9 de marzo (EFE.-)
Una nueva técnica para insertar células madre en tejidos dañados podría permitir en un futuro la regeneración de órganos y reducir la dependencia de las donaciones, según publicó la pasada semana la revista británica "The Lancet".
La mayoría de los tejidos del cuerpo poseen una población específica de células madre que permiten su regeneración cuando se produce algún daño.
Sin embargo, cuando el daño está demasiado extendido, estas células no son suficientes y es necesario recurrir a un trasplante, una intervención que se repite más de 100.000 veces al año en todo el mundo.
Los últimos avances de la medicina regenerativa han hecho que la reconstrucción de órganos y tejidos a partir de células madre parezca cada vez más posible, una terapia que contribuiría a reducir la demanda de órganos.
Ahora, científicos del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) y del King's College de Londres han logrado construir un "andamio artificial" en tres dimensiones, a partir de la matriz extracelular, una especie de red en la que están inmersas las células que forman un tejido.
En esta red los expertos insertarían un conjunto de células madre, que carecen de una función concreta y que conservan la capacidad de dividirse sin perder sus propiedades y convertirse en otras células.
Las células madre insertadas darían lugar a un órgano o un tejido completamente funcional, según explicó Paolo Macchiarini, del Instituto Karolinska de Estocolmo y principal autor del artículo.
Este enfoque ya ha tenido éxito en la reparación de varios tejidos, como la tráquea, el esófago o el músculo esquelético en modelos de animales y de seres humanos, según detalló Macchiarini, quien se mostró optimista sobre los resultados para la regeneración de órganos como el hígado, el corazón y el pulmón.
"Con la supervisión científica y ética adecuada esta técnica puede servir como una plataforma para la ingeniería de órganos completos y otros tejidos, y convertirse, en un futuro, en un enfoque terapéutico viable para satisfacer la demanda de órganos", afirmó Macchiarini.
Para ello, sin embargo, los investigadores deben identificar aún cuáles son la procedencia más adecuada de células madre para cada uno de los órganos, el material óptimo para este "andamio" y la muestra de pacientes apropiados para recibir este tipo de tratamiento.
Macchiarini alertó también sobre las presiones para avanzar con esta técnica y pidió un "compromiso ético" que garantice la seguridad de los pacientes y que los resultados no se vean comprometidos.
Entre los dilemas éticos que genera este descubrimiento figura, según este investigador, la transparencia en cuanto a las técnicas utilizadas, la procedencia de las células madre o los costes finales para los pacientes.
Una nueva técnica para insertar células madre en tejidos dañados podría permitir en un futuro la regeneración de órganos y reducir la dependencia de las donaciones, según publicó la pasada semana la revista británica "The Lancet".
La mayoría de los tejidos del cuerpo poseen una población específica de células madre que permiten su regeneración cuando se produce algún daño.
Sin embargo, cuando el daño está demasiado extendido, estas células no son suficientes y es necesario recurrir a un trasplante, una intervención que se repite más de 100.000 veces al año en todo el mundo.
Los últimos avances de la medicina regenerativa han hecho que la reconstrucción de órganos y tejidos a partir de células madre parezca cada vez más posible, una terapia que contribuiría a reducir la demanda de órganos.
Ahora, científicos del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) y del King's College de Londres han logrado construir un "andamio artificial" en tres dimensiones, a partir de la matriz extracelular, una especie de red en la que están inmersas las células que forman un tejido.
En esta red los expertos insertarían un conjunto de células madre, que carecen de una función concreta y que conservan la capacidad de dividirse sin perder sus propiedades y convertirse en otras células.
Las células madre insertadas darían lugar a un órgano o un tejido completamente funcional, según explicó Paolo Macchiarini, del Instituto Karolinska de Estocolmo y principal autor del artículo.
Este enfoque ya ha tenido éxito en la reparación de varios tejidos, como la tráquea, el esófago o el músculo esquelético en modelos de animales y de seres humanos, según detalló Macchiarini, quien se mostró optimista sobre los resultados para la regeneración de órganos como el hígado, el corazón y el pulmón.
"Con la supervisión científica y ética adecuada esta técnica puede servir como una plataforma para la ingeniería de órganos completos y otros tejidos, y convertirse, en un futuro, en un enfoque terapéutico viable para satisfacer la demanda de órganos", afirmó Macchiarini.
Para ello, sin embargo, los investigadores deben identificar aún cuáles son la procedencia más adecuada de células madre para cada uno de los órganos, el material óptimo para este "andamio" y la muestra de pacientes apropiados para recibir este tipo de tratamiento.
Macchiarini alertó también sobre las presiones para avanzar con esta técnica y pidió un "compromiso ético" que garantice la seguridad de los pacientes y que los resultados no se vean comprometidos.
Entre los dilemas éticos que genera este descubrimiento figura, según este investigador, la transparencia en cuanto a las técnicas utilizadas, la procedencia de las células madre o los costes finales para los pacientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario