domingo, 26 de mayo de 2013

El investigador que consiguió células madre embrionarias a partir de células de piel humana reconoce errores en la publicación

Fuentes: http://www.europapress.es/salud/investigacion/noticia-investigador-consiguio-celulas-madre-embrionarias-clonacion-reconoce-errores-publicacion-20130524121258.html
http://www.abc.es/sociedad/20130524/abci-primeras-dudas-exito-clonacion-201305232031.html
http://www.antena3.com/noticias/ciencia/investigadores-que-clonaron-celulas-madres-primera-vez-reconocen-errores-menores_2013052400183.html


La investigación que situaba a la ciencia más cerca de la clonación humana ha pasado de provocar el asombro generalizado a estar bajo la sombra de la sospecha. El autor principal de la investigación, Shoukhrat Mitalipov, de la Universidad de Oregón (EE.UU), ha reconocido «tres pequeños errores» en su trabajo. Lo ha hecho después de que un comentario anónimo en una web científica denunciara cuatro fallos en la investigación que la semana pasada acaparó la atención científica mundial.


La denuncia se refiere a la presencia de fotos duplicadas que son la prueba de su logro: la obtención de células embrionarias humanas con la técnica que dio origen a la oveja Dolly. Publicó dos veces la misma imagen de células, en una se muestran como células madre embrionarias clónicas y en la misma imagen se asegura que son células madre embrionarias derivadas de embriones convencionales obtenidos por FIV. Se trata de un descuido imperdonable cuando se trata de demostrar por primera vez que se pueden generar células madre embrionarias clónicas de humanos.

Los otros errores se refieren a gráficas en las que se realizan representaciones a través de líneas de puntos para analizar la expresión de genes con una correlación sospechosa que induce a pensar en una cierta manipulación.

Las imágenes y el estudio explicando cómo hicieron el experimento se publicó la semana pasada en «Cell», una de las grandes revistas científicas internacionales. Estas publicaciones cuentan con científicos que escudriñan antes de su publicación cada una de las investigaciones que aspiran a buscar un hueco en sus páginas. Su trabajo es buscar cualquier fallo o error que pusiera en duda la veracidad, pero no ha sido suficiente.


Mitalipov, que ha estado esta semana en España, se ha encontrado a su vuelta a Estados Unidos con la denuncia. Recién aterrizado, ha salido al paso de las acusaciones defendiendo la veracidad de su experimento, aunque reconoce fallos. Mitalipov asegura que se trata de «tres errores inocentes», producidos en el proceso de montaje para su publicación. «Los resultados son reales, las líneas celulares son reales y todo es real», dijo este especialista en biología de la reproducción a «Nature News». También explica que hubo «mucho estrés, mucha tensión» para colocar la secuencia de imágenes que avalaba los resultados.

El investigador no es el único que ha participado en este avance. Uno de los autores principales es el japonés Masahito Tachibana y él también ha reconocido algunos errores «simples». Ambos están buscando una fórmula para añadir a su trabajo un apéndice con los errores detectados que se publicará en la revista «Cell».

Los fallos aparecieron en PubPeer, el sitio online donde se pueden dejar comentarios anónimos tras la publicación de estudios científicos. Una entrada señalaba que en el estudio de Mitalipov había imágenes repetidas y errores en la identificación de los tipos celulares que representaban. Mitalipov admite que hubo un "etiquetamiento incorrecto" de algunas células, pero reafirma que su hallazgo, uno de los más importantes de las últimas décadas, sigue totalmente vigente.


Mitalipov, nacido en Kazajistán en 1961, no teme que este revuelo le manche, aunque los antecedentes no pueden ser peores. En 2006 se descubrió que otro investigador, el coreano Hwang Woo-Suk, había falsificado sus estudios en los que aseguraba haber clonado células madre humanas. Aquel fiasco redobló los controles de publicación y revisión de algunas revistas para evitar sonrojos tan monumentales como aquel. De hecho Mitalipov se sometió a esos exámenes cuando clonó células madre de monos en 2007. La revista que lo publicó entonces, Nature, hizo que otro laboratorio replicase los experimentos para asegurarse de que Mitalipov estaba en lo cierto. Pero esas salvaguardas son excepcionales, resalta Mitalipov.

