el VEGFA, se usó un nuevo procedimiento, basado en inyectar ARN mensajero (ARNm) sintético. El ARNm es modificado sintéticamente de modo que escape del sistema de defensa normal del cuerpo. Se sabe que dicho sistema defensivo rechaza y degrada al ARNm no modificado como si se tratara de un virus invasor.


El Dr. Kenneth Chien. (Foto: Ulf Sirborn)



Los experimentos, llevados a cabo en ratones, muestran que sólo se requiere provocar un único y breve episodio de expresión intensa de VEGFA, siempre y cuando se pueda lograr que éste actúe en la región exacta donde residen las células de interés. El efecto terapéutico es duradero, tal como se ha visto por una mejora sustancial de la supervivencia después de un infarto de miocardio, lograda mediante una única administración del ARNm sintético, cuando esto se hizo dentro de las 48 horas posteriores al ataque cardíaco. El efecto a largo plazo parece basarse en el cambio del destino de las células madre nativas del corazón, haciendo que en vez de contribuir al tejido de la cicatriz fibrótica del músculo cardíaco lo hagan al tejido cardiovascular.

Los resultados obtenidos hasta ahora abren el camino hacia el desarrollo de una terapia en la que se regenere tejido cardiovascular a partir de un único agente químico, sin necesidad de inyectar en el corazón células adicionales del tipo que sean.




miércoles, 23 de octubre de 2013

El defecto genético que causa el síndrome de Down se puede suprimir en cultivos de laboratorio

Fuente: http://www.europapress.es/latam/sociedad/noticia-eeuu-defecto-genetico-causa-sindrome-down-puede-suprimir-cultivos-laboratorio-20131022213934.html


Foto: TIGENIX



Un equipo de investigadores ha presentado la primera evidencia de que el defecto genético subyacente responsable de la trisomía 21, también conocida como síndrome de Down, se puede suprimir en cultivos de laboratorio de células madre derivadas del paciente.

En concreto, cambios del genoma completo silencian el cromosoma extra, como explicaron en la reunión anual de la Sociedad Americana de Genética Humana, que se celebra este año en Boston (Estados Unidos).

Las personas con síndrome de Down nacen con un cromosoma 21 adicional, que se traduce en una gran variedad de efectos nocivos físicos y cognitivos.

En cultivos de laboratorio de células de pacientes con síndrome de Down, los científicos usaron con éxito una avanzada herramienta de edición del genoma para silenciar los genes en el cromosoma extra, neutralizándolos, relata Jeanne Lawrence, profesora de Biología Celular y del Desarrollo en la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts, en Worcester, Estados Unidos.

Lawrence y su equipo compararon las células madre trisómicas derivadas de pacientes con síndrome de Down en las que el cromosoma 21 adicional fue silenciado con células idénticas de pacientes que estaban sin tratar. Los expertos identificaron defectos en la proliferación o crecimiento rápido de las células no tratadas y la diferenciación o especialización de células del sistema nervioso no tratadas, unos fallos que se invirtieron en las células madre trisómicas en las que se silenció el cromosoma 21.

"El silenciamiento de la trisomía 21 mediante la manipulación de un solo gen en las células vivas en células de laboratorio supera el primer obstáculo importante para el desarrollo de una potencial terapia del cromosoma", señaló Lawrence, cuya presentación conlleva una actualización de los resultados sobre los que esta investigadora y su colegas informaron a principios de este año en la revista 'Nature'.

En su presentación en este foro de la Sociedad Americana de Genética Humana, Lawrence describió el uso de la nueva herramienta de corrección para examinar los cambios en la expresión génica resultantes del silenciamiento del cromosoma extra. Esas modificaciones en la expresión génica no se limitaban al cromosoma 21, sino que se producían en todo el genoma.

"De hecho, los resultados indican que los cambios más importantes se encuentran en los genes no codificados en el cromosoma 21", concretó la doctora Lawrence, que también proporcionó una mayor perspectiva sobre las diferentes líneas de investigación abiertas por estos resultados y que siguen en su laboratorio .


El enfoque utilizado por Lawrence y su equipo se inspiró en el proceso natural que silencia una copia de los dos cromosomas X determinantes del sexo de los mamíferos femeninos durante el desarrollo embrionario. En los hombres, los cromosomas determinantes del sexo son X e Y, y el silenciamiento de genes ayuda a mantener similares patrones de expresión de genes del cromosoma X en las hembras y los machos.

