Aproximadamente 285 millones de personas, que corresponden al 6.4% de la población adulta en todo el mundo, están viviendo con diabetes (cifras del 2010). Se espera que este número se incremente a 438 millones para el año 2030, correspondiente al 7.8% de la población adulta en todo el mundo.
En un estudio reciente publicado en “The Journal of Dental Research” (http://jdr.sagepub.com/content/90/5/646.abstract) se demuestra que las células madre obtenidas de los dientes (mesenquimales), son capaces de diferenciarse en células beta, las cuales son las encargadas de producir insulina. Por esto y otras de sus características, como su capacidad para diferenciarse en otros tejidos, las células madre han sido ampliamente estudiadas dejándonos ver con las primeras investigaciones que algún día podrían tener un papel importante en el tratamiento de la diabetes tipo 1.
Lo interesante y asombroso es que dicho estudio se llevó a cabo con dientes de leche obtenidos durante extracciones de rutina en niños entre los 7 y los 11 años de edad. Las células madre de los dientes fueron obtenidas sin ningún tipo de proceso invasivo o doloroso, lo cual nos habla de una forma accesible e ideal para conseguir este tipo de células madre. Estas células fueron aisladas y rápidamente diferenciadas usando distintos procesos químicos y enzimas para así estar listas para su uso. Los resultados se suman a la evidencia de la capacidad de las células madre dentales para diferenciarse en linajes de células pancreáticas, así como al hecho de que podrían ser utilizadas para una terapia para la diabetes sin miedo al rechazo.
Según los investigadores, este hallazgo podría permitir la sustitución de células para la diabetes tipo 1 dando como resultado un trasplante autólogo de células madre. En términos más simples, esto significa que un paciente podría hacer uso de sus propias células madre dentales para ayudar a crear las células pancreáticas que producen insulina.
Más allá de la diabetes, estos hallazgos promueven la crio-preservación de las células madre dentales y su uso futuro en la terapia de células madre autólogas. Estos resultados no podrían haberse realizado sin el descubrimiento de células madre en los dientes conocidos como “de leche”, los cuales se pierden entre los 6 y los 12 años de edad y que representan una abundante fuente de células madre que actualmente gracias a la tecnología se pueden preservar y cultivar para su uso futuro.
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