"La mayoría de las veces no solicitan replicación", comenta. Otra de las críticas vertidas hacia su estudio es la rapidez con la que fue revisado y aceptado para ser publicado, en tres días. El equipo de Mitalipov ha reconocido que editaron su estudio con prisa, en parte para llegar a tiempo y presentarlo en un congreso internacional que se celebra en junio, según Nature.


La revista Cell ha salido al paso defendiendo su revisión. "La aparición rápida comparativamente de este estudio se atribuye a que los revisores aceptaron priorizar este trabajo rápidamente", ha explicado Emilie Marcus, director de Cell, en un comentario al paper original de Mitalipov en la web de la revista.

"Parece que los autores cometieron algunos errores menores durante la preparación de las figuras del artículo", explica Marcus y añade que "aunque seguimos en contacto con lo sautores, no creemos que estos errores afecten a los descubrimientos científicos del estudio en manera alguna", comentan.

"Que no cunda el pánico por este problema, las duplicaciones, por ejemplo, ocurren muy a menudo y es lógico que se mire este estudio con lupa porque es un bombazo", opina Cristina Eguizábal, experta en investigación con células madre y reproducción que trabaja en el Centro Vasco de Transfusiones y Tejidos Humanos (CVTTH).

"El comentario ha podido salir de una persona que haya actuado con rabia y la mayoría de puntualizaciones son errores sin importancia, de hecho nadie pone en duda que el estudio no sea reproducible", asegura. La investigadora también relativiza el hecho de que el estudio se revisase en tres días. "Cada revista tiene sus políticas, sus examinadores y además este es un tema candente, no me parece grave", comenta.

"Este estudio cambia tanto lo que se sabía y es en un terreno tan polémico que no sería extraño haber pedido una replicación a otro laboratorio" opina Ángel Raya, investigador con células madre del Instituto de Bioingeniería de Cataluña.


El experto sí cree que se debería haber dedicado más tiempo a la revisión, aunque coincide en que, aparentemente, los errores detectados no son importantes. "Esto se hubiera evitado con 15 días de revisiones y es una pena, porque aunque no le quita importancia, sí puede afear el estudio", señala. Las primeras dudas sobre los estudios del impostor Woo-Suk también surgieron por imágenes duplicadas, recuerda Raya. "Luego se tiró del hilo y se descubrió todo, pero la diferencia es que él nunca puso sus células a disposición de otros científicos", añade.

"Estamos seguros de nuestros resultados y estos son fáciles de confirmar", dice Mitalipov. Su equipo, dice, ya ha enviado muestras de sus células a otros laboratorios para que puedan comprobar la validez de su clonación. Mitalipov añade que espera que el nuevo documento con la fe de erratas esté listo "en un par de días".


Aunque Mitalipov logre explicar lo sucedido, la publicación de errores pone en evidencia la pulcritud de las revistas científicas que avalan los trabajos y les dan valor. Los trabajos que se publican en este tipo de revistas se toman mucho tiempo antes de decidir su publicación. Lo curioso es que el estudio de la Universidad de Oregón sólo necesitó tres días para que fuera aceptado y otros doce para su publicación en la revista «Cell».

El catedrático César Nombela culpa a la revista de precipitación. Desde su punto de vista, la clonación es un asunto muy jugoso por el impacto que puede tener en el resto de medios de comunicación. «Y las revistas científicas sucumben a esa tentación, a sabiendas del impacto que van a tener con la publicación. No es nuevo, ya ocurrió con Hwang».


El propio Mitalipov también ha reconocido cierta prisa por mostrar al mundo sus resultados. «Puede que fuera apresurado, mi intención era publicarlo antes de presentar los resultados en el congreso de la Sociedad Internacional de Investigación en Células Madre que se celebrará el próximo mes.

Tras la publicación de la errata, el investigador asegura que no tiene ningún reparo en mostrar a todo el que quiera cómo se hizo todo el proceso para borrar cualquier sombra de sospecha y demostrar que no hay nada que ocultar. Otros investigadores pidieron que no se hiciera un juicio rápido. «Los autores de los trabajos deberían tener la oportunidad de contestar y corregir errores después de su publicación», reclamó el británico Robin Lovell, experto en Biología del Desarrollo.

Si se confirman los resultados, estaríamos ante la primera vez que se logran embriones clónicos humanos. Su utilización ayudaría a tener células para trasplante y regenerar órganos, sin riesgo de rechazo, pero con todos los reparos éticos.

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