Para comprender este proceso biológico, Lawrence y sus colaboradores comenzaron a estudiar hace varios años el gen de inactivación de X (XIST), que codifica una gran molécula de ARN no codificante. En cultivos celulares en laboratorio, esta molécula cubre la superficie de uno de los cromosomas X de las hembras de mamíferos, de forma que XIST actúa bloqueando permanentemente la expresión o el nivel de actividad de los genes en el cromosoma X afectado.

Lawrence y su equipo imitaron este proceso natural mediante la inserción del gen XIST en el núcleo del fértil gen del cromosoma 21 extra en cultivos de laboratorio de células madre pluripotentes de pacientes con síndrome de Down. Antes de tomar este paso, demostraron que un gran transgén podría insertarse con éxito en un sitio específico mediante el uso de la tecnología de la nucleasa con dedos de zinc.

En las células de laboratorio, los autores encontraron que el ARN del gen insertado con XIST indujo una serie de modificaciones epigenéticas que transcripcionalmente silenciaron los genes del cromosoma extra 21. Los investigadores encontraron que la PPA, que codifica la proteína precursora de beta- amiloide, fue uno de los genes silenciados en el cromosoma 21 recubierto de XIST.

Las mutaciones en APP causan la acumulación de beta- amiloide que conduce a la enfermedad de inicio temprano de Alzheimer familiar, recordó Lawrence.

La sobrexpresión de APP está ligada a la enfermedad de Alzheimer que se produce en muchos pacientes con síndrome de Down. "Esta estrategia general se podría extender a estudiar otras alteraciones cromosómicas como la trisomía 13 y 18 , que suelen ser fatales en los primeros dos años de vida", augura Lawrence.

Bioprinting, tecnología para "imprimir" tejido humano en 3D

Fuente: http://www.lne.es/asturama/2013/10/09/bioprinting-tecnologia-asturiana-imprimir-tejido/1481238.html


En la sede de la Fundación Prodintec, el centro tecnológico asturiano especializado en diseños y producción industrial, se imprime el futuro de la ciencia médica. De la mano del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, el equipo de Prodintec se ha embarcado en un proyecto de investigación de ámbito europeo, junto con otros dos socios, que les permitirá llegar a desarrollar biotintas con las que se pueda avanzar después hacia la creación o regeneración de tejidos, en este caso, para cirugía ocular.


Esta técnica, conocida como «bioprinting» o «bioimpresión», es una nueva área de investigación aplicada que surge a partir de la adaptación de la tecnología desarrollada en las impresoras 3D para hacer posible la generación de tejidos vivos e incluso órganos humanos completos. Los polímeros plásticos de las impresoras 3D se sustituyen aquí por biotintas de naturaleza variable que se aplican sobre un molde con la forma deseada donde se desea hacer «crecer» el material celular.

«La ingeniería tisular es una línea estratégica para nosotros», confirma David González, responsable de relaciones externas de Prodintec. Su objetivo, en el medio y el largo plazo, es adquirir un conocimiento «clave y único» para diferenciarse de la competencia. Este reto es viable gracias a la formación de los trabajadores del centro tecnológico, pero también a la incorporación de línea de fabricación de dispositivos microelectrónicos sobre materiales flexibles para la obtención de estructuras a escala reducida, que facilita, entre otras posibilidades, la integración de componentes electrónicos en un sustrato flexible.

La base de todo es la tecnología «roll-to-roll», igual que la impresión de los periódicos, donde sobre un rollo de papel varios rodillos aplican las tintas hasta componer una rueda de periódicos, que posteriormente se cortan y pliegan. En lugar de papel, el centro tecnológico trabaja con todo tipo de materiales flexibles sobre los que se pueden llegar a imprimir circuitos electrónicos en la escala micra. Y ahora también los «nidos» donde desarrollar material celular. Tan avanzada línea de fabricación es fruto de un proyecto de ámbito comunitario denominado «Light rolls» en el que el centro tecnológico trabajó junto con otros ocho socios europeos.

La versatilidad del sistema permite producir televisores, «displays» publicitarios o pequeñas células fotovoltaicas enrollables. Todo es posible. Ahora también, material biológico. «Es trasladar la experiencia o el conocimiento que podíamos tener con el sector aeronáutico a cultivos celulares», indica David González, quien añade el hecho de contar con una «plantilla joven, muy formada» y adaptada a todo tipo de desafíos tecnológicos para facilitar este giro del centro tecnológico hacia el sector salud.

