Fuente: elmundo.es, abril 2012.-
Cerca de 70 enfermedades tienen tratamiento gracias a un trasplante de células madre, bien procedentes de la médula ósea o de un cordón umbilical. Sin embargo, millones de personas en todo el mundo ven mermadas sus posibilidades de curarse por 'culpa' de su raza. Numerosas minorías étnicas están infrarepresentadas en los registros mundiales de donantes y eso hace más difícil encontrar un donante compatible para ellos.
La puesta en marcha de un registro en Nigeria abre nuevas posibilidades a millones de personas negras (de hasta 400 grupos étnicos diferentes) en todo el mundo; aunque la realidad es que aún queda mucho trabajo por hacer en Asia, Latinoamérica o África.
Enric Carreras, director de la Red Española de Donantes de Médula Ósea (REDMO) recuerda que los registros internacionales no funcionan de forma aislada. De manera que cuando alguien en España requiere una donación, se busca una médula compatible entre los más de 18,5 millones de donantes de todo el mundo.
La cosa se complica cuando el receptor de las células madre pertenece a una minoría étnica; para ellos, las posibilidades de dar con alguien compatible disminuyen drásticamente. "Si para un individuo caucásico son del 70%, para un hispano se reducen hasta el 50% y para una persona negra menos aún [algunas estadísticas hablan del 17%]".
En Asia, destaca, los países se han movido mucho en los últimos años, creando sus propios registros nacionales que se abastecen, sobre todo, de sangre de cordón umbilical. Por ejemplo, explica, si un ciudadano chino enferma de leucemia en nuestro país, las autoridades españolas pueden acceder al registro chino en busca de los datos de compatibilidad gracias a ese trabajo de cooperación internacional. De la misma manera, añade, que haya un registro de médula en Nigeria beneficiará no sólo a los nigerianos sino a miles de personas en todo el mundo con ancestros africanos.
Pero no sólo en África queda mucho trabajo por hacer, también en Latinoamérica, donde la situación está aún en pañales. Carreras explica que la Fundación Josep Carreras de lucha contra la leucemia, así como la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), están intentando promover la donación de ciudadanos latinoamericanos residentes en España, para aumentar así las posibilidades de encontrar una médula compatible cuando, por ejemplo, un ecuatoriano lo necesite (tanto si está aquí como en Ecuador).
"Lo ideal sería que en los países de origen hubiese registros, pero es una posibilidad poco viable en algunas zonas en desarrollo", reconoce Mari Carmen Hernández, responsable médico del Banco público de Cordón Umbilical de Málaga (que recoge las muestras que se donan en los hospitales de Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia). Para compensar esta carencia, explica, se ha intensificado en los últimos años la formación a los sanitarios para que incidan especialmente en la población inmigrante.
En el caso andaluz, añade, se trabaja especialmente en algunos hospitales del poniente almeriense, la Costa del Sol o Algeciras, con mayor población extranjera, para que las donaciones de cordón incrementen la diversidad étnica en los registros internacionales. "Dado que no todos los países disponen de registros de médula o cordón umbilical, una unidad donada aquí puede beneficiar a un paciente en cualquier lugar del mundo. La semana pasada misma enviamos sangre de cordón a un paciente de Colombia, y realizamos un trasplante aquí con una muestra llegada de Nueva York", explica.
La Federación Nacional de Donantes de Sangre (Fundaspe) calcula que de los 68.000 potenciales donantes registrados en la actualidad en Redmo, apenas un 2-3% son inmigrantes. "Lo importante es engrosar ese registro", explica Martín Manceñido, su presidente, "aunque lo más probable es que nunca sea necesario hacer efectiva la donación". De hecho, se calcula que sólo uno de cada 5.000 donantes llega finalmente a ejercer.
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