El responsable de la línea de fabricación, Blas Puerto, aclara que pasar de un proyecto a otro no implica mayor dificultad que la de adaptar la máquina a cada uno de los proyectos, porque su principal ventaja es «la flexibilidad». Al tratarse de un equipo modular, podrían desmontarse o añadirse módulos en función de las necesidades del momento. Sectores como los de iluminación, química, energía y microfluídica pueden aprovechar también las ventajas de esta tecnología, pero en el sector médico y, concretamente, en el de la ingeniería tisular, donde han encontrado un nuevo nicho de desarrollo. «Es increíble que en innovación sanitaria no se tenga en cuenta al que está a pie de quirófano», apunta González. El máximo empeño del centro tecnológico es ahora «valorizar» todo el conocimiento que existe en los hospitales. El propio centro tecnológico forma parte de la red ibérica de centros de apoyo a la innovación. «Para nosotros es una apuesta a largo plazo. Hay que empezar por el desarrollo de tejidos que no tengan vasos sanguíneos», prosigue.

El médico Álvaro Meana, coordinador del Centro Comunitario de Sangre y Tejidos del Principado, aclara que la regeneración de tejidos es un proceso complejo, pues no sólo implica el punto de vista de biomedicina, sino que también abarca biomateriales, alta tecnología e ingeniería. «Los médicos no sabemos de aparataje ni de diseño de estructuras», se justifica. De ahí que para el futuro la tendencia a aprovechar las tecnologías de «bioprinting» implique el apoyo del ingeniero a los médicos. «La ingeniería biomédica es la clásica de siempre con toda la carga del conocimiento tecnológico pero que entra en contacto, además, con la biología», concluye Meana.

martes, 22 de octubre de 2013

Crean un sistema de «cultivo universal» para producir células madre listas para los trasplantes

Fuente: http://www.abc.es/salud/noticias/crean-sistema-cultivo-universal-para-15969.html


Las células madre del intestino anterior (verde) se diferenciaron en células pancreáticas que expresan insulina. NICHOLAS HANNAN


Fabricar células madre viables para su posterior uso en tratamientos en personas que sean seguros es uno de los retos en los que se encuentran imbuidos muchos científicos de todo el mundo. Lo último lo acaban de publicar en Stem Cell un equipo de investigadores del Instituto Wellcome Trust MRC de la Universidad de Cambridge y se trata de un nuevo método para fabricar células madre para el hígado y el páncreas, lo que podría permitir el cultivo de ambos tipos de células en cantidades suficientes para su uso clínico en trasplantes.


Los investigadores aseguran que por vez primera han sido capaces de fabricar una población de células madre puras y capaces de autorregenerarse específicas para el intestino anterior, la sección superior del sistema digestivo humano. Las llamadas «células madre del intestino anterior» podrían desarrollarse aún más para producir células del hígado o del páncreas. El método mejora de forma significativa las técnicas existentes para el cultivo de este tipo de células madre y además abre la posibilidad de, en un futuro, que las células puedan ser cultivadas en grandes cantidades. Eso haría posible su uso en terapias regenerativas, reparación de órganos o tejidos dañados y en el tratamiento de patologías como la diabetes tipo I o enfermedad hepática .

«Hemos desarrollado un sistema de cultivo celular que nos permite aislar específicamente las células madre del intestino anterior», señala Nicholas Hannan, quien dirigió el estudio. «Estas células tienen enormes implicaciones para la medicina regenerativa, ya que son los precursores de las vías respiratorias, del tiroides, pulmones, hígado, el páncreas, el estómago y los sistemas biliares. Ahora tenemos un método capaz de crear todos estos tipos de células a partir de la población celular».


Además los investigadores explican en su trabajo que dicho sistema permitirá investigar en profundidad el desarrollo embrionario de las células del intestino anterior. «Ahora disponemos de una plataforma desde la cual podemos estudiar los patrones de comportamiento de eventos tempranos que ocurren durante el desarrollo humano previos a la producción de los intestinos, hígado, pulmones y páncreas», agregó Hannan .

El enfoque es sin duda un gran avance porque supera algunos de los problemas que actualmente limitan a los científicos para cultivar las células asociadas con el hígado, el páncreas y otras partes del intestino anterior en un número lo suficientemente grande para uso clínico.

Los investigadores explican que el crecimiento de las células madre se inicia con las células madre pluripotentes humanas -células no especializadas que poseen el potencial de transformarse o «diferenciarse» en cualquiera de las tres capas principales de células que se encargan de desarrollar todos los tejidos y órganos-. Debido a que estas células también se autorenuevan, creando copias de sí mismas, ofrecen el potencial de proporcionar una fuente infinita de células clínicamente útiles para la medicina regenerativa.

Sin embargo, para lograr esto hace falta disponer de métodos que influyan en la diferenciación de estas células. Por ejemplo, para hacer crecer células del hígado o de páncreas, las células madre pluripotentes se diferencian en el endodermo -la capa de tejido primario asociada con los sistemas digestivo y respiratorio-, y ello proporciona una base de población de progenitores celulares que los investigadores pueden tratar de hacer crecer como células más especializadas. Lamentablemente el enfoque dista de ser perfecto. En concreto porque, explica Hannan, es difícil producir una población pura de los progenitores requeridos, ya que dentro del cultivo celular hay células «contaminadas», lo que no solo hace que sea difícil la identificación de las células diana para la diferenciación posterior en el laboratorio sino que puede complicar el uso de dichas células en terapias como el trasplante.


Para hacer frente a estas limitaciones, los investigadores analizaron las condiciones en las que las células madre se diferencian específicamente en el intestino anterior humano - la parte del sistema digestivo que se extiende desde la boca hasta el duodeno, incluyendo el hígado y el páncreas-. Mediante la manipulación de las vías de señalización celular, y variando el entorno en el que se desarrollaron las células y el sustrato sobre el que se cultivaron, los científicos fueron capaces de aislar el cultivo necesario para la diferenciación de las células asociadas con el propio intestino anterior. Y comprobaron que cuando se desarrollaban poblaciones de células madre contaminadas bajo estas condiciones, éstas dejaban de proliferar y desaparecían gradualmente. Es decir, los expertos creen que han creado un sistema de cultivo universal que podría ser utilizado para tratar a cualquier paciente que necesita células para un trasplante .



Los resultados mostraron que las células eran «puras» y capaces de aurorregenerarse y de diferenciarse en cualquier tipo de células del intestino anterior humano. Y además, al estar todavía en un estado de autorrenovación, podrían ser cultivadas en cantidades lo suficientemente grandes como para ser utilizadas en tratamientos en humanos. Y dichas células no formaban tumores, por lo que son seguras y no tienen efectos secundarios.


Y aunque el procedimiento no mejora la capacidad para producir células del hígado o de páncreas en concreto, sí proporciona una población de origen mucho más pura para hacerlo. «Lo que tenemos ahora es un mejor punto de partida», señala Ludovic Vallier , autor principal del estudio. «Va a mejorar la calidad de las células que producimos y nos permitirá producir un gran número de células no contaminadas que necesitamos para la aplicación clínica de las terapias con células madre».

Encapsular células madre, la innovadora estrategia para curar el corazón tras un infarto

Fuente: http://alt1040.com/2013/10/encapsular-celulas-madre-corazon

Investigadores norteamericanos logran mejorar el rendimiento de las terapias celulares para curar el corazón. Usar alginato para encapsular células madre ayudaría en estos tratamientos médicos punteros.


El uso de células madre en medicina ha dejado de ser una mera promesa científica para convertirse en una realidad clínica. Su elevado potencial terapéutico las ha convertido en la gran esperanza de la medicina regenerativa de los próximos años.

Y es que a las incipientes investigaciones sobre fabricación de órganos artificiales a partir de células madre, se deben sumar los proyectos científicos que tratan de aplicar terapias basadas en estas herramientas celulares para sanar en vivo y en directo órganos o tejidos dañados.

Hasta el momento, varios de los grandes éxitos de las células madre se habían dado en cardiología, un área clínica de gran relevancia dada la importancia sanitaria y económica de las enfermedades cardiovasculares, superior a la que provoca el cáncer, pero aún por debajo de los problemas mentales.

En particular, uno de los usos médicos de las células madre para tratar trastornos relacionados con el corazón, ha sido el de aplicarlas tras un infarto de miocardio. Con el objetivo de regenerar la zona afectada, el uso de, bien células de la médula ósea o bien directamente de células madre, ha tenido buenos resultados.

La eficiencia de la terapia celular, sin embargo, podría ser mejorada. Y es que según los investigadores, el 90% de estas células se pierden a la hora del tratamiento. Por este motivo, el rendimiento de estas terapias no es óptimo, ya que no contamos con suficientes factores de crecimiento y hormonas el tiempo necesario.

Para superar este obstáculo, investigadores de la Emory University, en Estados Unidos, han probado una interesante alternativa: encapsular estas células madre antes de introducirlas en los pacientes, como si de fármacos se tratara. Con esta aproximación, han conseguido mejorar la eficiencia de los tratamientos, según los resultados publicados en Journal of the American Heart Association.

Gracias al uso de alginato como gel encapsulante de las células madre, los investigadores norteamericanos lograron mejorar el proceso de cicatrización del tejido cardíaco, así como un aumento de la densidad microvascular, dos puntos clave para curar el corazón tras un infarto.

Estos resultados apuntan a que la encapsulación jugará un importante papel en las nuevas terapias celulares. Y es que "proteger" de algún modo a las células madre para que puedan actuar con la máxima eficiencia antes de que sean destruidas, es un hito importante en el ámbito biomédico.

Células madre obtenidas de la piel combaten la destrucción neuronal

Fuente: http://www.agenciasinc.es/Noticias/Celulas-madre-obtenidas-de-la-piel-combaten-la-destruccion-neuronal

Un fármaco logra bloquear en el laboratorio la neurodegeneración provocada por enfermedades como la esclerosis o la demencia. El compuesto, que podría servir como terapia cerebral personalizada, se ha creado mediante células madre de pluripotencia inducida generadas a partir de la dermis.


Los puntos fluorescentes en el interior de esta neurona indican la presencia de ARN tóxico./ Neuron



La muerte neuronal provocada por enfermedades como la esclerosis o la demencia a menudo está escrita en los genes en forma de mutación. Sin embargo, investigadores de la Universidad John Hopkins (EEUU) han demostrado que es posible bloquear esta destrucción mediante la utilización de células madre generadas a partir de la piel.

“Hemos usado células de pluripotencia inducida [cuyas siglas en inglés son iPS] obtenidas de la dermis de pacientes con esclerosis lateral amiotrófica”, explica Jeffrey D. Rothstein, uno de los autores del estudio, publicado en la revista Neuron.

Según anteriores trabajos, alrededor del 40% de los pacientes con una variedad heredada de este tipo de esclerosis y al menos el 10% de los que la desarrollan espontáneamente tienen una mutación en el gen C9ORF72, la misma que aparece frecuentemente en personas con demencia frontotemporal, la segunda forma más común de esta enfermedad después del alzhéimer.



Los científicos seleccionaron dentro de un banco de células madre las de los pacientes con el trastorno degenerativo que además poseían esta alteración responsable de la repetición anómala de una secuencia de ADN contenida en dicho gen y, en consecuencia, de la producción de un exceso de ARN.

A continuación, los investigadores analizaron la evolución de los cultivos para identificar el mecanismo por el cual estas cadenas sobrantes provocan la muerte de las células cerebrales.

“Hay múltiples teorías acerca de por qué se produce el daño neuronal”, señala Rothstein. “Nuestro ensayo demuestra que la verdadera causa es la toxicidad causada por el ARN”, indica.

Los resultados del estudio revelan que la acumulación de estas moléculas impide la correcta fabricación de las proteínas encargadas de la regulación de las funciones vitales de la célula y la vuelve más sensible al estrés.



A partir de estos hallazgos, los investigadores pudieron diseñar un compuesto que actúa uniéndose como un velcro al material genético mutado. Así evita que se produzcan series de ARN defectuosas y permite que la célula se desarrolle adecuadamente.

“Con la tecnología iPS podemos tratar a los pacientes que presenten una mutación concreta –indica Rothstein–. Es una terapia cerebral personalizada”.

Según el investigador, este tipo de medicamentos tan específicos se desarrollan a menudo para el cáncer, pero “es la primera vez que se aplican en neurología”. De hecho, el campo de las enfermedades degenerativas sigue teniendo “la mayor tasa de fracaso de todos los ensayos clínicos”.



“Normalmente se utilizan células de roedores para hacer este tipo de estudios –asegura Rita Sattler, coautora del estudio–, pero la naturaleza de las múltiples repeticiones de los genes mutados lo hacía casi imposible en este caso”.

La científica indica que las iPS fabricadas en el laboratorio “hacen el trabajo igual o mejor que los modelos animales, ya que permite utilizar células humanas”.

Los investigadores señalan que el próximo paso será comenzar con los ensayos clínicos en personas y, posteriormente, planean analizar la médula espinal de pacientes con esclerosis para encontrar proteínas que puedan servir como indicadores del buen funcionamiento de los fármacos.




Referencia bibliográfica:

Christopher J. Donnelly, Ping-Wu Zhang, Jacqueline T. Pham, Aaron R. Heusler, Nipun A. Mistry, Svetlana Vidensky, Elizabeth L. Daley, Erin M. Poth, Benjamin Hoover, Daniel M. Fines, Nicholas Maragakis, Pentti J. Tienari, Leonard Petrucelli, Bryan J. Traynor, Jiou Wang, Frank Rigo, C. Frank Bennett, Seth Blackshaw, Rita Sattler y Jeffrey D. Rothstein. “RNA Toxicity from the ALS/FTD C9ORF72 expansion is mitigated by antisense intervention”. Neuron, 16 de octubre de 2013.

Convierten células de grasa extraídas de la liposucción en células hepáticas

Fuente: http://www.europapress.es/latam/sociedad/noticia-eeuu-convierten-celulas-grasa-extraidas-liposuccion-celulas-hepaticas-20131022084010.html


Científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en California, Estados Unidos, han desarrollado una forma rápida y eficiente para convertir células extraídas de la liposucción rutinaria en células hepáticas, un avance que se publica en la revista 'Cell Transplantation'.


Los expertos realizaron sus experimentos en ratones, pero las células madre adiposas que utilizaban provenían de la liposucción humana y se convirtieron en células humanas, como las del hígado, que florecieron en el interior de los órganos de los ratones.

Este método es distinto del que se utiliza para producir células del hígado a partir de células madre embrionarias o células madre pluripotentes inducidas (iPS).

Aunque las iPS y las células madre embrionarias son pluripotentes, es decir, que, en principio, pueden diferenciarse en todos los tipos de células, conllevan un riesgo de formación de tumores, mientras las células producidas con esta nueva técnica, que no conlleva una fase intermedia pluripotente, no muestran signos de ser tumorigénicas.

El hígado construye las biomoléculas complejas que necesita el cuerpo y filtra y descompone los residuos y las sustancias tóxicas que de otro modo podrían acumularse hasta niveles peligrosos. A diferencia de la mayoría de los otros órganos, un hígado sano puede regenerarse a sí mismo en un grado significativo, aunque esta capacidad no puede superar la intoxicación hepática aguda o el daño por el alcoholismo crónico o la hepatitis viral.

Sólo la insuficiencia hepática aguda por paracetamol cuesta unas 500 vidas al año y es responsable de cerca de 60.000 visitas a salas de emergencia y más de 25.000 hospitalizaciones al año. Otras toxinas ambientales, como las setas venenosas, contribuyen a que se produzcan más casos todavía.

Todos los aspectos de la nueva técnica de conversión de células de grasa a las de hígado son adaptables para uso humano, aseguró Gary Peltz, autor principal del estudio. La creación de células iPS requiere la introducción de genes extraños y potencialmente cancerígenos, mientras las células madre adiposas simplemente tienen que ser cultivadas a partir de tejido de grasa.

El proceso lleva nueve días de principio a fin, de forma que es lo suficientemente rápido para regenerar el tejido hepático en víctimas de intoxicación aguda del hígado, que de otro modo morirían a las pocas semanas, salvo con un trasplante de hígado.

En Estados Unidos, se realizan anualmente unos 6.300 trasplantes de hígado, con otros 16.000 pacientes en lista de espera, mientras cada año mueren más de 1.400 personas antes de tener acceso a un hígado adecuado para ellas. A pesar de que puede salvar vidas el trasplante de hígado es complicado, riesgoso y, aunque sea exitoso, está lleno de efectos secundarios, además de que, normalmente, el destinatario debe tomar medicamentos inmunosupresores de por vida para evitar el rechazo del órgano.

"Creemos que nuestro método será transferible a la clínica --auguró Peltz--. Y debido a que el nuevo tejido hepático se deriva de las propias células de una persona, no esperamos que se necesiten inmunosupresores". En 2006, investigadores japoneses desarrollaron otra manera de convertir células madre adiposas derivadas de la liposucción en células del hígado (i-HEPS inducidas por hepatocitos), pero el método se basa en la estimulación química, que requiere 30 días o más y es ineficiente al no producir suficiente material para la reconstitución hepática.


Con una técnica diferente, a la que Peltz se refiere como cultivo esférico, este experto y sus socios fueron capaces de lograr la conversión en nueve días, con una eficacia del 37 por ciento, en comparación con el rendimiento mucho más bajo obtenido con el método anterior (12 por ciento) o el uso de células iPS. Dan Xu, investigador postdoctoral y autor principal del estudio, adaptó la metodología de cultivo esférico de las células madre embrionarias tempranas.

En lugar de crecer en superficies planas en un plato de laboratorio, las células madre adiposas recogidas se cultivaron en una suspensión líquida en la que se forman esferoides. Cuando tuvieron suficientes células, los autores las pusieron a prueba mediante la inyección en ratones de laboratorio inmunodeficientes que aceptan injertos humanos.

Estos ratones fueron creados por bioingeniería en 2007, en una colaboración entre el laboratorio de Peltz y el coautor del estudio, Toshihiko Nishimura, y otros científicos del Instituto Central con sede en Tokio de los animales de experimentación.

Sólo el hígado de estos ratones contenía un gen adicional que convertiría el compuesto antiviral ganciclovir en una potente toxina pero cuando estos ratones se trataron con ganciclovir, sus células del hígado murieron rápidamente.

En este punto, los investigadores inyectaron 5 millones de i-HEPS en los hígados de los ratones. Cuatro semanas más tarde, los investigadores examinaron la sangre de los ratones y encontraron la presencia de una proteína (albúmina de suero humano) que sólo se produce por las células de hígado humano y ha demostrado ser un representante preciso del número de nuevas células hepáticas humanas en estos ratones experimentales.

La sangre de los ratones tenía niveles sustanciales de albúmina de suero humano, que casi se triplicaron en las siguientes cuatro semanas. Estos niveles sanguíneos se corresponden con la repoblación de aproximadamente entre el 10 y el 20 por ciento de los hígados predestruidos de los ratones por nuevo tejido hepático humano.

Estudios anteriores han mostrado sólo una minúscula producción de albúmina de suero humano, a lo sumo, en roedores que recibieron cantidades similares de i-HEPS químicamente inducidas.

Los análisis de sangre también revelaron que el nuevo tejido del hígado de los ratones estaba cumpliendo con su responsabilidad de filtración de residuos y el examen de los hígados mostró que las células trasplantadas se habían integrado en la superficie del hígado, expresando marcadores únicos para la maduración de hepatocitos humanos y múltiples estructuras de células requeridas para la formación del conducto biliar humano.

Otras pruebas indican que los cultivos de i-HEPS esféricas se parecían más a los hepatocitos humanos naturales que los i-HEPS producidos a partir de células iPS.

Es importante destacar que, dos meses después de la inyección de i-HEPS producidas por cultivo esférico, no hubo evidencia de la formación de tumores, mientras que en los roedores en los que las células iPS que formaron i-HEPS se desarrollaron múltiples tumores a las tres semanas.

Con 1.500 gramos, un hígado humano sano es más de 800 veces el tamaño del de un ratón y contiene alrededor de 200.000 millones de células. "Para tener éxito, hay que regenerar la mitad de las células del hígado dañado", explicó Peltz, añadiendo que con el cultivo esférico, cerca de mil millones de i-HEPS inyectables pueden ser producidas a partir de 1 litro de liposucción aspirado, fácilmente obtenido mediante un único procedimiento de liposucción. La replicación de las células que tiene lugar después de la inyección expande aún más ese número, a más de 100.000 millones de i-HEPS.

"Eso podría ser suficiente para sustituir a un trasplante de hígado humano", sentenció Peltz. La Oficina de Licencias de Tecnología de Stanford ha presentado una patente sobre el uso de la cultura esférica para la inducción de hepatocitos y el grupo de Peltz prepara las pruebas de seguridad en animales grandes. Salvo contratiempos, el nuevo método podría estar listo para los ensayos clínicos dentro de dos o tres años, según estimaciones de Peltz.